El Banco Mundial cambia su director en el país y dilata el acuerdo por nuevos fondos

El Gobierno esperaba tener aprobado a fin de año un nuevo programa por US$ 3000 millones, pero se postergaría para marzo; Capitanich pidió acelerar los desembolsos
El nuevo equipo económico había depositado sus esperanzas en los organismos internacionales para poder mejorar el flujo de dólares hacia el país y así contrarrestar la presión cambiaria. Sin embargo, podría tener que empezar a buscar alternativas, ya que no sólo se enfrenta a un recorte de fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2014, sino que ahora también trascendió que se dilataron las negociaciones con el Banco Mundial (BM) por un nuevo programa por US$ 3000 millones.

Según confiaron a LA NACION fuentes del Ministerio de Economía, a fin de enero estaría dejando su puesto en el país Penelope Brook, que es quien desde hace tres años ocupa el cargo de directora del Banco Mundial para la Argentina, Uruguay y Paraguay, América latina y el Caribe. Con su partida, confían las fuentes, se iría una de las principales interlocutoras que tiene el gobierno argentino en el organismo multilateral de créditos, y una de las impulsoras de las nuevas negociaciones entre el equipo económico y los funcionarios del BM para buscar un nuevo acuerdo.

"La salida de Penelope Brook deja un poco en el aire las negociaciones. Habrá que ver quién viene en su reemplazo, pero no hay nadie más que esté impulsando el programa con la Argentina", confió la fuente, que pidió no ser identificada. "Ya se habla de que el programa de créditos que se esperaba llevar al directorio del Banco el 10 de diciembre no se va a tratar hasta el primer trimestre de 2014, y probablemente esto sea marzo", agregó.

Consultados al respecto, en la oficina del banco en Buenos Aires confirmaron la salida de su directora y dijeron que ella asumirá el cargo de ombudsman dentro del BM (tiene generalmente tres personas con este cargo en el mundo), pero no dieron más detalles.

El Gobierno viene desde hace algunos meses intentando acercar posiciones con los técnicos del BM para poder llevar al directorio del organismo un nuevo programa de créditos para los próximos tres años, por US$ 3000 millones. Incluso en octubre pasado, desde Washington, funcionarios del BM y el entonces ministro de Economía, Hernán Lorenzino, habían anunciado en forma conjunta que el programa estaba "en su fase final para ser presentado al directorio".

La Argentina no tiene una Estrategia de Alianza País (CPS, por sus siglas en inglés) con el BM -tal el nombre que se le da al programa que suele acompañar cada mandato presidencial- desde julio del año pasado. Esto implica que si bien sigue obteniendo del organismo fondos por los desembolsos aprobados en el CPS vencido en julio, no puede pedir dinero fresco para financiar nuevas obras.

La realidad es que el Gobierno había evitado someter a votación del directorio del organismo un nuevo CPS, dado que ya le habían anticipado algunos países que no apoyarían su pedido, hasta tanto el país no resolviera la deuda con el Club de París, el problema de los holdouts y de los juicios en el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial.

Pero la escasez de dólares cambió el panorama. Y ya desde hace algún tiempo el equipo económico se esfuerza por mejorar el frente internacional. Primero, anunció el acuerdo con las empresas que tenían fallos favorables en el Ciadi, y luego habría iniciado contactos informales con el Club de París. También espera obtener el visto bueno del Fondo Monetario Internacional (FMI) para su nuevo índice de precios, y está siguiendo de cerca las negociaciones que los bonistas que entraron a los canjes de deuda están llevando a cabo con los holdouts , para convencerlos de que desistan de sus reclamos judiciales.

El problema es que los tiempos de los organismos internacionales serían bastante más lentos que los que corren para el Gobierno, que viene perdiendo en lo que va del año reservas por más de US$ 11.000 millones. De hecho, de conseguir que el BM le apruebe al país un nuevo CPS para marzo de 2014, en el equipo económico estiman que recién para octubre de ese año podría haber algún desembolso.

"Salvo que el Banco Mundial acepte dar préstamos de rápido desembolso, cosa que es muy difícil, un acuerdo va a tener poco impacto en el balance cambiario en 2014", sentenció una fuente.

Consciente de las tribulaciones, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reunió recientemente a las unidades ejecutoras a cargo de los créditos con organismos internacionales para que aceleren al menos los desembolsos de los créditos ya aprobados, aunque muchos están atados a ejecuciones de obras y son imposibles de acelerar. Según datos del BM, hay US$ 2420 millones todavía disponibles, mientras que del BID existen otros US$ 3874,7 millones. No es momento de desperdiciar dólares.

6294 millones

Son los dólares que tiene disponibles el Gobierno en créditos aprobados por organismos. Capitanich pidió acelerar los desembolsos

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