La menor de 15 años sobrevive con respirador y en estado crítico en un Sanatorio de Ciudadela. Su novio y su familia aguardaron para poder ingresar a la sala de terapia intensiva donde permanece sedada con severas lesiones externas e internas. Su estado crítico se produjo a razí de la ingesta de un anticonvulsivo que le suministraron para recuperarse de una operación por un hematoma interno en el cráneo. Profesionales sampedrinos indicaron que "muchos medicamentos pueden producir esta reacción".
La alta tasa de mortalidad del Síndrome de Steven Jhonson mantiene en vilo a familiares y amigos de la joven Virgina Ayelén Navarro que permanece internada y con respiración asistida en un sanatorio de Ciudadela al que fue derivada de urgencia cuando se detectaros lesiones importantes en su piel y en toda la mucosa que recubre órganos internos incluido el cerebro. Esta tarde su novio Leandro Villarruel, indicó a La Opinión que todo está muy complicado.
Los profesionales sostienen que la situación es "desesperante" y que "depende de un milagro". Del mismo modo y consultados por la familia sobre una vacuna de gammaglobulina con el que otro menor sampedrina pudo recuperarse, dijeron que en su estado actual sólo empeoraría el panorama.
Hay cadenas de oración permanentes porque tal como describieron varios profesionales su supervivenica dependía hasta ayer de que su organismo reaccione, se defienda y restablezca su normal funcionamiento, especialmente las vías respiratorias. "Puede haber otras lesiones", indicó ayer en Sin Galera una pediatra que en toda su carrera profesional solo vio un caso de un menor que hoy tiene 14 años y pudo recuperarse.
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