Luego de la devaluación del peso argentino, todo parecía indicar que Bariloche aumentaría su capacidad de competencia como destino turístico. A la luz de los hechos, esta situación ocurrió, ya que en el verano se registró un importante flujo de turistas de distintos países del mundo.

Gomis destacó que el contexto económico de 2014 “fue sumamente importante” para motivar la llegada de visitantes a la ciudad. Aclaró que este fenómeno estuvo acompañado de “buenas tarifas”.

Remarcó que esto último “fue clave” para entender la buena cantidad de personas de otros lugares que circulan por la ciudad desde hace un tiempo a esta parte.

En diálogo con ANB, el funcionario señaló que el tipo de cambio les resulta favorable, lo cual “sin dudas aumentó la competitividad de Bariloche”.

Como es habitual, el turismo chileno fue el que más se hizo notar en la ciudad. Según las estadísticas de la sede local de Migraciones, en enero arribaron 19 mil personas provenientes del vecino país, 33 mil en febrero y en lo que va de marzo cruzaron la cordillera cerca de 9 mil. También, a partir del contexto macroeconómico, arribaron a la ciudad muchos europeos y latinoamericanos.

Desde principios de año la ciudad estuvo repleta de trasandinos que llegan atraídos por el tipo de cambio favorable, pero también por los precios y la gastronomía.

En febrero el índice de visitantes de Chile aumentó notablemente debido a que muchos empleados tienen sus vacaciones en este mes por la feria judicial.

En tanto, marzo comenzó con buen movimiento de gente. Durante el fin de semana largo de Carnaval, las calles estuvieron llenas de personas que pasearon, efectuaron compras y deleitaron sus ojos con los bellos paisajes.

La ocupación hotelera en esos días rondó el 70 por ciento, aunque se registró un turismo prácticamente nacional.