Los importadores recibieron la primera señal post-electoral: tendrán un fin de año con muy pocos dólares. La cámara que agrupa a las empresas del sector advirtió ayer que el Banco Central redujo en un 50% el cupo diario que tienen las compañías importadoras para la compra de moneda extranjera sin autorización previa. Del monto de u$s150.000 por día que regía hasta el lunes se pasó a un límite de u$s75.000.

"El Banco Central de la República Argentina instruyó a la banca privada, a través de medios oficiosos (es decir sin comunicación formal del BCRA que respalde la medida) proceder a la reducción de un 50% del monto diario de aprobación automática de transferencias solicitadas para el pago de importaciones", dice el comunicado de la Cámara de Importadores (CIRA).

La aclaración que realiza la entidad sobre la forma de comunicación se debe a que no hay ninguna circular que avale dicha medida, una práctica muy utilizada por algunos funcionarios desde la época de mayor poder del exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno. Tampoco se sabe si esta nueva limitación es temporaria o permanente. En este caso, según pudo averiguar este diario, la orden del Central a los bancos privados se realizó por whatsapp.

Más allá de la forma en que se comunicó la nueva restricción, lo cierto es que los importadores que ayer intentaron realizar una operación cercana a los u$s150.000 recibieron la novedad por parte de su banco. Esto, además de generar una mayor complicación en las operaciones de importación, puede provocar desabastecimiento de productos e insumos (ver aparte).

"Es evidente que el faltante de divisas se está agravando y no creo que este cambie mucho hasta el nuevo Gobierno. El problema es que algunas empresas no van a tener insumos para producir o van a faltar productos", explicó Diego Pérez Santisteban, presidente de la CIRA. Esto se debe a que el importador, si no consigue los dólares para pagar a su proveedor en el exterior, debe buscar algún tipo de financiación o estirar los plazos de pago pero en muchos casos ya no puede seguir negociando y pueden comenzar a sufrir la suspensión de los envíos. 

Por debajo del monto diario autorizado, los importadores pueden comprar dólares en un banco sin inconveniente pero si es por una cifra superior debe pedir autorización al Central y, en ese caso, según los empresarios, se encuentran con distintas trabas o la operación es directamente rechazada.

"Es una lotería", explicó el dueño de una pyme que importa. "Nadie sabe si te van a autorizar la compra o no. Lo insólito es que un organismo del Estado te autoriza previamente la importación y otro te niega los dólares para pagarla", agregó.

Según fuentes del Central que conduce Alejandro Vanoli, la decisión busca mejorar la coordinación que hay entre los bancos comerciales y la entidad sobre las operaciones de venta de divisas a importadores. "Muchos bancos y empresas optaban por partir operaciones en montos menores a 150.000 dólares y evitar así el compromiso de informar. El único objetivo es hacer más prolija la administración del abastecimiento de divisas que se proveerá para que esas operaciones se concreten. De ningún modo es una limitación o una restricción para evitar esas operaciones o un retaceo de las divisas a importadores", explicaron desde el BCRA.

Este sistema de restricción va siendo cada vez mayor. Se inició en 2011 con un cupo diario de u$s 500.000, pasó a uno de u$s 300.000, luego a otro de u$s 150.000 y ahora a u$s 75.000. 

Con un tope de u$s 150.000 diarios (u$s 36 millones al año), la restricción afectaba a unas 180 empresas. Al bajar a u$s 75.000 (u$s 18 millones al año), la cantidad de compañías alcanzadas es de alrededor de 300. Sólo unas 500 empresas importan más de u$s 50 millones al año.