Tras conocerse los resultados de las elecciones que determinaron una segunda vuelta para el 22 de noviembre, diferentes dirigentes políticos salieron a definir sus posturas. Algunos se mostraron a favor de Macri, otros de Scioli y otros de ninguno de los dos.

Quien fue una de las primeras en anunciar su definición fue Victoria Donda. Luego de asegurar la renovación de su banca en el Congreso nacional, la diputada del frente Progresistas adelantó que votará en blanco. “Macri y Scioli representan lo mismo, entre el amarillo y el naranja no hay diferencia del país que nos quieren pintar. No encuentro ninguna diferencia entre los dos, los hospitales, la educación en Capital y en Provincia están igual de mal”, argumentó Donda.

La misma postura tomó el Partido Socialista, que también forma parte del frente que encabezó Margarita Stolbizer como candidata a Presidenta. Roy Cortina, legislador electo de ECO y diputado nacional por el PS, aún no tomó partido de manera pública pero, al parecer, estará alineado a la líder del GEN.

Apenas se conocieron los resultados, la postura de la izquierda iba a ser clara. Teniendo en cuenta el precedente de las elecciones porteñas, el Frente de Izquierda y los Trabajadores llamó a votar masivamente en blanco. Así también se posicionó Alejandro Bodart, legislador del MST. Para ambos espacios, Scioli y Macri son “hijos políticos de Menem” y “proponen políticas de ajuste”.

Sin embargo, más allá de las definiciones, muchos electores que el pasado domingo se inclinaron por Del Caño, se definieron por apoyar a Scioli ante la férrea postura anti PRO.

En el Frente Renovador el escenario está dividido. Ayer, luego del encuentro nacional de UNA, Sergio Massa aseveró que en las elecciones la ciudadanía “votó por el cambio”, definiendo un tácito apoyo por Mauricio Macri. Sin embargo, los dirigentes de su partido, estrechamente ligados al peronismo tradicional, no están tan seguros de ello.

Marco Lavagna, por su parte, señaló que “tiene q haber un cambio. No puede seguir la continuidad del Gobierno con los cepos, ni ir a otro extremo con ajustes”. Su postura es un tanto más ambigua.