Según aseguró la tunuyanina, en la última decisión en la que participó en la entidad financiera se decidió refinanciarle a Mendoza los $2.200 millones de la deuda que mantenía con ese banco y que vencía el 30 de diciembre.

“Es una refinanciación del capital que tendrá 15 meses de gracia. A partir de febrero la próxima gestión sí va a tener que pagar intereses, pero seguramente el próximo gobernador podrá mejorar la refinanciación con las nuevas autoridades del directorio”, especificó Fadel.

La refinanciación es una bocanada de aire fresco para el entrante gobernador, Alfredo Cornejo, quien ya había adelantado que en el mejor de los escenarios Mendoza recaudaría en diciembre unos $3.000 millones, por lo que de haber tenido que cancelar ese préstamo –de no haber existido la refinanciación se lo habrían debitado directamente–, se iba a complicar el pago de sueldos a empleados estatales. 

Paradójicamente esta buena nueva para Cornejo también significa un trago amargo para el actual gobernador Francisco Pérez, ya que según explicó Fadel al otorgar esta refinanciación el Banco Nación se ve impedido de otorgarle a Pérez un préstamo extra. “Eso es así por una cuestión normativa. Eso es lo que impide que el gobernador pueda tomar otro préstamo. Pero además el directorio no va a operar hasta el 10 de diciembre porque con mi renuncia no tendrá quórum”, apuntó la senadora .

Por decantación entonces, y con el fin de pagar los últimos salarios de su gestión como gobernador, Paco Pérez deberá jugarse una última carta: conseguir una reunión con el esquivo ministro de Economía, Axel Kicillof, que podría concretarse en las próximas horas, para solicitarle un adelanto de coparticipación y completar los $600 millones del descubierto que va a tener disponible en el Banco Nación.

De conseguir su objetivo, el gobernador sabe que esas partidas suelen  depositarse el primer día hábil de cada mes, por lo que podría tener esos fondos el martes 1 de diciembre y disponer de ellos al día siguiente.

Este escenario  anticipa que el próximo pago de haberes a los empleados públicos mendocinos se retrasaría a la primera semana de diciembre y hasta podría escalonarse tal y como viene sucediendo en los últimos meses.