Axel Kicillof convoca a extraordinarias y reúne a los intendentes de Cambiemos el jueves

Axel Kicillof convoca a extraordinarias y reúne a los intendentes de Cambiemos el jueves

La sesión para volver a discutir la ley impositiva se concretaría el 7 de enero; el gobernador insistirá en pedirle a Vidal "que cumpla su palabra", pero en la oposición exigen moderar los aumentos

 

Axel Kicillof enviará este lunes a la Legislatura bonaerense un nuevo pedido de sesiones extraordinarias para tratar la ley impositiva 2020, frustrada la semana pasada por el rechazo de Juntos por el Cambio. Según fuentes oficiales, la intención del gobernador es impulsar un nuevo debate el jueves o viernes de esta semana, pero por cuestiones reglamentarias -la convocatoria requiere un anticipo de tres días en Diputados y de tres días hábiles en el Senado- la sesión se concretaría recién la semana que viene. "El 6, 7 u 8", dicen en el Frente de Todos, sin ánimo de ironías. Todos apuestan al 7 de enero.

Lo interesante, de todos modos, es lo que pasará antes de que la sesión se concrete. Tras bastidores. Porque en el oficialismo insisten en que la exgobernadora María Eugenia Vidal había acordado con Kicillof que Juntos por el Cambio iba a apoyar los primeros proyectos legislativos de su sucesor. Como sucedió con el paquete de leyes de emergencia.

A cambio, Kicillof le entregaría a Vidal, llave en mano, una serie de cargos en organismos de control y empresas del Estado (en los pasillos se habla de una veintena de puestos) para que la exmandataria distribuyera entre sus aliados. También, y en el caso de la ley impositiva, que habría un punteo entre el ministro de Hacienda de Kicillof, Pablo López, y su antecesor, Damián Bonari, para sugerir cambios.

Esas reuniones se concretaron y los cambios fueron sugeridos, pero, en el medio, la sesión se desplomó. La oposición denunció públicamente un "impuestazo". Ayer, en una entrevista con Página12, Kicillof denunció un "show mediático" y volvió a destacar que la ley impositiva tiene un carácter progresivo: que así como las propiedades de mayor valuación tendrán un 75% de suba del impuesto inmobiliario, las menos valuadas aumentarán 15% y 35%, por debajo de la inflación.

Pero antes, el mismo viernes, Kicillof advirtió a la prensa que Vidal "se fue de viaje" a Europa y que su mano derecha, el exjefe de Gabinete Federico Salvai, "tampoco está en la provincia".

¿Por qué lo hizo? Lo que molestó a Kicillof, cuentan en el oficialismo, no fue tanto la ausencia de Vidal o Salvai, sino el "incumplimiento" del acuerdo y, en paralelo, la aparición de un nuevo jugador en la mesa de negociaciones: el intendente de Vicente López, Jorge Macri. "Se arrogó ese papel ante los medios, el viernes", señalan desde La Plata. "Si ahora el jefe de la oposición es otra persona, si no responden más a Vidal, esperamos que nos lo hagan saber, porque nosotros teníamos un acuerdo con ella", insisten.

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Desde Juntos por el Cambio desechan esa lectura: señalan que su mesa política estuvo en contacto continuo con Vidal y que Jorge Macri fue el vocero de un rechazo consensuado: por teléfono ante Kicillof -también recibió llamadas de la Casa Rosada- y ante los medios. "Solo había un compromiso de darle tratamiento a la ley, no de aprobarla. Es mentira que el aumento del Inmobiliario afecta 'solo a los ricos': de los 4,6 millones de contribuyentes del inmobiliario urbano dos millones quedan bajo el 75% porque sus propiedades están valuadas en más de $680.000", señalaron, entre otras críticas.

 

"Con o sin despacho"

 

Aunque este lunes hay asueto administrativo, los legisladores del Frente de Todos se reunirán en la inmediaciones de la Legislatura para definir los pasos a seguir. El "plan A" de Kicillof, afirman, será insistir en el proyecto -aceptando algunas modificaciones- y volver a reclamar que Vidal "cumpla su palabra".

El "plan C" implicaría barajar y dar de nuevo: buscar "por abajo", legislador por legislador, intendente por intendente, los votos que Juntos por el Cambio rechaza dar en bloque. "No tenemos problemas en dar de baja el acuerdo con Vidal, pero es más sano tener un interlocutor. De lo contrario, no es diálogo y parece una extorsión", señalan en el oficialismo.

Hay un "plan B", que es parte de las dos estrategias anteriores: el oficialismo buscaría sesionar el lunes o martes de la semana que viene, en simultáneo en ambas cámaras, pero ya no para intentar aprobar la ley impositiva, que como fue tratada por las comisiones, requiere dos tercios de los votos. Lo que pediría el oficialismo es que el proyecto sea tratado "con o sin despacho" en la próxima sesión.

Esa fórmula permite que la ley ya no requiera los votos de los dos tercios de los legisladores presentes cuando sea tratada de nuevo. Se descarta que esa próxima sesión sería convocada de inmediato.

Desde Juntos por el Cambio advierten que si el oficialismo no acepta cambios en la ley -de mínima, plantean que el aumento máximo del Inmobiliario sea equivalente a la inflación- no darán quorum a la sesión. Eso trabaría el tratamiento en el Senado, donde Juntos por el Cambio tiene mayoría propia, con 26 de los 46 senadores. Salvo que el bloque se rompa: el "plan C".

 

Cara a cara con intendentes

 

Kicillof, sin embargo, podrá testear en persona si esa unidad que declama la oposición es tal: convocó para este jueves a todos los intendentes de Juntos por el Cambio. Es una foto "en espejo" a la que se tomó el jueves pasado junto a los intendentes del Frente de Todos. Pero seguramente será más que eso.

Sucede que los intendentes bonaerenses, de todos los colores, necesitan que se apruebe una ley impositiva provincial. No solo porque algunos ingresos locales dependen de esa norma (como el cobro de las patentes de los vehículos más antiguos), sino porque la coparticipación municipal depende de los ingresos que tenga Kicillof.

 

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