Audaz banda se llevó entre 30 y 50 mil pesos en un asalto en la sucursal de Tarjeta Naranja

Un planificado y audaz robo se produjo ayer, cerca de las 12.20, en la sucursal de Tarjeta Naranja ubicada en Rodríguez 567, entre San Martín y Pinto. Dos hombres jóvenes, con sus rostros descubiertos y armados, redujeron al personal de seguridad, amenazaron a una decena de empleados y varios clientes, y se llevaron entre 30 y 50 mil pesos de la línea de cajas.

El asalto se produjo cuando el microcentro de la ciudad atravesaba los instantes de más movimiento del día y en el local había una decena de empleados, además de algunos clientes que se habían acercado a cancelar sus facturas.

Minutos después del mediodía, dos hombres jóvenes, de aproximadamente 30 años y muy bien vestidos, ingresaron al local de la tarjeta de crédito. Muñidos de revólveres, los desconocidos redujeron a la persona que estaba a cargo de la seguridad y a los clientes.

Inmediatamente, uno de ellos se dirigió al sector de las cajas y les exigió a las encargadas que le entregaran el dinero de la recaudación, mientras que su cómplice vigilaba al resto de los trabajadores y a los clientes.

Según los primeros testimonios recogidos por los investigadores, los dos asaltantes habrían actuado con cómplices que les brindaban apoyo desde afuera del comercio. En este sentido, el comisario a cargo de la Seccional Primera Carlos Villegas indicó que “al momento del ingreso decían `no se hagan los loquitos', y que nadie se atreviera a hacer nada porque tenían apoyo de más gente en la parte exterior”.

Máxima tensión

Los ladrones actuaron con un objetivo claro: escapar rápidamente con la recaudación de las cajas. De otro modo, podrían haber exigido revisar otras dependencias del local o hubiesen obligado al público y empleados a entregar sus pertenencias.

“A Dios gracias, no hubo ningún tipo de violencia, ni para los clientes ni para los empleados, y solamente llevaron dinero. Ningún cliente fue víctima de algún despojo de objetos personales”, aclaró el comisario Villegas.

En cuanto al monto del botín, anoche se especulaba con que podría rondar entre los 30 y 50 mil pesos, pero recién se determinará cuando los responsables del local puedan realizar un arqueo de las cajas. De todos modos, especialistas en el funcionamiento de financieras recordaron que rige una disposición que no les permite tener más de 10 mil pesos en los lugares de cobros para desalentar este tipo de delitos.

En tanto, las empleadas a cargo de las cajas no ofrecieron resistencia y enseguida accedieron a entregar todo el efectivo, lo que contribuyó a que la odisea terminara rápidamente y que no hubiera que lamentar situaciones de violencia.

Sin embargo, tras pasar los instantes de máxima tensión, una clienta se descompensó y dieron aviso al servicio de emergencia. La mujer fue trasladada al Hospital Santamarina, donde fue sometida a controles y recibió el alta.

La investigación

El ayudante del fiscal Alejandro D'Alfonso se hizo presente en la escena del robo para tomar contacto directo con la pesquisa y guiar su curso, en el marco de la causa que está caratulada como “Robo calificado por el uso de arma”.

En tanto, en la víspera se tomó declaración a testigos presenciales del hecho, quienes aportaron algunos datos y características sobre los autores, que actuaron con desfachatez en una hora pico y en una zona con gran presencia policial.

A priori, la sucursal de Tarjeta Naranja no disponía de cámaras de seguridad, pero los dispositivos del Sistema Integrado de Protección Ciudadana estaban funcionando con normalidad y podrían haber captado imágenes de interés que permitirían identificar a los implicados en este resonante caso.

Por otro lado, los investigadores consideran que los ladrones no serían de Tandil, teniendo en cuenta que actuaron con sus rostros descubiertos. De todos modos, demostraron un gran manejo de la situación, calma y un conocimiento previo de los movimientos habituales de las oficinas de cobro.

Hasta anoche, la policía llevaba adelante un operativo cerrojo en las rutas que atraviesan el partido de Tandil, donde se identificaba a personas ante la posibilidad de que los autores del robo aún no hayan abandonado la ciudad. 

La empresa resaltó que primó la tranquilidad en la línea de cajas

En nombre de la empresa, el supervisor de esta zona Enrique Pedrozo fue el encargado de brindar información, aunque aclaró que al momento del robo se encontraba en la vecina localidad de Azul. En principio, confirmó que “concretamente, ingresaron dos individuos, armados ambos, y se llevaron la recaudación de las cajas”.

Recalcó que el local se encontraba abierto, aun atendiendo al público, aunque cerca de la hora de cierre, y precisó que había un plantel de once empleados y alrededor de cinco clientes que aguardaban para concretar sus trámites.

“Se siguió un protocolo de seguridad correspondiente a este tipo de casos. En Tandil y la zona es la primera vez que nos ocurre, y está en manos de la Justicia por un lado y, por otro lado, de nuestras áreas internas que hacen el proceso correspondiente”, explicó y se excusó por no tener aún la suma precisa del dinero que les sustrajeron.

El supervisor reconoció que por estos días se cumple la fecha de cierre mensual de la tarjeta y reciben mayor caudal de usuarios a cancelar deudas en las oficinas de Rodríguez al 500.

El protocolo

Con respecto al protocolo de acción frente a estos hechos, Pedrozo describió que los empleados tienen directivas tendientes a que un posible robo armado termine rápidamente. “Nos deja tranquilos que tanto colaboradores como las distintas escalas de la empresa están con un protocolo a seguir, por eso que hoy (por ayer) pregonó y priorizó eso desde la línea de cajas, que fue esa tranquilidad para que el evento suceda, se lleve a cabo y no llegue a mayores”, remarcó.

Y agregó que los lineamientos son “priorizar la seguridad de nuestra gente y de nuestros clientes; todo lo demás es material y no cuenta en estos casos. Es una cuestión de lógica, de razonamiento y de cuidado de las personas por sobre todas las cosas”.

Las medidas preventivas

En cuanto a los dispositivos de vigilancia, el supervisor de esta zona explicó que el local de Tandil no contaba con cámaras, aunque había personal de seguridad desarmado. “Es un servicio tercerizado de la empresa Securitas”, informó.

Además, indicó que Tarjeta Naranja es una empresa que celebra contratos a nivel nacional. En Tandil venían trabajando con Prosegur y optaron por cambiar a Securitas, que lleva varios años en otras sucursales de la tarjeta, por lo que “conoce nuestro accionar y nuestra formar de trabajar”.

Calificó este asalto como “un hecho desafortunado” que “se da con el local abierto, con público y con nuestros colaboradores de por medio”.

También adelantó que van a evaluar más medidas de prevención, porque “priorizamos la seguridad, la calidad de atención, de nuestros colaboradores, de nuestros clientes, al punto que por una cuestión preventiva y de seguridad de las partes por la tarde decidimos no abrir”. En tanto, anunció que hoy trabajarán normalmente.

“Este tipo de evento como organización, por política y por cultura, nos llama mucho la atención. No estamos acostumbrados a este tipo de eventos. No estamos marcados por este tipo de eventos y cuando nos sucede, hay un alerta que se prende”, concluyó.

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