Con el aval del Ejecutivo, los taxistas van por una suba del 32 por ciento

Con el aval del Ejecutivo, los taxistas van por una suba del 32 por ciento

Los tacheros pretenden un incremento del 20 por ciento en agosto y el resto en noviembre. De lo contrario, habría paro.

El aumento de la tarifa de taxi dio ayer un paso clave. La intendenta Mónica Fein respaldó el incremento reclamado por los titulares de licencias en base al estudio del Ente de la Movilidad (EMR), que arrojó un desfasaje del 32 por ciento. La jefa comunal aclaró que la decisión está en manos del Concejo, pero prometió instruir al bloque oficialista para que acelere su tratamiento. "La idea es subir la tarifa un 20 por ciento la semana próxima y un 10 adicional acumulativo antes que finalice el año", precisó Mario Cesca, de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti). "Si la semana próxima no hay novedades, seguramente habrá paro", advirtió el dirigente.

En el encuentro, la jefa del Ejecutivo aclaró a los tacheros que no enviará al Palacio Vasallo un mensaje oficial propiciando el incremento tarifario, como venían reclamando algunos bloques opositores para descargar costo político en la Intendencia.

"Fein nos dijo que el mensaje es en realidad el último estudio de costos que hizo el Ente de la Movilidad y que no se puede borrar con el codo lo que se escribió con la mano", contó Cesca.

El directorio del EMR tiene tres votos y dos responden al municipio (la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, y la subsecretaria de la Agencia de Movilidad, Mónica Alvarado). El otro corresponde a la oposición en el Concejo (el edil Osvaldo Miatello).

El último estudio de costos aprobado por el directorio del ente a fines de julio arrojó un desfasaje del 32 por ciento. De trasladarse ese atraso porcentual a la tarifa, la bajada de bandera diurna llegaría a 13.50 pesos y la ficha a 65 centavos.

Cesca aclaró que, según los estudios propios de los titulares de licencias, el aumento "tendría que ser del 53 por ciento". Y agregó: "Pero aceptamos la propuesta oficial, e inclusive que se aplique en dos etapas, para que no impacte tanto".

En ese sentido, la moción que llevarán la semana próxima los dueños de las chapas a los concejales apunta a subir la tarifa un 20 por ciento en lo que resta de agosto. Y un 10 por ciento acumulativo en noviembre.

"Lo que sí pedimos —continuó el dirigente de Atti— es que no se dilaten los tiempos porque ya estamos muy atrasados en los números. El último aumento fue aprobado hace ocho meses y la inflación se disparó este año".

Según Cesca, el miércoles próximo, cuando se reúna la comisión de Servicios Públicos del Concejo, "tendría que aprobarse" la suba para que se concrete antes de fin de mes. "De lo contrario, haremos una asamblea y probablemente haya medidas de fuerza", alertó.

El titular de Atti se fue del Palacio de los Leones con la percepción de que "la intendenta respaldó políticamente el reclamo al reconocer el atraso que hay en la tarifa producto de la inflación".

Al respecto, el subsecretario de Servicios Públicos, Diego Leone, indicó: "En eso no somos imparciales. Reconocemos el impacto de la inflación sobre la tarifa y sostenemos el estudio de costos del ente, que arrojó un desfasaje del 32 por ciento respecto de los valores actuales. Pero la última palabra la tienen los concejales".

"De todos modos —siguió el funcionario— la intendenta aclaró que no enviará un mensaje al Concejo promoviendo un aumento. El estudio de costos fue girado hace unos días y el último aumento ya estableció que, transcurridos seis meses de ese incremento y cuando haya un atraso del 15 por ciento, el cuerpo podía aprobar un ajuste".

Miatello reconoció a La Capital que "las condiciones objetivas para tratar la tarifa de taxis están dadas y no podemos dejar de analizar el tema la semana que viene".

Sin embargo, avisó: "Los tiempos y los montos los debe definir políticamente el Concejo, más allá de lo que reclamen los taxistas. En lo personal, creo que debe hacerse de manera desdoblada, pero no tengo aún resuelto en qué porcentaje debe ajustarse para que no sea contraproducente para usuarios y para los propios taxistas por una eventual caída de la actividad".

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