San Juan se encuentra en el 15º puesto entre los distritos con menos cantidad de analfabetos con un 2,4%, (sobre un total de 24 distritos relevados). A nivel nacional, Argentina bajó el índice de analfabetismo al 1,9 por ciento en todo su territorio, es decir que el nivel de a­nalfabetos en San Juan es mayor al promedio general del país.

Los datos del INDEC señalan, además, que Mendoza tiene 2,18 por ciento de analfabetos, es decir que tiene más cantidad que San Juan (2,04), San Luis (1,73) y La Rioja (1,82). La provincia de Buenos Aires pasó de tener 1,6 por ciento en 2001 a 1,4 en 2013; y la ciudad de Buenos Aires se mantuvo en 0,5.

Alrededor de 11.000 personas no saben ni leer ni escribir en la provincia. Esto significa un deceso de casi un punto porcentual en los últimos 14 años, ya que en el 2001 el número de analfabetos mayores de 10 años era de un 3%.

“La disminución del analfabetismo está vinculada con la implementación, desde 2004, del Programa Na­cional de Alfabetización y Edu­cación Básica Para Jóvenes y A­du­l­tos Encuentro”, indicaron desde el Ministerio de Educación.

Además, RENATEA lleva adelante un programa de alfabetización para trabajadores y empleadores agrarios que consiste en poner a disposición de los trabajadores agrarios con analfabetismo total o funcional las herramientas para acceder a la lectoescritura. Los encuentros se lle­van adelante en las casas particulares de los trabajadores, o bien en lugares comunes de encuentro, a través de sesenta y cinco teleclases de 30 minutos. El programa es cubano y se implementa en la provincia, se denomina “Yo sí puedo”.

A través de estas políticas, las personas logran adquirir herramientas que les permiten mejorar tanto su autoestima como sus capacidades creadoras, incorporándose a nuevos empleos y desarrollando proyectos comunitarios.

CONCIENTIZACIÓN

Día mundial

El día internacional de la Alfa­be­tización se constituye como una ce­lebración anual que representa, pa­ra los gobiernos, instituciones educativas y la sociedad en su conjunto, una oportunidad de hacer un ba­lance en cuanto a la lucha con­tra el analfabetismo. De esta ma­nera es po­sible sensibilizar y mo­vilizar a la opinión pública in­ternacional provocando el interés y la participación activa en actividades tendientes a la alfabetización de la ciudadanía.