En un partidazo, el Griego se impuso a los de Panará 68-67 para liquidar la serie 3-2. Ahora, en la próxima instancia se medirá con Lanús.
Los de Martín López parecían tener el partido en el bolsillo cuando al promediar el tercer cuarto sacaron una renta de 20 puntos (48-28) ante un rival que en dos parciales y medio había dado sobradas muestras de su incapacidad para superar la defensa griega y llegar al cesto ateniense.
Hasta allí, Alexis Elsener y Bruno Lábaque habían sido la clave del desequilibrio de un partido clásico de playoffs: friccionado, con defensa intensas y ataques imprecisos.
Pero cuando parecía que los griegos quebraban definitivamente a los paranaenses, Atenas se fundió. El handicap de un plantel corto (tiene una plaza de mayor sin ocupar y Fabricio Oberto continúa lesionado y sin jugar) le pasó factura y no pudo contener la reacción del enjundioso Sionista.
Atenas ya no era el mismo. Sionista estiró la defensa a toda la cancha y los del “Polo” perdieron el orden y la paciencia que habían mostrado en buena parte de la primera mitad.
La visita, encabezados por el zurdo Lorrenzo Wade y Alejandro Zilli, produjeron una levantada milagrosa y en tiempo récord. Antes de ingresar al final de ese mismo tercer parcial ya había limado la diferencia a sólo seis puntos (50-44) y a dos minutos del final del partido amagó el zarpazo, cuando quedó a sólo un doble (58-56).
Con el partido abierto, el cierre era para cualquiera. Estaba claro que no había lugar para equivocaciones y en esa recta final, el que falló fue Josh Pittman, una de las figuras de la visita, que falló dos libres claves a 1m 04s del cierre, cuando Atenas ganaba 60-58.
Forzado a parar el reloj con faltas, Sionista volvió a fallar con el destinatario de las infracciones: Matías Lescano. “El Bicho” metió los seis libres que terminaron por sentenciar una victoria tan sufrida y agónica, como merecida.
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