El Banco Central de Brasil busca aliviar los temores por EE.UU.

Tras la victoria de Trump. Es por la eventual fuga de dólares al norte. Brasil cuenta con US$ 380.000 millones de reservas como cortafuego. 

“Me siento feliz de tener tantas reservas (cambiarias)”, declaró el mediodía de este miércoles el presidente del Banco Central de Brasil Ilan Goldfajn. Y no es para menos. Con US$ 380.000 millones en las arcas de la institución, el jefe del Central entiende que hay margen de sobra para actuar en tiempos de turbulencia como los actuales. “Tenemos una situación de confort que nos permite ser una entidad que da tranquilidad a los mercados”, sostuvo saliendo a intentar apagar cualquier inquietud.

En una teleconferencia con diversos medios internacionales, entre ellos Clarín, el banquero admitió que “hay alguna volatilidad en el mercado”; pero agregó que “es algo natural”. Y frente a eso, “nuestra función es hacer que el mercado funcione con toda normalidad”.

Lo cierto es que, a partir de la victoria de Donald Trump en EE.UU. del 8 de noviembre, el real tuvo un movimiento errático. Se devaluó 11% en menos de una semana y obligó al BC brasileño a intervenirmediante la emisión de nuevos swaps cambiarios (o sea venta de dólares a futuro). Sucede que la tasa a 10 años muestra fuerte crecimiento en EE.UU. debido a que Trump ha prometido una inmensa obra pública que deberá fondearse desde el exterior. Eso subirá la tasa y por esos muchos fondos regresan a EE.UU. De esa volatilidad habla el Central de Brasilia.

Goldfajn sostuvo que uno de los logros de su gestión, que lleva poco más de 6 meses, fue el monto de aquellos contratos a unos US$26.000 millones, cuando llegaron a superar no hace mucho los 100.000 millones. Esa declinación fue una estrategia buscada, dado que el BC consideraba que esa clase de operaciones traía como consecuencia un aumento del déficit fiscal. Ocurre que los equipos de Goldfajn y del ministro de Hacienda Henrique Meirelles juzgan indispensable la “intervención” del central para evitar la fuga de capitales.

Esto, claro está, llevó a una pregunta inevitable de los periodistas: ¿cuál es la cotización del dólar que para el Central no debe ser sobrepasada? Como era de esperar, el presidente de la entidad respondió que en el gobierno (de Michel Temer) no piensan en un valor determinado. “Nosotros somos fervientes partidarios de la fluctuación cambiaria”, precisó. En todo momento, el funcionario aludió al tema al señalar que ese régimen de flotación es el que permite “absorber” las grandes turbulencias internacionales.

Ilan Goldfajn, a quien se suele mencionar como Ilan G., juzgó que es preciso ser cauto en el análisis de las transformaciones que vendrán a partir de la consagración de Trump: “Todavía es demasiado pronto para saber cuáles serán sus políticas” sostuvo. Aun así, aseguró: “No creemos que haya grandes variaciones en la política monetaria de las economías industrializadas, al menos no en el corto plazo”. En su visión, el ajuste de la tasa de interés en Estados Unidos “será gradual”.

Mientras en la mesa virtual de corresponsales con el titular del Central se debatían estos asuntos, Meirelles admitía en declaraciones del miércoles por la mañana que el crecimiento en Brasil podrá demorarse más de lo esperado. Ilan G. en cambio sostuvo que habrá un crecimiento “leve” el próximo año y que se aguarda una “expansión fuerte” para 2018, año en que los brasileños deberán ir a las urnas para elegir democráticamente el nuevo presidente del país.

El titular del Central no pareció hacerse demasiadas ilusiones con el mediano plazo. “El desempleo que vemos es la consecuencia de los últimos dos años, en que hubo una gran crisis de confianza y el PBI se contrajo fuertemente. Eso aumentó la pérdida de fuentes de trabajo”. Para él, la primera señal de recuperación ocurrirá cuando esa declinación laboral “se estabilice”. Juzgó que para que ello ocurra será preciso que el gobierno insista en el gran ajuste fiscal, que implicará el congelamiento prolongado de los gastos del Estado federal. Entre tanto, lo que se avecina puede ser explosivo: hubo durante el día intensas manifestaciones en Río de Janeiro contra un proyecto de ley que considera un recorte temporario de salarios y jubilaciones del 30%.

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