Más bancarización en sectores bajos

Más bancarización en sectores bajos
Las tarjetas regionales les disputan terreno a los bancos aprovechando la falta de atención de las entidades a los segmentos más postergados. Argentina es hoy uno de los países de la región más penetrados por el plástico.
Un estudio recientemente realizado por Banca y Riesgo, empresa especializada en análisis referentes a servicios financieros y coberturas de seguros en América Latina y España, muestra un notable avance de la bancarización en los sectores más postergados de la Argentina.

Según explica a este diario Federico Juan, Director de Estudios de Mercado: "El avance que se registró en los sectores medios y bajos en el mercado local de tarjetas de crédito se dio fundamentalmente de la mano de lo que se denomina tarjetas regionales (aquellas no emitidas por entidades bancarias) que, mediante estudios de mercado, detectaron que había amplios segmentos de clientes que no tenían acceso a una gran cantidad de productos por no estar bancarizados", explica.

Dichas tarjetas regionales aprovecharon el bajo interés de las instituciones bancarias más representativas para brindar servicios a clientes de estos sectores. Aunque de a poco algunos bancos comienzan a incursionar en estos segmentos porque, entre otros factores, los clientes de nivel medio y alto empiezan a saturarse y necesitan captar nuevos usuarios.

Pero, ¿cuál es la percepción de los sectores históricamente restringidos que hoy pueden acceder a la bancarización? El informe explica que anteriormente estos sectores tenían un limitado conocimiento respecto del abanico de servicios financieros disponibles. "Actualmente, las promociones y descuentos determinan las pautas de consumo del cliente bancarizado de Argentina, sea del sector que fuere. El cliente elige qué y cuándo comprar de acuerdo a la promo o beneficio vigente", indica.

En un punto, se trata sin duda de una forma de inclusión, que aquel que desee acceder a un producto pueda hacerlo en la misma medida que alguien mejor posicionado económicamente, aunque, claro, el riesgo es el uso indiscriminado de la tarjeta para comprar no sólo bienes durables, así como el endeudamiento que se plantea como problema de fondo de esta nueva realidad. "Se observa cada vez más una mayor propensión a utilizar las tarjetas para gastos y consumos cotidianos, y no solamente para consumos puntuales o estacionales", advierte el informe.

MÁS CONSUMO. Dado que cada vez son más las personas que poseen una tarjeta de crédito, la morosidad de los clientes no es hoy una preocupación primordial que aqueja a las entidades bancarias, uno de los últimos informes difundidos por el Cefid-Ar señala que muchos clientes eligen la opción de refinanciar su saldo en cuotas. Esto significa que en vez de parar de consumir, optan por seguir gastando. Esta misma actitud impulsa, entre otros factores, la ola de consumo, pero también la de nuevas promociones y descuentos ofrecidos desde las mismas entidades a las que se suman ahora las no bancarias, que hasta este momento no habían tenido demasiado protagonismo.

En relación con otras economías de América Latina, el avance del plástico en el país es notorio: "La penetración de las tarjetas de crédito en la población muestra oportunidades de mejora y terreno para poder crecer todavía más si se toman como punto de comparación los niveles de llegada del plástico en otras economías de la región que suelen ser mucho menores." «

Radiografía del mercado local

En la Argentina, según los últimos datos disponibles del Banco Central correspondientes a mediados de 2012, existen 17.699.087 titulares responsables de tarjetas de crédito. Las no bancarias, o regionales, hasta mediados de junio de 2011 llegan, entre titulares y adicionales, a los 12.862.996, cifra que fue in crescendo hasta la actualidad.

El escenario del mercado de tarjetas en 2013, según un trabajo elaborado por el Centro de Investigación sobre Crédito y Consumo (CICC) del Estudio Paredes, vaticina que la apuesta para este año por parte de los emisores de tarjetas iba a enfocarse en captar a los sectores de ingresos medio y medio bajo, y el bajo calificado.

Según indica dicho informe, el 52,63% de los argentinos posee hoy tarjeta de crédito, y la mayoría de los beneficiarios se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires y el GBA.

Un dato que debería preocupar es que, entre los encuestados, el 64,2% de los sectores de menores ingresos expresó que el plástico "es muy importante porque les permite llegar a fin de mes".

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