Si bien el agua ya registra un descenso importante en gran parte del sudeste de Córdoba, todavía esperan para regresar a sus viviendas al menos 1.200 vecinos de diferentes localidades afectadas por la inundación. La población más complicada sigue siendo Idiazábal, en donde se pidió cautela a los habitantes para retornar con precaución y evitar así problemas sanitarios.

La ausencia de precipitaciones en los últimos días y el menor flujo  evacuado desde el dique Piedras Moras ayudaron a que el río Ctalamochita deje de subir en su nivel. Además el agua que llegaba desde la zona rural ya paso por los canales que se construyeron de manera urgente en las poblaciones más afectadas, evitando que provoquen mayores complicaciones.

“El panorama parece alentador, pero tenemos que seguir alerta ante un río que está cerca de los 9 metros”, señalaron desde Defensa Civil de Bell Ville.

En Idiazábal en tanto, quedan cerca de 800 evacuados en localidades vecinas. La mayoría todavía reside en General Ordóñez,  aunque hay algunos más en Justiniano Posse. 

Durante la mañana de hoy personal del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia llevará a cabo un relevamiento para conocer el estado de las viviendas anegadas.

Luego se gestionará un programa especial de ayuda a los damnificados.

Por otra parte, se confirmó que las clases comenzarán cuando las condiciones estén dadas y los niños no corran riesgos. La intención de las autoridades es no perder el año por lo que se plantearán alternativas ante los organismos correspondientes. Para solucionar el problema de las cloacas colapsadas se instalarán baños atmosféricos.

La conexión al sistema de energía eléctrica será paulatina y por etapas en Idiazábal. La mayor parte de la localidad no cuenta con servicio en estos momentos. Se prevé un recorrido vivienda por vivienda para determinar las condiciones del sistema y evitar accidentes graves.

En cuanto al agua potable, se recomendó no consumirla por el momento hasta que se realicen los exámenes correspondientes y se confirme que sigue siendo apta.

En Bell Ville también se observa una mejoría en la situación general por la baja de la altura del río qu ellegó ayer a la tarde a 9,30 metros. 

En la cabecera del departamento Unión todavía quedan 109 evacuados. Se especula que todos ellos regresarán a sus hogares el fin de semana luego de un relevamiento de cada vivienda.

Por Decreto 343 del Estado nacional se incorporó a Bell Ville como zona de emergencia y a raíz de ello se incrementó en un ciento por ciento las asignaciones que otorga Anses por el término de 90 días. 

En forma paralela, la empresa Epec y los bomberos voluntarios analizan y restituyen el servicio en los lugares que ya no tienen riesgo. Los servicios de agua potable y cloacas funcionan “plenamente”.

La localidad de San Marcos Sud pudo soportar exitosamente el embate de la masa líquida proveniente de los campos. No obstante, las bombas continúan funcionando para extraer y descomprimir los canales. En esta población quedan muy pocos evacuados.

En Cruz Alta el elevado nivel del río Ctalamochita y de la masa líquida en la zona rural obligó a evacuar a 180 personas que viven en campos aledaños o en barrios periféricos.

Aunque llegó a tener 100 evacuados, en Leones la situación se normalizó esta semana.