El Banco Central pone segunda

La autoridad monetaria acelera levemente el ritmo devaluatorio. Demanda para los “dólar-link”.

Acostumbrados al ostracismo del dólar oficial en el segundo semestre del año pasado, la vuelta al esquema microdevaluatorio de Mercedes Marcó del Pont significó el catalizador de la demanda de los bonos “dólar-link”. Durante enero y febrero, el Central devaluó el dólar a un ritmo del 12% anual, levemente acelerado en marzo a 15%/16%. Por supuesto que la apuesta de los “dólar-link” sigue siendo la unificación cambiaria en el 2016, pero a inicios de año la inmovilidad del dólar oficial se había vuelto un problema para los títulos. El movimiento lento pero constante le dio un atractivo adicional, o mejor dicho, le quitó ese escollo que constituía un problema especialmente para los fondos comunes de inversión que necesitan mostrar rentabilidad.

También se demandaron con mucha fuerza los bonos largos ajustables por CER: discount en pesos, cuasipar y par en pesos. Ambos tipos de bonos están muy ligados a las expectativas de políticas del próximo gobierno.

En particular, los inversores internacionales buscan información de los asesores económicos de los principales candidatos. Durante la semana, la mayoría de ellos daba cuenta de la normalización de las estadísticas del INDEC e incluso de auditorías en el próximo gobierno, y ello disparó la demanda de títulos largos. Hay que recordar que en su mejor momento los títulos largos ajustables por CER llegaron a tener una tasa implícita de rendimiento (TIR) de 5% anual previo a la intervención del organismo en el 2007. Actualmente se encuentran en niveles de 7,5% y 8,5%, siendo el cuasipar el título con mayor rendimiento.

En el optimismo reinante, aun cuando faltan meses para las elecciones, los títulos que menos subieron fueron los dolarizados. Por supuesto, siempre hablando en comparación con los bonos “dólar-linked” y ajustables por CER. La curva de soberanos en dólares ha ajustado principalmente en el tramo corto, mientras que el medio y largo han reducido rendimiento pero en menor cuantía. No sería de extrañar que el mercado, pasado el furor de los bonos con CER, comience a mirar con mayor entusiasmo los bonos en dólares.

Por el momento, el mercado tuvo una nueva semana positiva tras pasar el discurso de apertura de las sesiones del Congreso sin anuncios de relevancia para la bolsa. En particular se temía un nuevo impuesto a la renta financiera, tema que ni siquiera apareció. De no mediar sorpresas, el escenario más probable es que los bonos largos con CER terminen de ganar terreno mientras los inversores vuelven a centrar las miradas en los bonos largos en dólares. Los títulos “dólar-link” tendrán su recorrido correlacionado con la velocidad devaluatoria del peso, algo que depende pura y exclusivamente del Banco Central.

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