Una de ellas es nada menos que el insistente pedido a empresas exportadoras para suscribir Baade, los bonos creados en el marco del blanqueo de capitales que el Gobierno lanzó en julio con el objetivo de traer dólares a la economía, frente al constante proceso de deterioro de las reservas del Banco Central.

Los Baade , que fueron presentados por el Gobierno como la salvación ante las dificultades cambiarias, se convirtieron en la iniciativa más publicitada en el año. A tal punto que fue presentada en conjunto por las cinco estrellas del equipo económico, por aquel entonces el viceministro de Economía, Axel Kicillof; la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; el de la AFIP, Ricardo Echegaray; el de Economía, Hernán Lorenzino, y el propio Moreno. Pero quedaron formalmente en el freezer en la última semana.

Una llamada telefónica sorprendió a diversos empresarios mineros que tenían previsto reunirse con Moreno en los últimos días. Del otro lado de la línea estaba una de las asistentes del secretario, que se comunicaba en su nombre para suspender el encuentro donde estaba previsto continuar con las discusiones para definir eventuales suscripciones de bonos. "Nos llamaron y nos dijeron que esas discusiones quedaban suspendidas hasta que llegara la nueva gestión", explicaron en una de las compañías que tuvo que modificar su agenda.

En los últimos dos meses desfilaron por el despacho de Moreno representantes de empresas petroleras, mineras, cerealeras y automotrices; es decir, de los principales complejos exportadores, para discutir eventuales suscripciones. Las últimas ocurrieron a fines de octubre. Por aquellos días, nada hacía pensar a los interlocutores de Moreno que el epílogo de su gestión estaba cerca.

Durante los encuentros, el funcionario les entregaba a los representantes de las empresas una planilla con datos por completar en caso de aceptar el pedido oficial. El texto estaba dirigido al subsecretario de Financiamiento, al que le comunicaba la voluntad de "suscribir a precio técnico y de manera directa" Baade. La nota tenía campos para completar la fecha de suscripción de los bonos, el monto en divisa estadounidense, la entidad financiera a través de la cuál se realizaría la suscripción, la cuenta dónde se deberían depositar los Baade y la cuenta desde donde se debitarían los fondos, entre otras cosas.

Aunque el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dio indicios de que Comercio Interior no cambiaría sistemáticamente de rumbo bajo la conducción de Augusto Costa, que desde el martes ocupará el sillón más importante de la Secretaría, los empresarios que hablaron del tema con Moreno no esperan que su sucesor les repita el pedido.

La misma impresión tienen en la City. A mitad de semana, un banquero de primera línea reconoció que "el Baade está muerto". En la misma línea se expresaron desde el Banco Central.

Entre los hombres de negocios, los únicos que se comprometieron a comprar Baade en cantidad fueron los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni. Ofrecieron traer US$ 500 millones, aunque para eso pidieron modificar algunas cuestiones regulatorias. Hasta ahora, el compromiso no se concretó..