“La asistencia en Luján es mucho más compleja de lo que pensamos”

Mónica Issouribehere es la nueva secretaria de Políticas Sociales, un área que alcanzó el rango de Secretaría a partir de diciembre. Consultada por este medio, explicó los lineamientos que intentará imprimirle a esa dependencia, apostando al trabajo en red.

Mónica Issouribehere es la nueva secretaria de Políticas Sociales, como parte del cambio operado en el organigrama municipal. Hasta fin de año, el área estaba representada por una Subsecretaría de Políticas Sociales que dependía de la Secretaría de Salud, Políticas Sociales y Medio Ambiente. En ese esquema anterior, Issouribehere se desempeñaba como subdirectora de Emergencia y Atención Inmediatas

En diálogo con EL CIVISMO, la funcionaria explicó los lineamientos de la nueva Secretaría y destacó la apuesta de trabajar en red con instituciones sociales del distrito. 

- ¿Cómo se compone esta nueva Secretaría de Políticas Sociales?

- Ya no tiene Subsecretarías. Hay una Secretaría de la cual dependen tres Direcciones: de Políticas Sociales, Niñez y Adolescencia, y la Dirección de Deportes. De Políticas Sociales depende la Subdirección de Género, la Subdirección de Discapacidad, la Subdirección de Tercera Edad, la Subdirección de Emergencia y Defensa Civil, y la Subdirección de Juventud. De Niñez y Adolescencia se desprende el Servicio Local, la Casa de Abrigo, la Casa del Niño, el CAI San Fermín y el CAI de Open Door.  

- ¿Tuvo incidencia en las designaciones de los funcionarios que la acompañan en el área?

- Tuve algunas consultas en lugares muy específicos. Y también agradezco que me hayan llamado para consultar mi opinión sobre algunos nombres en particular, para ver qué pensaba y cómo podría trabajar. Estoy trabajando muy cómoda con esta estructura. 

- ¿Qué le pidió el intendente en cuanto a la orientación y el trabajo que espera de la Secretaría? 

- Él tiene la intención de abarcar a los vecinos en todo su contexto, que no nos quedemos trabajando de manera estanca en un solo aspecto. La idea es apuntar a la familia. También nos pidió que apuntemos al trabajo en red con las fuerzas vivas de Luján, con los colegios por ejemplo. Pongo como ejemplo el caso de Cáritas, donde tenemos que ver cómo podemos trabajar articuladamente.

En Niñez queremos realmente hacer un trabajo abarcativo. Políticamente, la Casa de Abrigo nos obliga a un trabajo integral. Tenemos que trabajar en red con Fiscalía, con los Hogares. Todo esto está avalado políticamente en el sentido de que me dieron mucha libertad de acción y a las distintas dependencias a mi cargo. Estos son los primeros pasos de cuatro años. Dentro de lo que necesito para poder trabajar en Políticas Sociales también figura ponerme de acuerdo con los demás secretarios para articular gestiones y que éstas puedan terminar en hechos concretos en los territorios. Eso es un trabajo mío de aceitar los mecanismos con los distintos secretarios y ellos, a su vez, con las personas que pueden concretar las acciones. 

- En estos días que el Municipio anunció un recorte del gasto público, ¿qué respaldo económico va a tener el área?

- Debo ser extremadamente prolija con el recurso que tengo asignado. De esa prolijidad que tenga del recurso asignado dentro del presupuesto va a depender también la respuesta que yo tenga. El achicamiento por el momento es de horas extras, no se habló todavía del presupuesto. Dentro del presupuesto asignado tengo que cubrir un abanico muy grande. Desde Políticas Sociales hacemos los traslados a hospitales, debemos pagar remises desde la Casa de Abrigo a Luján, damos subsidios. La defensa de que ese presupuesto no se desvíe para otra cosa es parte de mi trabajo. 

- ¿Cuáles son los planes y programas nacionales y provinciales que maneja la Secretaría?

