El jueves se produjo una discusión, fuera del establecimiento, de dos chicas que concurren a la escuela 47 “Francisco Mayo”, ubicada en la calle Derqui al 1.000; una de ellas habría golpeado a la otra. La cuestión no pasó a mayores, pero evidentemente la víctima contó lo sucedido a su familia y acusó, identificándolo, a la agresora.

Ayer, a la mañana, a los pocos minutos de estar la escuela abierta, (las actividades comienzan a las 7) apareció un adolescente con un pedazo de hierro en la mano que iba en busca de venganza por el ataque a su hermanita.

Rompió los vidrios de las dos hojas de la puerta de entrada y no conforme con esto la emprendió con otros cristales del interior del edificio y algunos muebles.

La directora, María Rosa Avila, trataba de calmarlo; se conocen bien porque el atacante ha sido alumno de la escuela. La mujer trataba de calmarlo diciéndole que la chica que buscaba no estaba, pero el chico no cejaba en su furia.

En las aulas

El ruido de los golpes, inquietó al resto de la comunidad educativa; los alumnos ya estaban en sus respectivas aulas y eran calmados por sus docentes. Finalmente el enceguecido adolescente se retiró.

Como algunas divisiones ingresan a las 8, no dejaron entrar a los chicos al establecimiento donde había, adentro y afuera, muchos vidrios rotos que podían lastimarlos; los llevaron al cercano Centro de Referencia Ramón Carrillo. Después fueron avisando a los padres para que vinieran a retirar a sus hijos ya que las actividades se interrumpieron por toda la jornada. Llegó la Policía que fue informada de lo sucedido con los datos del caso. Ubicaron al menor que no vive muy lejos, lo notificaron de la formación de una causa por daño y dieron intervención al fiscal de Menores, Martín Butti.