Con una banca menos, el oficialismo deberá tejer una política de alianzas

Con una banca menos, el oficialismo deberá tejer una política de alianzas
El kirchnerismo se consolidó como segunda fuerza y el PRO tendrá seis ediles. La izquierda, sin concertación, se quedó afuera.

Las elecciones de ayer obligarán al oficialismo a profundizar una política de alianzas, ya que la contundente victoria de Hermes Binner (42.39 % de los votos) no se replicó a nivel local y la coalición de gobierno perdió una banca en el Concejo. Si bien la fuerza más votada siguió siendo el Frente Progresista, Cívico y Social (27,21), con Miguel Angel Cappiello a la cabeza, de los cinco escaños que se ponían en juego sólo lograron retener cuatro. El quinto lugar, que le correspondía a Verónica Irízar, se perdió por pocos votos —según el recuento provisorio— a favor del candidato de Unite, el mediático veterinario Carlos Cossia, la sorpresa de la jornada. Con tres ediles cada uno, hicieron también muy buena elección el Frente para la Victoria (segunda fuerza más votada en Rosario), con Héctor Cavallero como número uno, y Unión PRO Santa Fe Federal, encabezada por Anita Martínez. Y otro que sumó una nueva voluntad a su bloque radical fue Jorge Boasso, elegido por sexta vez consecutiva.

   A partir de diciembre próximo, por la modificación de la llamada ley Borgonovo, el Concejo Municipal pasará de tener 22 a 24 miembros.

   Por eso, aunque en rigor las elecciones de ayer ponían en juego la mitad de las bancas (once), hubo que sumar otras dos y de ese modo fueron trece los lugares que quedaron en disputa en el cuerpo.

   De acuerdo a los números que arrojó el escrutinio provisorio, en ese nuevo reparto el Frente Progresista, que obtuvo 142.795 votos, perdió una banca, aunque continuará siendo primera minoría. Todo un dato para analizar cómo podrá (o deberá) darse la gimnasia de alianzas de ahora en más.

   De hecho, con la elección de ayer en el oficialismo se despedían cuatro concejales: el socialista Pablo Colono, el arista Oscar Greppi, el radical Gonzalo Del Cerro y el demócrata progresista Roberto Bruera. Y por la reelección iba la radical Daniela León.

   Tras los comicios, el oficialismo logró que ingresaran Cappiello y los tres nombres que le seguían en la lista, ninguno de ellos socialista: Carlos Comi (ARI), la reelecta León y el también radical Martín Rosúa. Afuera quedó Irízar, actual secretaria de Hacienda.

   Al cierre de esta edición, el titular de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, confió a La Capital que esperarían el resultado del escrutinio definitivo por la exigua diferencia de votos (poco más de 200, dijo) que separaban el ingreso de Irízar del de Cossia.

Para sumar. En el Patio de la Madera, el enclave tradicional de las celebraciones socialistas, Cappiello prometió “trabajar por todos los rosarinos”, en “búsqueda del diálogo y los consensos”.

   Apenas conocida la tendencia irreversible del escrutinio, el actual ministro de Salud saludó a “los amigos de la militancia”, que caminaron a su lado “en todos los parques y barrios de la ciudad”, y en un tono emocionado y cariñoso hasta los llamó “pendejos”.

   Luego, a la discreta victoria local se la tragó en parte la euforia desatada por los resultados de la lista a diputados nacionales, que con el 44 por ciento de los votos catapultó a Hermes Binner como el gran elector en Santa Fe.

Puesto número dos. En las preferencias de los votantes rosarinos ayer se ubicó segunda la lista del Frente para la Victoria, liderada por Cavallero, que cosechó 103.109 sufragios (19,65 %).

  De ese modo, la fuerza logró incorporar un tercer escaño a su bloque: además de revalidar el del Tigre y el de Norma López, a partir de diciembre sumará el de Lorena Giménez.

   Al calor de la militancia kirchnerista y del PPS, Cavallero destacó haber cosechado los votos “de la gente que menos tiene” y reivindicó el hecho de que en apenas dos años, desde la última elección a esta, su fuerza haya pasado al frente en seis seccionales.

   En ese espacio se reivindicó fuertemente el trabajo militante. “Quiero felicitarlos. Nosotros no somos la antipolítica, sino que reivindicamos la política y lo hacemos con militancia", dijo la concejala María Fernanda Gigliani (con mandato hasta el 2015), mientras su compañero de bancada Roberto Sukerman rescató que el Frente para la Victoria se haya afirmado como "la segunda fuerza política en Rosario y la primera en los barrios".

Y como se preveía, Unión PRO Santa Fe Federal también dio un batacazo, ubicándose a poca distancia de la lista de Cavallero (un punto y medio por debajo), con 95.137 votos (18,13 por ciento).

Con el ingreso de Anita Martínez y Carlos Cardozo, más la reelección de Diego Giuliano, la alianza de centro derecha sumó una nueva banca a ese espacio, ya que la única que se irá en diciembre será Laura Weskamp. De ese modo, Unión PRO quedará con seis bancas y se afirmará como segunda fuerza, con proyección.

"Me interesa trabajar por el desarrollo social, que tiene que ver con la inclusión y la salud", adelantó Martínez.

Por su parte, con 63.884 sufragios (12,17 por ciento), Boasso se autoevaluó con un austero "aprobado" y admitió que, aunque habría aspirado a obtener tres bancas para su sector, con dos —la suya en reelección y el ingreso de Sebastián Chale— las cosas no estaban tan mal.

De hecho, de tener dos concejales, su bloque pasará ahora a tener tres. Además, el radical amplió su lectura crítica hacia los resultados del oficialismo, del que dijo que no había hecho una buena elección.

La mayor sorpresa, ya se ha dicho, la dio Cossia, que con 28.907 sufragios (5,51 por ciento) se llevó la banca número 13 e inaugurará la presencia de Unite en el Concejo.

Sin izquierda. Afuera del Concejo quedará el socialista auténtico Alberto Cortés, una ausencia probablemente inmerecida, pero que se explica con facilidad al considerar la dispersión de votos que se registró en el espectro político de la izquierda con la candidatura de Juan Monteverde (Para La Ciudad Futura, Giros) y Edmundo Finkelstein (Frente de Izquierda y de los Trabajadores).

Tampoco hizo una buena elección el candidato con respaldo de La Cámpora Sebastián Artola, que con sus casi 17 mil votos no logró ni acercarse a una banca.

En el búnker de Cavallero más de uno mascullaba que si el candidato hubiera mostrado alguna vocación aliancista, habría posibilitado sumar una cuarta banca al proyecto nacional del kirchnerismo.

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