Un automovilista salvó de milagro su vida al estrellarse contra un camión cuando el conductor del pesado rodado frenó de golpe por no atropellar a un perro que se le cruzó en la ruta. El feroz accidente ocurrió ayer a la mañana al sudeste de Trelew, a pocos kilómetros del casco urbano de la ciudad y la víctima con lágrimas en los ojos agradeció a Dios que no le pasó nada: su vehículo quedó parcialmente destruido.
“Venía a unos 80, 90 (kilómetros por hora) y a una distancia prudencial pero el camión frenó por un perro y quedó parado en el medio de la ruta, yo frené pero el coche se bloqueó y se fue directo al camión, y a último momento me tiré hacia el asiento del acompañante con el cinturón puesto, porque si no lo hubiera hecho me arrancaba la cabeza”, explicó Aguilar, al contarle a este diario cómo había ocurrido el siniestro. “Prácticamente me metí debajo del camión; fíjese que el paragolpes (trasero) quedó tirado ahí (delante del auto)”, añadió.
-¿Sufrió alguna lesión? Le consultó Crónica. “No tengo nada, los vidrios que me lastimaron una mano solamente…”, aseguró. Y el susto ¿no? Se insistió. “Y sí porque intenté sacarlo hacia afuera (de la ruta) para no agarrarlo tan de lleno pero el auto se bloqueó y siguió derecho. Y, a último momento me tiré hacia el asiento del acompañante; esa fue mi salvación”, confesó.
Se le preguntó posteriormente si tenía familia e hijos, a lo que contestó: “Mi esposa. Pero ya la llamé y tranquilicé diciéndole que estoy bien”. Cuando vea el auto no lo va a poder creer, se le acotó. “Y seguro. Más de uno no lo va a poder creer”, afirmó.
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