El balance argentino de la Copa América: entre el dolor por la derrota y lo que afianzó Gerardo Martino

El balance argentino de la Copa América: entre el dolor por la derrota y lo que afianzó Gerardo Martino

Pese a que la herida por la caída todavía está presente, qué cosas destaca el entrenador luego de esta competencia

SANTIAGO, Chile (De un enviado especial).- El dolor por la derrota todavía está latente y la herida de la Argentina no parece cicatrizar. La selección dejó pasar una nueva final, al igual que sucedió en Brasil el año pasado, la quinta perdida en los últimos 11 años. Esa pesada herencia de no ganar un título desde hace 22 años todavía se hace más profunda. Ayer, se perdió ante Chile no sólo desde los penales, sino en un mal partido en el que el equipo se apartó, por mérito del rival y errores propios, del libreto que marcó su andar a lo largo de esta Copa América.

Gerardo Martino pregonó, a lo largo de los meses que lleva al frente de la selección, un estilo de juego ofensivo, de pensar siempre en el arco rival y tratar de mantener el control de la pelota. Pero Chile lo neutralizó, le quitó protagonismo y obligó al equipo a abandonar esas formas. Jorge Sampaoli ganó ese duelo, ya que la Roja mantuvo al pie de la letra su forma de jugar, pese a que la victoria terminó siendo campeón desde los penales.

Pero de a ratos, en esta Copa América, el Tata encontró motivos para confiar en el futuro. "Insistiremos con la misma idea", evaluó, en caliente, minutos después de haber caído en su segunda final consecutiva de Copa América. "El futuro me lo imagino exactamente igual que hoy (por ayer) en cuanto a la búsqueda", remarcó. Se mantiene firme en sus convicciones y reconoce que cuando el equipo no pudo mostrar ese estilo que pregona, fue por mérito del rival. "Son dos equipos los que juegan", explicó el entrenador, para tratar de justificar esta dolorosa derrota. Contó con buenos pasajes, como aquel primer tiempo ante Paraguay o las victorias con Colombia y la albirroja, en la semifinal. Pero también defraudó en su partido contra Jamaica y en la final de ayer.

Igualmente, no todo es negro en el futuro de la Argentina. Si bien dijo que seguiría con los mismos jugadores, la selección podría sufrir algunas modificaciones. Primero, porque uno del plantel pudo haberse despedido de la albiceleste. Se trata de Martín Demichelis, quien había anunciado que este sería su último campeonato, aunque en el medio del mismo sostuvo que revería esa decisión. Será cuestión de días para saber qué ocurrirá con él. Pero más allá del defensor, el Tata apuesta por un recambio que se irá dando paulatinamente. Paulo Dybala, Mauro Icardi, el propio Matías Kranevitter o el arquero Gerónimo Rulli son algunos de los nombres que el entrenador está evaluando para realizar una paulatina renovación en el futuro, pensando en Rusia 2018.

A lo largo de los partidos de su ciclo, pero sobre todo en la Copa América, el DT encontró una dupla central que puede ser importante en el futuro. Nicolás Otamendi jugó un buen campeonato. Lo mismo sucedió con Ezequiel Garay , ausente de los dos últimos encuentros, quien ya venía siendo una pieza importante desde el ciclo de Alejandro Sabella. Incluso, el propio Demichelis cumplió satisfactoriamente cuando le tocó entrar. Los laterales quedaron en deuda, especialmente Marcos Rojo, aunque en el horizonte no asoman reemplazantes.

Pese a la bronca por la derrota, Javier Mascherano volvió a dar una muestra de entrega con la selección . Fueron buenos algunos pasajes junto a Lucas Biglia . El que se mostró de a ratos fue Javier Pastore , el elegido por Martino para ser el socio de Messi, quien no termina de encajar en esa posición.

Más allá de la mala final que jugó, Lionel Messi cumplió un rol aceptable en la Copa. Marcó sólo un gol, pero fue una pieza clave a la hora de jugar, generar peligro en el arco rival y, claro, con sus asistencias. Lo mejor suyo fue ante Paraguay, en la semifinal, donde participó de cinco de los seis goles. El Kun Agüero, con goles y entrega, también fue un hombre destacado en el campeonato, aunque estuvo más pendiente en luchar contra los defensores rivales que en desequilibrar.

Párrafo aparte merece Sergio Romero. Un arquero que sigue demostrando que, pese a jugar poco en su equipo, cuando viste la camiseta de la selección confirma que está hecho para el puesto.

Una de las grandes falencias estuvo en el recambio. El banco de suplentes lo movió poco, si bien el único jugador de campo que no ingresó en la Copa fue Milton Casco.

Gonzalo Higuaín, Ever Banega y Carlos Tevez fueron los suplentes que más jugaron. El Pipa hizo dos goles, pero quedará marcado por el penal que tiró desviado ayer. Banega fue una pieza clave en algunos partidos, para aportar equilibrio en mitad de cancha, pero ayer también falló desde los 12 pasos. Carlitos regresó a la Copa América luego del ciclo de Sabella, pero no mostró mucho. Menos tiempo tuvieron Roberto Pereyra, Ezequiel Lavezzi o Facundo Roncaglia, que jugó el primer partido ante Paraguay. Apenas unos minutos ingresaron Erik Lamela, quien parecía ser la variante de Di María, y Fernando Gago.

Para la Argentina, el dolor por la derrota todavía está presente y la caída en Chile no será una más, pese a ser la quinta final perdida desde la Copa América 2004. La herida está abierta y no piensa cicatrizar.

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