Uno de los debates que abrió el 2017 tiene que ver con las intenciones que empezaron a sobrevolar sobre la dirigencia política respecto a bajar la edad de imputabilidad, polémica que se reedita en cada año electoral.

En ese contexto, uno de los dirigentes bonaerenses que salió al cruce de la iniciativa fue Julián Domínguez que sostuvo que “pretender bajar la edad de imputabilidad a 14 años es pensar que el fuego se apaga con nafta”.

El ex presidente de la cámara de Diputados de la Nación, afirmó que “este gobierno no tiene corazón” y remarcó que “es necesario consensuar una ley de responsabilidad penal juvenil de sólidos fundamentos democráticos de respeto a los derechos de los niños y adolescentes establecidos en los tratados internacionales de los cuales Argentina es tributaria y de los cuales ninguno recomienda reducir la edad mínima penal, por el contrario, se establece la necesidad de llevarla a los niveles más altos”.

“El anunciado propósito de bajar la edad mínima penal juvenil se concatena con alarmantes datos de agravamiento en el último periodo respecto del deterioro de vida de amplios sectores adolescentes sumergidos en la pobreza, la exclusión social y sometida a diversos tipos de violencia particularmente la que proviene de las diversas mafias y de las Instituciones Estatales”, subrayó el dirigente bonaerense.

Por último, añadió: “No nos  oponernos a una nueva ley de responsabilidad penal juvenil, pero  deberá ser una decisión  política que convoque al conjunto de las fuerzas nacionales, populares y democráticas a impedir que dicha reforma contemple la baja de edad de imputabilidad”.