La balanza comercial 2019 fue récord en una década: ¿cuántos dólares le dejará el comercio exterior a Alberto F. en 2020?

La balanza comercial 2019 fue récord en una década: ¿cuántos dólares le dejará el comercio exterior a Alberto F. en 2020?

El saldo entre compras y ventas al mundo fue de casi u$s16.000 millones en el último año de Macri. Perspectivas para el primer año de Alberto Fernández.

Por Juan Diego Wasilevsky.

El saldo de la balanza comercial del 2019 tiene dos lecturas: una que, a primera vista, podría ser positiva; y otra con implicancias negativas.

El primer punto a destacar es que el saldo entre exportaciones e importaciones fue de u$s15.990 millones. Se trata de un escenario opuesto al que se había dado en 2018, cuando la Argentina no solo no gozó de superávit sino que sufrió un déficit de u$s3.700 millones.

El otro dato que vale la pena mencionar es que el resultado alcanzado en 2019 es el mayor desde el año 2009, cuando en tiempos de Cristina Kirchner, momento en que se empezaban a ver las primeras medidas tendientes a cerrar las importaciones, el comercio exterior había dejado un saldo a favor de más de u$s16.800 millones.

Pero la balanza comercial 2019, que fue resultado de la gestión económica de Macri, tiene más aspectos negativos que positivos.

Es que el superávit fue consecuencia, ni más ni menos, que de la fuerte contracción que sufrió y sigue sufriendo la actividad y el consumo.

Hay un dato que no puede pasar por alto: las importaciones sufrieron un histórico desplome del 25%. En total, se realizaron compras al exterior por u$s49.125 millones, unos u$s16.000 millones menos que en 2018. Para encontrar un peor resultado hay que retrotraerse, justamente, a 2009, épocas en que la crisis mundial pegó fuerte.

El otro punto clave para entender por qué no es para festejar el saldo logrado el año pasado tiene que ver con las exportaciones: apenas crecieron 5,4%. Fueron u$s65.115 millones, fueron apenas 3.300 millones más que en 2018 con todas las ventajas: tipo de cambio alto y, más allá de los últimos retoques que introdujo la administración macrista, bajas retenciones.

Hay que hacer una salvedad: los precios internacionales no jugaron a favor, de la mano de una caída promedio del 6%.

El otro punto vinculado con las exportaciones tiene que ver con la caída de los envíos de manufacturas industriales, el único de los cuatro grandes rubros que registró un resultado negativo (los otros son productos primarios, manufacturas agropecuarias y combustible).

En esto incidió la mala performance de Brasil, que si bien mostró números más positivos de su economía, esto no alcanzó para arrastrar a las empresas argentinas. Entre los rubros cuyos envíos al país vecino más cayeron el año pasado figuran materias plásticas (-30%), metales comunes (-14%), autos y componentes (-12%), productos químicos (-8,6%) y manufacturas de cuero (-8%).

Pese a ello, como se le compró menos que el año anterior, la balanza con el mayor socio comercial arrojó un resultado positivo de u$s227 millones.

Respecto del tema importaciones, el saldo del último año de Macri, como se mencionó anteriormente, obedeció en buena medida al desplome de las compras al mundo, producto de la crisis económica.

Una muestra de ello es que las importaciones de vehículos se desplomaron nada menos que un 52%, producto de la fuerte caída de los patentamientos, en un contexto en el que el poder adquisitivo se vio fuertemente deteriorado y los precios de los 0Km se encarecieron más del 80% de un año a otro.

Fue muy floja también la performance de los bienes de capital, con una caída muy marcada, de casi 31%. Desagregando se puede ver que el rubro material de transporte mostró un bajón del 54%. Esto puede deberse a menores importaciones de maquinaria vial o material ferroviario, como resultado de la caída de la obra pública, en un contexto de fuerte déficit fiscal.

También es el resultado de la caída de las inversiones privadas, en un escenario marcado a fuego por la volatilidad cambiaria, la incertidumbre política que hubo en la previa a las elecciones y el bajón general del nivel de actividad.

En paralelo, se destaca el derrumbe del 25% de la categoría "máquinas, aparatos y material eléctrico y sus partes", que no es otra cosa que el resultado de una menor entrada de notebooks y celulares, así como sus componentes para el ensamblado en Tierra del Fuego, que tuvo su peor año en una década.

Qué esperar de cara al 2020

Desde Ecolatina proyectan un superávit comercial cercano a los u$s17.000 millones para este año, lo que marcaría un récord histórico medido en dólares corrientes.

En paralelo, según el informe LatinFocus Consensus Forecast, que compila las proyecciones de consultras, analistas y bancos de inversión locales e internacionales, el saldo alcanzaría los u$s18.400 millones.

Así y todo, tampoco sería un resultado para festejar. Desde Ecolatina advierten que ese saldo se obtendría pese a que las exportaciones se mantendrán "prácticamente estancadas", con un avance en torno al 1%. Esto, en gran medida por una "menor cosecha agropecuaria producto de un deterioro en el ciclo climático".

En paralelo, las importaciones seguirían cayendo -aunque a menor ritmo que en 2019-, como consecuencia de un PBI que este año podría contraerse entre 1% y 2%, según el consenso de analistas locales e internacionales. De confirmarse, se trataría del tercer año recesivo de manera consecutiva.

También, podrían influir los mayores controles a las importaciones que está implementando el gobierno de Alberto Fernández, mediante la aplicación de nuevas Licencias No Automáticas y la creación de un nuevo registro de importadores para monitorear sus previsiones de compras al exterior de acá al 2022.

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