El Banco de La Pampa, en un laberinto

El Banco de La Pampa, en un laberinto

Durante la última campaña electoral, el rol del Banco de La Pampa fue puesto en debate y los distintos sectores coincidieron sobre la importancia de la identidad para el desarrollo provincial. 

Hoy, se debate en intrigas de poder. Quieren colocar a un gerente general. Pero dos ya dieron el no: Osvaldo Dadone y Ernesto Franco.

El BLP estuvo en el centro del debate de los comicios del año pasado. En el caso de Carlos Verna, en sus discursos expresaba insatisfacción con el perfil comercial de la entidad, más cercana a cumplir objetivos comunes de un banco privado que a dar respaldo a la producción pampeana.

Un Directorio con representantes de los sectores productivos pampeanos fue la idea base para darle un giro a esta cuestión. Esto se tradujo en la elección de tres directores oficiales representativos del agro, la industria y el comercio pampeano.

Como en las demás empresas del Estado, Verna le abrió el juego a la oposición. Así, Carlos Pessi fue el elegido para formar parte del Directorio.

Dicen en el banco que para presidirlo pensó en un empleado de carrera del banco. De esa manera, pretendía equilibrar la falta de conocimiento de la actividad de los demás directores, darle solidez técnica e impulso interno a las propuestas, a raíz del conocimiento de la estructura y personal de la entidad.

Esta idea, a primera vista plausible, también presenta sus puntos débiles, consideran los allegados a la entidad bancaria. Uno de ellos es la dedicación part time que los directores sectoriales le pueden dar a su función bancaria: deben atender la evolución de sus propios negocios, máxime en un contexto económico como el actual.

En el caso del vicepresidente Alberto Giorgis debe sumarse su incursión en la política universitaria, en la cual se postula a Consejero Superior en la UNLPam, en la cual es docente.

El reparto de las horas y días de la semana para atender las distintas funciones se traduce en reuniones con escaso estudio y aportes de los temas a tratar, dicen los que conocen el manejo interno. "Hay impuntualidades, quorum mínimos, o directamente la postergación de las mismas", dicen por lo bajo.

En este marco, el presidente Alexis Iviglia presentó a sus pares un plan para cambiar el cuestionado perfil comercial de la institución. Contrario a lo esperado, este plan incluía una jerarquización de la actual área comercial, de la cual parte de su personal pasaba a ocupar lugares estratégicos de otras áreas.

Los demás directores plantearon sus dudas. Pero Iviglia les habría respondido que todo ya estaba charlado con Verna y había que hacerlo ya.

Un director oficial, algo molesto, llamó entonces al gobernador. Le expresó su descontento por no haber sido consultado de semejantes cambios, y que de llevarse a cabo los mismos, implicaría su salida del Directorio. La respuesta de Verna fue simple: le dijo que se tranquilizara y lo invitó a su oficina, porque no tenía idea de lo que le estaba hablando, siempre según las fuentes consultadas.

Este suceso no sorprende a quienes tienen conocimiento de la particular política interna del banco. El actual presidente, Alexis Iviglia, formó parte largos años del Directorio en la etapa jorgista, elegido por los propios empleados del banco, quienes sientan a los dos directores privados por la participación accionaria de su Caja jubilatoria. Con el manejo de la caja de la Mutual del Personal, la estrategia electoral se completaba con sendas alianzas con las seccionales gremiales de La Bancaria y los actuales gerentes delas áreas de negocios, quienes le acercaban los votos de las sucursales en el interior y fuera de la provincia.

"Como moneda de cambio, Iviglia les garantizaba a los comerciales su apoyo y defensa a las políticas llevadas a cabo por éstos en la última década, favorecido por su amistad con el exvicepresidente Javier Folmer", dicen desde el banco. "Con Verna ganador de la interna peronista, Iviglia comenzó una campaña silenciosa para formar parte del staff oficial del Directorio, restableciendo sus vínculos con el entorno vernista".

Con el objetivo máximo de alcanzar la presidencia, su trabajo dejó en el camino al exdirector Walter Fachipieri, reconocido vernista y número puesto para ocupar ese cargo. Hoy está en el Instituto Provincial Autárquico de Viviendas.

Hay quienes ven que Iviglia está reforzando su alianza con el área comercial, a quien le garantizaba no solo continuidad sino también un mayor poder en las demás áreas del banco. "A cambio, los comerciales le garantizaban apoyo al candidato de Iviglia para las elecciones de este año y apoyo futuro para retomar control de la Caja de Previsión, cuyos directores también son elegidos con el voto de los empleados", dicen.

La intención, siempre según lo que comentan en el BLP, es avanzar en un plan de retiro adelantado de los empleados jerarquizados.

El gobernador, al anoticiarse del plan del presidente, convocó a los cuatro directores a su despacho. Hubo una fuerte reprimenda del mandatario y quedó abortado el plan de la presidencia. Iviglia quedó en una situación incómoda y en los restantes directores reinó la desconfianza.

Una de las salidas que se analizó para poner en marcha el banco es en restablecer el cargo de gerente general. Un cargo que fue borrado desde el año 2000.

Ya le ofrecieron el cargo a dos: Osvaldo Dadone y a Ernesto Franco. El primero, quien se fue en 2000 por diferencias con el entonces presidente Oscar Jorge, ya dijo que no. Franco, por otro lado, ya fue vetado por el propio Verna. Quiere retenerlo en el Ministerio de Hacienda.

Por eso, por estas horas se analiza la posibilidad de convocar a concurso para el cargo de gerente general, a través de una consultora nacional.

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