Como en toda foto familiar, lo más ruidoso suelen ser los ausentes. Y en el show queMaría Eugenia Vidal montó ayer en el Congreso para intentar que se elimine el Fondo del Conurbano que no hayan estado Sergio Massa, el principal aliado extra Cambiemos de la gobernadora; ni su vecina de Morón,Margarita Stolbizer; ni Diego Bossio; ni las figuras más notorias del cristinismo, no es una cuestión irrelevante.
Vidal, que se mueve flanqueada por su ministro político Federico Salvai, y su economista premium Hernán Lacunza, se tuvo que conformar con delegados del massismo y esperar, incluso, que se resuelva el entrevero dentro del FpV donde los grupos más K querían pegar el faltazo. Finalmente, se acordó que asista un grupo entre los que estuvieron Carlos Kunkel, Carlos Castagnetto y Cristina Álvarez Rodríguez, exministra de Daniel Scioli.
Entre aquellas bajas y estos chispazos, el paso de Vidal por el Congreso sirvió como registro de una voluntad: la de la gobernadora de levantar la bandera del reclamo de más fondos para la provincia poniéndose al frente de todos los espacios políticos. Aunque faltaron figuras taquilleras, reunió a los grupos más potentes. Graciela Camaño aportó el furcio y la picardía.
-En nombre del bloque UNA-Cambiemos... -dijo y la interrumpieron las risas y los aplausos. "Bueno: quiero decir que nosotros vamos a apoyar y no se sabe, por ahí al final Cambiemos se abstiene y lo tenemos que votar nosotros", gambeteó su error y aprovechó para pasarle factura al macrismo por la maniobra con la ley andidespidos.
Fue Felipe Solá, el único exgobernador presente, el otro diputado del FR que respaldó la iniciativa y aportó números a los que, antes, había planteado Vidal cuando explicó su iniciativa y pidió que sea una política de Estado de la provincia. En La Plata deslizan que existió un guiño de Mauricio Macri para resolver el tema de la inequidad en el reparto de fondos entre las provincias.
En el peronismo, tanto el FpV como el massismo comparten en ver que Vidal los primereó en la cuestión de agarrar esa bandera. "Va a ser para la provincia, lo que fue el traspaso de la Policía Federal a la Capital", pronosticó un intendente del PJ con buen diálogo con el PRO.
Ayer fueron varios los alcaldes que fueron al Congreso para validar el reclamo de Vidal que prometió repetir la presentación en el Senado. El peronismo del conurbano dio un gesto contundente: Martín Insaurralde (Lomas),
Verónica Magario (Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariano Cascallares (Brown), Alejandro Granados (Ezeiza) y Juan
Zabaleta (Hurlingham) coincidieron con el scrum PRO formado por Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús) y
Diego Valenzuela (3 de Febrero). Massa envió a Julio Zamora, alcalde de Tigre.
Además de la sintonía entre Vidal y Emilio Monzó, presidente de la Cámara que coordinó la visita, la gobernadora también alineó a los socios de la UCR, representados por Ricardo Alfonsín y Miguel Bazze. Horas antes en La Plata, la ciudad ardió de protestas por la aprobación en la Legislatura de una "emergencia administrativa" que otorga facultades especiales al Gobierno para resolver, entre otras cosas, cuestiones de personas y contrataciones.
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