Atribuyen al kirchnerismo maniobras de desestabilización

Atribuyen al kirchnerismo maniobras de desestabilización

Macri sospecha que la oposición está detrás de los fiscales que lo denunciaron por el Correo y Avianca; también, de la puja con los docentes y la CGT

 

El gobierno de Mauricio Macri analiza una contraofensiva de acusaciones contra la ex presidenta Cristina Kirchner .

Desde la Casa Rosada le atribuyen al kirchnerismo maniobras de "desestabilización política" a través de la agitación de la conflictividad social, del paro docente, la marcha de la CGT y de un grupo de fiscales a los que acusa de imputar al Presidente y sus ministros con denuncias "falsas".

La Casa Rosada evalúa una respuesta institucional o una acusación formal, según avance lo que considera una ofensiva kirchnerista. Pero, por ahora, sólo se comenta en la quinta presidencial de Olivos.

Según informes del ministro de Justicia, Germán Garavano, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, movilizó a un grupo de fiscales afines para imputar a la mayor cantidad de funcionarios e igualar el desgaste en imagen que sufre el kirchnerismo por los casos de corrupción. Las últimas crisis del Gobierno determinaron una baja en las encuestas de imagen.

Según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, los fiscales que están en la mira de la Casa Rosada son Jorge Di Lello, Juan Pedro Zoni, Federico Delgado, Paloma Ochoa, del fuero federal; Gabriela Boquin, fiscal general ante la Cámara Comercial, y Víctor Abramovich, procurador fiscal ante la Corte Suprema, entre otros cercanos a Justicia Legítima.

La primera reacción del Gobierno fue avanzar en el pedido de juicio político a Gils Carbó en el Congreso (ver aparte). Pero podrían haber más embestidas.

"El kirchnerismo está desplegando una estrategia para desestabilizar y no dejar gobernar. Se dieron cuenta de que el país comenzó a recuperarse y están con miedo: si al país le va bien, además de sus problemas en la Justicia no vuelven más al poder", dijo Macri en la intimidad de la quinta presidencial.

El Presidente quedó petrificado el miércoles último cuando, el mismo día de su discurso ante la Asamblea Legislativa, el fiscal Di Lello lo imputó por el otorgamiento de rutas aéreas a Avian Líneas Aereas, que hace un año compró MacAir, la aerolínea del Grupo Macri.

La semana anterior Zoni acusó a Macri por el acuerdo del Estado con el Correo Argentino . Delgado lo había imputado por los Panamá Papers y Ochoa por el acuerdo de inversiones con Qatar por 1300 millones de dólares. Boquin había pedido rechazar el acuerdo con el Correo en la Cámara Comercial y dijo que el Estado le condonó al Grupo Macri $ 70.000 millones.

Lo que más indignó a Macri fue que Di Lello no solo imputó al Presidente sino al presidente de Avianca, Germán Efromovich, entre otros funcionarios y directivos de Avian. "Justo el día de su discurso ante la Asamblea Legislativa. Di Lello es grande y sabe que eso no se hace con un Presidente", dijo un asesor.

Macri exclamó en Olivos: "Está loco. Eframovich invirtió 200 millones de dólares para comprar MacAir y les dará trabajo a centenares de personas. Decimos que hay seguridad jurídica y un inversor termina procesado". Así, el macrismo comenzará a instalar la denuncia de desestabilización.

"La señal al exterior de imputar a un inversor, socio de United Airlines, es tremenda. Di Lello es peronista, le importan los trabajadores y miren lo que hace", señalaron en la residencia presidencial.

Los allegados a Macri no desligan la ofensiva judicial de Justicia Legítima del impulso a la conflictividad social, el paro docente de mañana y el martes, la marcha de la CGT, pasado mañana, y el posible paro nacional que convocaría la central obrera a fines de marzo.

La marcha cegetista será frente al Ministerio de la Producción porque acusan una ola de despidos y de importaciones. El ministro Francisco Cabrera dijo ayer a LA NACION que "es una marcha política" y que "todo lo que se hace desde el kirchnerismo es desestabilizador". En el macrismo sostienen que la CGT está presionada por el kirchnerismo para endurecerse y que debe dirimir sus internas dentro del peronismo.

Cabrera replicó que "las importaciones bajaron en 2016 un 7% respecto de 2015", el fin del mandato kirchnerista, y que "las exportaciones crecieron 1,7%", según el Indec. Además, dijo que hubo un crecimiento neto de 80.000 empleos y estimó que el primer trimestre de 2017 habrá un crecimiento del PBI del 0,5 a 0,7%.

La Casa Rosada pronostica, además, una inflación menor a 1% mensual luego de junio. En rigor, consideran que estos avances son el motivo de la embestida kirchnerista para desgastar a Macri.

El diputado Waldo Wolff, de Cambiemos, también criticó el paro docente y le apuntó al titular del Suteba, Roberto Baradel, identificado con el kirchnerismo. "Sin duda hay una intención política. Es imposible frenar el paro", dijo.

Contagiar el optimismo

Mauricio Macri envió ayer un mensaje en las redes sociales para arengar a los seguidores de Pro, a los que instó a "contagiar entusiasmo" y no aflojar en la convicción del cambio porque están "haciendo un trabajo a largo plazo". Macri les dijo que "este año es uno de los más importantes de nuestra historia como país". Y añadió: "Estamos haciendo un trabajo de largo plazo, pensando en nuestros hijos".

Los fiscales que están en la mira

La Casa Rosada prepara una contraofensiva de acusaciones contra el kirchnerismo, pero también contra un grupo de fiscales

Los fiscales que están en la mira del Gobierno por sus recientes actuaciones son: Jorge Di Lello, Juan Pedro Zoni, Federico Delgado, Paloma Ochoa y Gabriela Boquin. En el oficialismo los consideran cercanos a Justicia Legítima y al kirchnerismo

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