Baragiola, una figura que crece mirada de reojo por Cambiemos

Baragiola, una figura que crece mirada de reojo por Cambiemos

Al gobierno de la provincia se le acabó la paciencia con la gestión Arroyo: metió mano directa y designó a Hernán Mourelle como flamante secretario de Hacienda, en lugar de Gustavo Schroeder. No hubo ningún intento de disimular la intervención, que claramente condiciona al intendente de cara a los últimos dos años de su gestión. Sin embargo, algunos en Cambiemos ven con preocupación el nacimiento de un nuevo foco de conflicto: Vilma Baragiola.

 

Desde hace tiempo, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó mantiene un enfrentamiento con María Eugenia Vidal. Claramente, las acciones en alza de la mandataria lo dejan mal parado al legislador. Sin embargo, su labor como articulador en el Congreso le permitieron sostenerse en el cargo y, según trascendió en las últimas horas, allí se mantendrá después del 10 de diciembre.

Esa disputa tiene su correlato en Mar del Plata. Carlos Arroyo llegó a ser candidato a intendente en 2015 impulsado por Emiliano Giri, pero con el aval de lo que hoy es el ala vidalista: Federico Salvai y Manuel Mosca. Hoy, tras casi dos años de problemas de todo tipo, reniegan del jefe comunal y lo desconocen.

En la vereda de enfrente estaba Vilma Baragiola, impulsada por Monzó y uno de sus principales armadores políticos Sebastián García De Luca. La candidata a concejal de Cambiemos perdió aquella interna, pero mantuvo esos vínculos. Por ende, ese es un primer elemento para que no sea la figura predilecta de Vidal para encabezar en Mar del Plata.

En medio de la inundación más severa que padeció la ciudad en un año en el que las intensas lluvias fueron protagonistas, Baragiola, por entonces secretaria de Desarrollo Social del municipio, decidió no postergar sus vacaciones en Brasil. La decisión, sumada a la falta de respuestas del intendente Arroyo, desató la ira de Vidal, quien desembarcó en Mar del Plata e inició allí una larga lista de visitas sin mostrarse con el intendente.

“La realidad es que Vidal no quiere a los radicales”, confió un dirigente oficialista cercano a la mandataria.

¿Cómo se explica que Cambiemos, una fuerza en auge, tenga un intendente y una candidata a primera concejal que no son del agrado de sus máximas figuras? Una posible respuesta es que la urgencia electoral que supone un distrito con más de 500 mil votos siempre los hizo optar por “ir a lo seguro” en lugar de construir un candidato propio.

La experiencia fallida de Eduardo “Lalo” Ramos, quien intentó convertirse en el referente del Pro en Mar del Plata de la mano del propio presidente Mauricio Macri y perdió ese capital en el momento que estrelló su auto contra el de Thiago Joel, obligó a los operadores del espacio a buscar figuras ajenas que le garanticen resultados favorables. Así fue hace dos años con Arroyo y así es hoy con Baragiola.

La gran incógnita es qué pasará en 2019.

Los más optimistas sostienen que es Vidal la que tiene los votos y así como en esta elección permitió que Baragiola -una aliada de su rival político- sea la primera candidata, dentro de dos años tendrá el peso suficiente para correrla y poner como candidato a intendente a alguien más confiable.

“¿Y por qué no lo hizo ahora?”, se preguntan los detractores de esa hipótesis. Y le suman un elemento: “Necesitaban que Vilma sacara 40 puntos en Mar del Plata y lo hizo. Y en octubre va a estar más cerca de los 50 que de los 40. ¿Cómo le decís que no a alguien que saca esa cantidad de votos?”.

Baragiola no quiere repetir los errores del pasado. En 2013 ganó las elecciones legislativas y sintió que ya era intendenta. Tomó malas decisiones, se expuso de más y perdió la confianza del electorado que optó por un candidato como Arroyo al que creían conocer más de lo que realmente lo conocían.

La virtud de Baragiola fue no desesperarse ante ese cachetazo, ni bajar los brazos. Aceptó el cargo como secretaria de Desarrollo Social y se mantuvo leal a Arroyo, aun en los peores momentos del jefe comunal. Consciente de que el oficialismo no contaba con ninguna figura que le hiciera sombra logró ser la que encabece la única lista de Cambiemos en Mar del Plata y consiguió un cómodo triunfo en las Paso que será más cómodo en octubre.

Conscientes de esto, en el vidalismo, encabezado por Salvai y Mosca, ya desplegaron algunas alternativas para limarla y frenar su carrera hacia el 2019. La principal apuesta es que le periodista Franco Bagnatto asuma un rol central en Cambiemos. Sin embargo, desde el entorno del periodista, aseguran que ser intendente de Mar del Plata está lejos sus aspiraciones. “No quiere saber nada, de hecho no quería ser candidato a senador, pero no le quedó otra”, señalaron.

Con ese panorama, ya comenzaron a buscar otras figuras que sirvan como contrapeso de Baragiola. El primer apuntado es el candidato de 1País, Ariel “Cholo” Ciano, quien tiempo atrás “coqueteó” con un acercamiento con la gobernadora Vidal. Y para alimentar esas versiones, hace algunos días la elogió. “Vidal seguirá ayudando a Mar del Plata tal como lo viene haciendo desde que asumió. Pero es fundamental que las prioridades las definamos todos los que amamos a la ciudad y estamos en ella, dispuestos a trabajar juntos. Por eso, hablamos de votar por Mar del Plata, para evitar que el gobierno tenga una mayoría automática, pues tan sólo alcanza con ver lo que han hecho en un año y medio y lo mal que está la ciudad”, indicó el expresidente del Concejo Deliberante.

Falta mucho para 2019. Y mucho más en tiempos de política. Sin embargo, después de los resultados que obtuvo Baragiola en las Paso algunos dirigentes de Cambiemos saben que si no comienzan a trabajar ahora en la definición del futuro intendente de Mar del Plata, en pocos meses más puede ser tarde.

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