Si bien existe cierto optimismo de cara a los próximos meses, con una baja de casi 6,5 por ciento en el primer semestre de este año con relación al de 2015, es evidente que la construcción no atraviesa un buen momento.

Las altas tasas de interés que atraen inversores a los bancos, un aumento importante del valor del metro cuadrado, la pérdida de poder adquisitivo entre la población, la falta de créditos hipotecarios y una inadecuada respuesta por parte del municipio a la hora de considerar los proyectos son algunas de las causas que sirven para explicar el retroceso. 

Sin embargo, en Junín, desde las entrañas del sector no dejan de manifestar su confianza en que el panorama se revierta y esa mejoría sea consistente.

Con una visión opuesta a la que manifestó recientemente el secretario general de la Uocra a nivel local, Eduardo Diotti, quien había expresado que el presente de los albañiles y demás trabajadores de la actividad era “peor que la de 2001”, el presidente de la Asociación de Constructores juninense, Daniel Maroscia, afirmó que si bien hay retracción por falta de obras también se mira el futuro con optimismo.

“Creo que lo peor ya pasó y la gente está empezando a tener confianza. El plan Procrear le había dado un impulso importante a la actividad, pero al acabarse esa alternativa y cortarse los créditos el panorama cambió, se terminaron los inversores. El que tenía algo estaba mucho a la expectativa para ver qué pasaba, porque las ganas están pero hay que observar las condiciones que te brinda el mercado. Veo que hay optimismo y me parece que de a poquito la actividad va a ir creciendo”, expresó.

Maroscia indicó que “todo aquel que está tratando de hacer las cosas bien está con el pie en el freno, espera, y especula con que se presente un contexto financiero más favorable”. 

Según el dirigente, que además es comerciante de herramientas relacionadas con la edificación y refacción de inmuebles, “el momento más crítico para el sector fueron los primeros meses del año porque veníamos de una idea de gobierno y al cambiar la conducción y tomarla un partido tan opuesto al anterior, todo el mundo se sentó a esperar a ver qué pasaba”. 

“En la construcción está faltando trabajo, eso es real. De todas formas, creo que si aparece la obra pública y los emprendimientos privados empiezan a multiplicarse como creemos que puede pasar, la situación va a cambiar”, aseveró.         

Algunos índices dan cuenta de esa realidad. La Asociación de Fabricantes de Cemento, por caso, indica que el volumen consumido en los primeros seis meses del año es el más bajo desde 2010. La merma comenzó en 2012 con la caída de la inversión pública y el impacto negativo del cepo cambiario en la obra privada.

Comparando el primer semestre de este año con el de 2015, todos los insumos referenciales han disminuido su venta. El asfalto lidera ese ranking con una baja del 38,3%, seguido del hierro redondo (-17,4); el cemento (-14,2), los ladrillos huecos (-7,5) y los pisos (-6,2), entre otros.

Peor que en 2001 

Días pasados, Eduardo Diotti, titular de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina, Seccional Junín, había salido con fuertes declaraciones a dar su punto de vista acerca de la oferta de trabajo que se brinda en esta ciudad.

“Estamos peor que en 2001”, aseguró el dirigente en aquel momento, e incluso invitó a las autoridades municipales a que “se den una vuelta por la sede de Uocra” para comprobar el estado de ánimo de los trabajadores.

Los dichos de Diotti, no obstante, se asemejan bastante con los de pares suyos de otros puntos de la provincia de Buenos Aires. Por ejemplo, desde la delegación de la Uocra de Bahía Blanca manifestaron su preocupación por la falta a de obras.

Guillermo Molina, secretario de Finanzas del gremio, mencionó que “hasta ahora” el nuevo gobierno sólo ha hecho anuncios, pero que la obra pública todavía no ha dado “una sola muestra” de ser realidad.

En un censo realizado unos meses atrás, el gremio estimó que 2 mil de sus 10 mil afiliados del distrito se encuentran desocupados.

Créditos: difíciles de conseguir

Cuando asumió el gobierno, Mauricio Macri mencionó su voluntad de impulsar créditos hipotecarios, destinados a la clase media.

Uno de los primeros fue Nación tu casa, del banco Nación, donde están próximas a concretarse las primeras adjudicaciones para la adquisición de vivienda única.

Si bien se habló de una operatoria para ingresos familiares de 25 mil pesos, la página web del banco dispone un simulador que permite establecer ingresos y cuota inicial. Para comprar una vivienda tasada en 800 mil pesos se pueden solicitar hasta 560 mil pesos. Para eso se exige un ingreso familiar de 134.000 pesos y, para un plazo de pago de 20 años, una cuota de 32.300 pesos.