Se baja de la carrera uno de los rivales más serios de Lula

Luciano Huck, conductor de TV, no será candidato

RÍO DE JANEIRO. La carrera presidencial brasileña de 2018 se quedó ayer sin uno de los nombres que más expectativas habían generado en los últimos tiempos. El presentador televisivo Luciano Huck, de la poderosa cadena Globo, anunció que no lanzará su candidatura y dejó así truncadas las aspiraciones de muchos brasileños que buscaban impulsar al Palacio del Planalto a una figura ajena a los partidos políticos tradicionales.

"Cuenten conmigo, pero no para ser candidato a presidente", escribió Huck, de 46 años, en una columna en el diario Folha de São Paulo, en la que aseguró que continuará "trabajando por el país", pero no como político, pese a haber sido cortejado por partidos pequeños y referentes del mercado, mientras era apoyado por el movimiento cívico Agora! y por políticos de renombre.

Conductor del popular programa de entretenimientos sabatino Caldeirão do Huck y casado con la también famosa presentadora Angélica, Huck una suerte de Marcelo Tinelli brasileño explicó que resistió a los "llamados casi irresistibles" gracias al consejo de su familia y sus amigos. La decisión se volvió aún más difícil luego de que, la semana pasada, el periódico O Estado de São Paulo publicó una encuesta que lo ubicó con un 60% de imagen positiva, el único capaz de poder vencer hoy en las urnas al gran favorito: el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

De acuerdo con el último sondeo de Ibope, a pesar de sus serios problemas judiciales, Lula mantiene un 35% de intención de voto para los comicios de octubre próximo. La candidatura del máximo líder del Partido de los Trabajadores, sin embargo, podría quedar inhabilitada si un tribunal de segunda instancia ratificara la sentencia a nueve años y medio de prisión en una causa por corrupción ligada a la operación Lava Jato.

Quien le sigue en intención de voto hasta el momento, con un 13%, es el diputado derechista Jair Bolsonaro, un ultraconservador ex militar asociado al Partido Social Cristiano que ha hecho polémicas declaraciones en defensa de la última dictadura y en contra de las mujeres, los homosexuales y los indios. Tras las crecientes críticas que recibió por sus confusas propuestas económicas, ayer Bolsonaro le dio un guiño al mercado al anunciar que si resultara presidente elegiría ministro de Economía al respetado economista liberal Paulo Guedes.

Muchos analistas veían la eventual candidatura "independiente" de Huck como una posibilidad de quebrar con las alternativas de izquierda y derecha que representan Lula y Bolsonaro, respectivamente. Sobre todo por la desgastante lucha interna que se vive en el centrista Partido de la Social Democracia Brasileña, en el que tanto el gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, como el alcalde de la ciudad de San Pablo, João Doria, tienen aspiraciones presidenciales.

Ahora todas las miradas están puestas en la ecologista Marina Silva, de la Red Sustentabilidad, quien podría también presentar su tercera candidatura presidencial luego de los intentos frustrados en 2010 y 2014. Silva indicó ayer que revelará sus intenciones de aquí al carnaval, en febrero.

Comentá la nota