En un barrio que queda bajo el agua abandonaron una obra clave contra las inundaciones

En un barrio que queda bajo el agua abandonaron una obra clave contra las inundaciones

En marzo arrancaron la construcción de un canal aliviador para favorecer a Villa Diamante y Villa Jardín, pero quedó a medio hacer y todo empeoró. El Municipio dice que la empresa contratada se fue por los costos. La firma responde que le dejaron de pagar. 

Una obra muy esperada contra las inundaciones en Villa Diamante y Villa Jardín, una de las zonas más afectadas por los temporales, quedó a medio hacer. Los trabajos habían arrancado en marzo: apuntaban a construir un aliviador y a terminar con los anegamientos crónicos que sufren en los alrededores de Osorio y Warnes. Limpiaron los desagües, conectaron bombas extractoras, y modificaron la pendiente y el recorrido del agua, pero no completaron el proyecto y el problema persiste. Las acusaciones son cruzadas: según la Municipalidad, la empresa a la que habían adjudicado la obra (Mega Urban) por ofrecer el mejor precio en la licitación, levantó campamento y abandonó todo por problemas de presupuesto. Pero la empresa asegura que la Comuna no cumplió con los pagos y le adeuda dinero. En el medio quedaron los vecinos, que exigen una solución.

La sudestada más la tormenta de comienzos de mes, además de desnudar la desidia de las autoridades municipales que no se hicieron presentes para ayudar a los damnificados (hubo casas con un metro de agua en su interior), permite concluir que el barrio no puede esperar más. Hay familias que viven hace décadas en Villa Diamante y el único "antídoto" que tienen es mirar el cielo cuando se nubla y pedir que "llueva poco". La ex calle Maza, desde las vías del Belgrano Sur hasta el Riachuelo, se llama desde hace un tiempo Concejal Víctor Arandía. Son unas siete cuadras y por el medio de la calzada tienen previsto instalar los caños que conducirán el agua. Esa obra es la que está paralizada. "Vivo en la esquina de Osorio y Maza. Acá cortaron el tránsito un mes, y rompieron calles y veredas para nada. Seguimos inundados y con el asfalto más destruido que antes. Es urgente que resuelvan esto", explicaba el vecino Héctor Magno. "Hace 20 años que vivo acá. Estábamos mal, ahora estamos peor. Abrieron la calle y dejaron pozos de tres metros. Un peligro. Hace poco vinieron a tirarle tierra encima. Incluso el agua que sale de las canillas es de color amarillo", critica Mabel, otra vecina, y a ella se suma René: "De noche es oscuro. Puede haber una tragedia porque la calle quedó partida. Hay que adivinar por dónde pasa el colectivo. Con la última tormenta hubo casas con el agua adentro. Evacuados no, porque nadie quiere dejar la casa sola".

En Arandía y Potosí, varios vecinos se "arremangaron" para destapar sumideros. Con un alambre que trataba de cumplir la función de una bomba de achique para derrotar el agua estancada, Sebastián Duarte le contaba al Clarín: "Tendría que ponerme guantes. En realidad esto lo tendría que hacer la Municipalidad, alguien que entienda", dijo con bronca. El titular de Infraestructura de Lanús, José Fernández Dortona, admitió: "No hicieron el trabajo y se rescindió el contrato, incluso anulamos un plan de bacheo contratado con esta firma. Se volverá a llamar a licitación. Sí, posiblemente los costos hayan crecido. Por la póliza contratada, el Municipio recuperará el anticipo financiero entregado previo al inicio de la obra". El funcionario estimó que la nueva licitación se lanzará en un mes.

Desde la empresa dijeron: "No trabajamos más porque el Municipio no paga. Arrancamos con un mínimo anticipo que dieron pero el resto lo pusimos nosotros. A medida que avanzaba la obra debían hacer un acopio que nunca llegó. Tuvimos que parar porque teníamos entre 20 y 30 personas a cargo. Todavía nos deben y cuando vamos a cobrar nos bicicletean". Originalmente, la obra se pensó para que el agua desagote por otro lugar: por Maza hasta el Riachuelo. En el cruce de vías limpiarán los conductos y por Osorio, donde cruza un poliducto de YPF con cuatro conductos (gasoil, petróleo crudo, nafta y agua) que suma complejidad a los trabajos, harán que el agua vaya por arriba de estos caños y desemboque en el río. En la ribera, atravesada por un gasoducto, la complejidad es menor porque se trata de un solo caño. Pero eso es a futuro. El presente no cambia.

 

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