Un fax datado en el hospital de Niños platense recibido ayer a la madrugada en la Comisaría daba cuenta de la muerte del niño Dylan Altamiranda que estaba internado en el área de terapia intensiva desde las primeras horas de la tarde del domingo pasado.

Fue el saldo trágico de un siniestro de tránsito ocurrido el sábado 7 en las últimas horas de la tarde en la esquina de Tres de Caballería y Pasteur.

Según los datos que constan en la causa, un camión Mercedes Benz conducido por el vecino Hugo Roldán circulaba en sentido norte/sur por Tres de Caballería. Habría testigos que aseguran que el conductor, al acercarse a la esquina de calle Pasteur, activó correctamente la luz de giro. En el mismo sentido avanzaba una moto Guerrero que manejaba un adolescente de 17 años; con él viajaban Lucía Altamiranda (atrás) y el chiquito Dylan, hijo de la mujer que -señalan algunas versiones- habría ido sentado sobre el tanque de nafta.

Por alguna razón, el motociclista no logró frenar o esquivar el camión cuando fue a doblar y se incrustó contra el lateral izquierdo del camión.

El conductor sufrió traumatismos varios, la mujer heridas en una pierna sin compomiso vascular. Dylan quedó aplastado entre la estructura del camión y el cuerpo del conductor. Los tres fueron trasladados a la Guardia del hospital. De inmediato se supo que el niño había sufirido lesiones muy graves: a los golpes en la cabeza (ninguno habría llevado casco) se sumaron contusiones pulmonares y con el paso de las horas se complicó severeramente la coagulación de la sangre. A la madrugada gestionaron un avión sanitario para llevarlo a La Plata en un afán desesperado por salvarle la vida. Fue en vano. Dylan tenía cinco años según consta en la información que llegó de La Plata.