El sospechoso de asesinar en la madrugada del domingo a Marcelo Alejandro García, “el Descuartizador de Las Torres”, ya está identificado por los investigadores dado que cometió un error al huir a pie. Olvidó un teléfono celular conectado en la camioneta que dejó abandonada en la escena del crimen, en Alvear casi Rivadavia.

La Brigada de Investigaciones y la Seccional Segunda de Policía trabajaron en el lugar y recolectaron todos los documentos en el interior de la camioneta que el asesino dejó abandonada, además de huellas e indicios que levantó la Policía Científica. Por parte del Ministerio Público está abocada a la causa la fiscal Camila Banfi y en el primer momento también colaboró el fiscal Héctor Uturrioz.

En la lista de los ocho conductores de la camioneta al servicio de la empresa San Antonio donde trabaja Adrián Currulef, figuraba su nombre. “Pepo” -como lo llaman- es delegado del Sindicato de Petróleo y Gas Privado y está vinculado a la comisión directiva de ese gremio que conduce Jorge Avila.

El autor del asesinato de García, quien también tenía vínculos con ese sindicato, efectuó varios disparos desde la camioneta que quedó abandonada -dos de los cuales impactaron en García- y huyó corriendo por Alvear en dirección contraria al sentido del tránsito.

Ayer a la madrugada, la policía realizó dos allanamientos, uno en la calle Alem, en la zona de La Loma, y otro en la calle Santa Cruz, en el barrio 13 de Diciembre. Sin embargo, en ninguno de los dos domicilios se hallaron elementos importantes para la causa.

Al cierre de esta edición, la policía intentaba dar con el sospechoso. Por el lugar hacia el que corrió estaría siendo resguardado en la vivienda de algún dirigente petrolero en el interior de un edificio, donde la Brigada de Investigaciones dejó una consigna policial.

Fuentes policiales señalaron también que existieron comunicaciones telefónicas con un abogado defensor que estaría dispuesto a representar al sospechoso, pero que se encuentra fuera de Comodoro Rivadavia adonde arribaría hoy.

CONOCIDOS DE LA JUSTICIA

Como publicó este diario en su edición de ayer, Marcelo García se hizo conocido en su momento como “el Descuartizador de Las Torres”, después que el 21 de febrero de 1996 asesinara y descuartizara en el complejo habitacional del barrio Cívico a una joven promotora oriunda de Río Senguer llamada Magda Silba.

Por ese crimen recibió una pena de 14 años de prisión y mientras se encontraba recluido en la Unidad 6 de Rawson asesinó en una pelea a Gustavo Rosales, quien se hallaba preso por el homicidio de la empresaria Ramona Barrionueva –tía de García-.

Después, ya gozando de libertad condicional, en 2008 García protagonizó una extorsión en Sarmiento a una familia gitana y también fue condenado tras haber sido declarado reincidente.

En los últimos meses, tras haber renunciado a un empleo en una firma de servicios petroleros, confiaba en ingresar a la empresa San Antonio, donde Currulef era delegado.

Currulef, en tanto, fue detenido en marzo de 2012 por la policía de la Seccional Cuarta como presunto autor de disparos a un adolescente en la escalera de Mburucuyá al 1.100 del barrio La Floresta.

Mientras, el sábado 25 de agosto de 2012 fue demorado por la policía en una camioneta Ford Explorer luego de cruzar un semáforo en rojo. Al encontrársele un arma de fuego en el interior del vehículo fue detenido.

Antes, en 2010, la Brigada de Investigaciones realizó un allanamiento a una vivienda de la calle Asturias 751 del barrio Jorge Newbery. Allí se secuestraron más de 140 tizas de cocaína de al menos 10 gramos cada una y también una funda de rifle y algunos cartuchos de armas de fuego. En ese caso, Currulef fue puesto a disposición de la Justicia federal por infracción a la Ley de Estupefacientes.

Ayer los investigadores recababan declaraciones de testigos del homicidio que ocurrió en el horario de cierre de los boliches de la zona de La Loma.