Con el corrimiento de alambrados y tranqueras, el trabajo desmonte y las tareas iniciales de remoción del territorio, el trayecto Chacabuco-Junín de la autopista de la Ruta 7 ya empezó a ejecutarse con fuerza en sus primeros seis kilómetros de recorrido, desde el 219 al 225.

La UTE (Unión Transitoria de Empresas) entre Supercemento, Chediak y Dycasa se encuentra desarrollando tareas en el terreno, por lo cual hay vecinos que en las últimas semanas han podido observar el tránsito de las máquinas viales por el lugar. 

“La recepción de la gente ha sido muy favorable, se evidencia la necesidad de esta obra tan importante”, le dijo Mario Mobilio, jefe de la unidad legal de expropiaciones de Vialidad Nacional, a Democracia.  

Por otro lado, Mobilio explicó que al mismo tiempo se les está notificando a todos los frentistas cuál es la situación de las tierras que han venido ocupando o cultivando hasta ahora, hábida cuenta de que este es un proyecto que data del año 1970 y que en su momento no se concretó. 

“Vialidad Nacional oportunamente había iniciado los procesos de expropiación y en muchos otros casos, dada la necesidad de los frentistas de acceder a la obra pública, la gente los donaba.   Por esta razón, de lunes a viernes nos encontramos en el obrador ubicado en el kilómetro 245 tratando de contactar a la gente para explicarles con todos los papeles en la mano que esos terrenos en su momento fueron comprados por Vialidad y les garantizamos que, en el caso de que nosotros verifiquemos que esos metros cuadrados no han sido adquiridos por el organismo o recibidos en donación, efectuaremos un procedimiento de pago”, afirmó. 

Al respecto, Mobilio aclaró que “establecer una reunión general sobre casos que son muy particulares nunca es conveniente, porque la realidad de cada vecino no es la misma, por eso los encuentros se dan en forma individual”.