- Mi trabajo anterior me sirvió para conocer el terreno y saber ahora a qué debo apuntar primero. Veníamos trabajando bien con el CDR (Centro de Referencia), que depende de Nación. A través de notas denegativas de parte del Municipio, donde decíamos que no estábamos en condiciones de brindar determinada asistencia, coordinábamos con el CDR. Hasta fines de octubre se trabajó articuladamente. En la actualidad tenemos planes y programas, como por ejemplo el programa Más Vida. Queremos reflotar el programa de la leche maternizada, que es de Provincia, algo que no tuvimos en estos cuatro años. Lo primero que hicieron las nuevas autoridades fue llamarnos y decirnos que el programa Envión continuaba. Incluso el funcionario a cargo de la Subdirección de Juventud tuvo reuniones para mantenerlo y poder activarlo más. La realidad es que nosotros tenemos que ver qué programas van a mantener y cuáles se van a crear. La idea nuestra, como municipio, es poder bajar todos los programas que se puedan. Sabemos que para que un programa funcione hay que ser muy prolijo con la rendición.

- Informaciones extraoficiales indicaban que algunos programas iban a quedar sin efecto a partir del cambio de gobierno, por ejemplo el programa Envión. ¿Cuál es la situación al respecto?

- Lo que más ruido hizo fue una supuesta información de que ese programa se cortaba. En este momento, sin embargo, el Envión es el que más aceitado está. Del plan Más Vida ya me llamaron para ver cómo podemos ampliarlo, con un trabajo territorial más profundo. Desde el SATE, un dinero que se da antes de que la persona obtenga la jubilación, también se comunicaron para tener una reunión, para trabajar en una reactualización.

Si uno analiza todos los programas y pregunta cuáles están en duda en cuanto a su continuidad, tengo que decir que en este momento ninguno. Después es cierto que en el Ministerio de Desarrollo había una gran cantidad de programas, pero cuando uno empezaba a indagar advertía que eran sólo un título, que estaban vacíos de contenidos, tanto de Nación como Provincia. 

- ¿Cómo se puede proyectar un trabajo que vaya más allá de la asistencia en la emergencia? 

- Siempre digo que el subsidio tiene que ser una emergencia. A veces un subsidio sirve como forma de acercarnos a una familia y ver otras cuestiones. El subsidio no puede ser lo única que dé el Estado ante estas situaciones, ni tampoco puede ser eterno. Si tengo que tener a una persona más de un año dándole todos los meses un vale para que compre alimentos, algo está pasando que no se está atendiendo debidamente desde el Estado. Mi idea es proyectar algo mucho más abarcativo. Por ejemplo la relocalización de familias afectadas por las inundaciones es un trabajo más profundo, pero no es solamente eso. En Luján llegan muchas personas de otros lados. Un gran porcentaje de personas que asistimos no son de Luján, sino que están llegando a Luján. Y también tenemos que dar una respuesta a eso. 

- ¿Cree que Luján es una ciudad compleja en términos de asistencia social?

- La asistencia en Luján es mucho más compleja de lo que pensamos. La cobertura territorial que tienen algunas trabajadoras sociales es muy grande. Realmente no alcanzan a llegar a las casas de todos. Por eso son importantes los CAPS, que son referencias en muchos barrios y ahí hay trabajadoras sociales.  

- ¿Cómo viene funcionando la Casa de Abrigo?

- Está funcionando desde septiembre. Hemos tenido momentos con 10 niños y adolescentes alojados, que es la capacidad máxima que tiene la casa. En este momento tenemos tres. Al frente del lugar está un equipo técnico con una trabajadora social, un psicólogo, un coordinador y las cuidadoras.

Ese lugar tiene la complejidad de una casa donde se toman medidas de abrigo. La casa como tal tiene que ser de tránsito, no es un hogar. Una vez que se toma la medida de abrigo, un equipo recibe a los niños y a través del Servicio Local se busca la vinculación de ese niño con un pariente o reconstituir el vínculo con sus padres. En caso de no lograrse eso, se busca un hogar, que son cada vez menos. Lo ideal es que los chicos no estén mucho tiempo en la Casa de Abrigo, porque el niño que llega ahí lo hace emocionalmente muy golpeado y si crea vínculos, cuando se toma la medida de restituirlo es nuevamente doloroso. En estos momentos tenemos un nene de tres meses en una medida de abrigo. Tenemos una nena de dos años que se alimenta por sondas, con un grave problema psicomotriz. Son todas complejidades. 

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