Bajó el gas y el Gobierno ahorra en subsidios, pero no se refleja en las facturas

Bajó el gas y el Gobierno ahorra en subsidios, pero no se refleja en las facturas

Pasaron doce años de energía subsidiada y la caída de los precios de las commoditiesgeneraron una situación paradójica en el mercado doméstico: al igual que ocurre con las naftas, la Argentina importa hoy gas a un precio mucho más bajo que en los últimos años, pero la caída en el valor regional de ese insumo no se notará en las facturas de los usuarios en los próximos meses. 

En cambio, se beneficiará el Estado, que con el kirchnerismo puso miles de millones de dólares para comprar gas al exterior y mantener las tarifas bajas sobre la base de subsidios.

 

 

 

En el primer semestre de este año, el país importó gas por US$ 1821 millones, según números oficiales que difundió la semana pasada la Secretaría de Energía, a cargo de Mariana Matranga, cuyas estadísticas tienen mayor credibilidad que las de otros organismos oficiales. Es un 40% menos que los US$ 3054 millones que la Argentina compró en el mismo período del año pasado. Por lo que el Estado se ahorró US$ 1233 millones, en parte porque el invierno fue más cálido y, otro tanto, por el estancamiento de la economía, que llevó a reducir el consumo de gas. Pero fue, ante todo, por la caída en los precios internacionales del crudo, que impactan sobre sus derivados y productos relacionados como el gas.

Por los atrasos en el reacomodamiento de tarifas, la Argentina tiene hoy los precios del gas residencial más baratos de la región. Según la consultora Montamat & Asociados, siguen mostrando fuertes disparidades con otros países. Por caso, una tarifa residencial de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, medida en pesos, es 6,8 veces más cara en Chile y 12 veces superior en Brasil. Y las industriales son tres veces superiores en Chile y en Brasil. Por lo que pese al aumento en las tarifas que el Gobierno dispuso el año pasado para los usuarios que no ahorren por lo menos un 5% de su consumo, el gas sigue siendo económico para el consumidor final en comparación con sus vecinos de la región.

Desde 2008 los usuarios pagan por el gas importado. Ese año, el Gobierno creó el "Fondo Fiduciario para atender las importaciones de gas y toda aquella necesaria para complementar la inyección de gas que sean requeridas para satisfacer las necesidades nacionales de dicho hidrocarburo, con el fin de garantizar el abastecimiento interno y la continuidad del crecimiento del país y sus industrias".

La iniciativa fue más conocida como "el decreto 2067", que estableció un cargo específico en cada factura. Desde 2012, el número se calcula luego de realizar la sumatoria de los consumos de las últimas seis facturas bimestrales y dividirlo por seis, por lo que se abona por el gas importado el mismo número todos los bimestres. Cada categoría de consumo paga un precio distinto por el gas importado. Esa cifra está congelada desde hace siete años.

De la mano del cobro del gas importado aparecieron recursos de amparo en todo el país. Aunque el Gobierno ordenó seguir facturándolo, cada consumidor puede solicitar en la oficina de cada distribuidora una refacturación descontando el ítem gas importa. Esa alternativa les abrió la puerta a que miles de consumidores se dirigieran todos los meses a las empresas prestadoras del servicio para exigir una rebaja.

FALLO DE LA CORTE

A fines del año pasado, falló la Corte Suprema y declaró que es totalmente constitucional el cargo y, de esa manera, sentó precedente. El Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, aún no tomó posición pública y definida con respecto a la decisión del máximo tribunal. En las empresas entienden que, en algún momento, podría exigírseles a quienes no pagaron el valor del gas importado que lo abonen.

El caso del gas muestra similitudes con el petróleo y los combustibles, cuyo precio baja en el mundo, pero aumenta en la Argentina. En 2008, cuando asumió la presidenta Cristina Kirchner, el país tenía los combustibles más bajos de la región porque el ex presidente Néstor Kirchner y el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno mantuvieron con escaso movimiento las variaciones en los surtidores a fuerza de amenazas y presiones. Todo cambió tras la estatización de YPF.

Un empresario del sector que pidió reserva de su nombre aclaró que, en el caso del gas, los precios están aún por debajo de todas las referencias regionales, algo que no ocurre con las naftas y con el gasoil.

Desde el punto de vista del Banco Central, no sólo el gas, sino las importaciones de energía en su conjunto redujeron la presión sobre la situación cambiaria. En total, el año pasado se fueron en compras de energía en el primer semestre US$ 5881 millones. Este año, ese número bajó hasta los US$ 2865 millones, es decir, un 51% menos.

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