Una banca que no fue: la izquierda

Una banca que no fue: la izquierda
Raspando, la fuerza de Liliana Olivero no alcanzó los votos para ocupar un escaño.

Casi, casi... pero no. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) festejó ayer hasta bien avanzada la noche la obtención de una histórica banca en la Cámara de Diputados. Sin embargo, poco antes de medianoche, el escrutinio de los últimos votos les dejó un gusto amargo a Liliana Olivero, Eduardo Salas y Hernán Puddu. Y es que, por los vericuetos del sistema D’Hondt, la banca que hasta hacía unos minutos celebraban con la militancia en la esquina de Sucre y Humberto Primo, quedaba en manos del radicalismo.

“Vamos a esperar al escrutinio definitivo, al voto a voto. En las Paso la Justicia electoral nos reconoció casi sin tener que hacer nada algo así como 2.500 votos: mucho más de lo que nos separa de una banca”, explicaron ayer al cierre de esta edición los voceros de la alianza de izquierda.

El dato no es menor, si se recuerda que ayer temprano Liliana Olivero, al igual que otros partidos, salieron a denunciar que en varias escuelas alguien reemplazaba las boletas correctas por otras viejas, utilizadas en agosto. Finalmente la justicia electoral aclaró a la tarde que las boletas “truchas” igual valian. Sin embargo, Olivero temía que los presidentes de mesa finalmente respetaran la resolución.

Festejos que se apagaron. Párrafo aparte merecen en esta nota los festejos que militantes y candidatos protagonizaron ayer en el bunker de la fuerza, en Sucre y Humberto Primo.

Y es que, además de festejar el buen desempeño de la izquierda local, Eduardo Salas planteó que la celebración “llegaba mucho más allá”. La referencia era, obviamente, al resto de los candidatos de izquierda que obtuvieron en otras provincias –Buenos Aires, Mendoza y quizás Salta– los votos necesarios para conformar un bloque de izquierda. “Esta tendencia es irreversible”, definió Salas.

Voto a voto. La izquierda cordobesa hizo una gran elección, aunque los resultados no fueron tan buenos en el interior provincial.

La clave

Aunque finalmente la izquierda cordobesa no logre su banca en el Congreso, tanta lágrima, abrazo y banderazo de festejo fue bien merecido. Y es que luego de tantos años de lucha, con campañas hechas a pulmón, la campaña de la fuerza fue histórica en Córdoba. Alcanzaron un 12,24 por ciento de los votos en Capital y el 7,48 por ciento en toda la provincia. Ello significa una suba del 3,03 y 1,98 puntos respectiva.

Es obvio: el crecimiento de sus votos en las últimas elecciones merece un análisis detallado. Más allá que hayan o no alcanzado la tan anhelada banca.

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