Asambleístas apuntan a Monsanto y al Gobierno por el combate con la UOCRA

Asambleístas apuntan a Monsanto y al Gobierno por el combate con la UOCRA
Más de 20 personas resultaron heridas e incluso algunos con heridas de balas. Agresiones y amenazas de muerte. La respuesta de Monsanto.
Ayer por la mañana más de 20 personas resultaron heridas luego de un brutal enfrentamiento entre un grupo de asambleístas que se encontraban realizando un acampe para impedir la instalación de un predio de la empresa Monsanto, y los trabajadores de la construcción de dicha obra pertenecientes a la UOCRA, en la localidad de Malvinas Argentinas, Córdoba.

Si bien fue uno de los hechos más violentos que ocurrieron desde que los asambleístas comenzaron el acampe, la tensión frente al predio de Monsanto viene desde hace más de dos meses. Según relató una de las asambleístas que resultó gravemente herida, Celina Molina “cerca de las siete de la mañana 70 personas de la UOCRA comenzaron a golpearnos y a querer liberar las entradas al predio”.

“Cuando lograron despejar una de las entradas, en repudio nos tiramos al piso para que no puedan pasar los camiones, fue ahí que mandaron a las mujeres a pegarnos”, contó en una entrevista telefónica Molina.

“Al rato de que entraron, se fueron todos. Nos quisieron asustar. Quieren que nos vayamos, pero vamos a seguir el acampe. Monsanto no se va a instalar en Malvinas Argentinas”, agregó.

Asimismo, contó que Sofía Gatica, una de las pioneras y líderes del acampe, debió ser asistida luego de la brutal golpiza ya que sufrió una descompensación. Gatica ya había sufrió una fuerte golpiza y amenazas la semana pasada lo que la llevó tener desde entonces un custodio por “miedo a que la maten”.

Amenaza de muerte. La vida de Sofía Gatica se reparte entre su casa, el trabajo y el acampe frente al predio donde la multinacional Monsanto pretende, desde el año pasado instalar una planta de semillas transgénicas.

El martes pasado, Gatica salió de su casa para ir al trabajo. Como todas las mañanas esperó el colectivo en Alta Gracia y cuando subió un hombre se sube con ella, se sienta a su lado y, de manera sigilosa la apuntó con un arma de fuego. “Me dijo que hay muchas formas de morir, se me paralizó el corazón, y me dijo que si seguía jodiendo con el acampe iba a desparramar mis sesos por toda Malvinas Argentinas”, contó a este portal Gatica.

“Se quedó un tiempo sentado al lado mío, sentí mucha impotencia, ganas de llorar, de gritar pero no podía hacer nada”, relató. Cuando llegó a Córdoba se bajó y se fue de inmediato a realizar la denuncia.

Dos días después, a la salida de su trabajo, vivió otro violento episodio. “Fui a la parada del colectivo para regresar a mi casa. Me estaba esperando una moto. Inesperadamente dos personas se tiraron arriba mio, empezaron a pegarme patadas en todo el cuerpo. No me pude defender”, contó con la voz quebrada a Perfil.com.

Para Gatica no hay dudas de que las agresiones y amenazas están vinculadas con Monsanto. “Desde que todo comenzó esta empresa no paró de hacernos daño. No es normal que tengamos que vivir con aprietes, esta empresa vino por todo. Nosotros no vamos a dejar que construyan su planta acá. No queremos más gente enferma ni malformaciones.No vamos a abanonar la lucha”, dijo la asambleísta.

Desde entonces, Sofía circula con custodia. “Me han puesto custodio, estoy privada de mi libertad, estoy presa en mi casa, en mi trabajo y los responsables son las multinacionales y el Gobierno que permitió esto, tanto a nivel Nacional como Provincial”, expresó.

Curiosamente, una semana antes de que ocurrieran toda la seguidilla de amenazas y agresiones, Monsanto envió una carta documento a Gatica y a otro asambleista, Eduardo Quispe, donde los acusa de “lesionar la seguridad pública” por el acampe y denunció “actos violentos contra el personal” de parte de ellos, además de que los acusa de “usurpación”.

“Queda intimado a cesar de inmediato con el bloqueo”, advierte la carta que recibieron.

La respuesta de Monsanto. Frente a la constante tensión entre los asambleístas y la multinacional, Perfil.com intentó en reiteradas oportunidades ponerse en contacto con Monsanto, pero nunca recibió respuesta.

Luego del brutal enfrentamiento de hoy, la empresa emitió el siguiente comunicado en donde responsabiliza a los asambleístas del brutal ataque:

“Frente a la situación de violencia generada esta mañana frente al predio que tiene Monsanto en Malvinas Argentina, la empresa desea aclarar: Repudiamos la violencia generada por un grupo de activistas esta mañana cuando un grupo de trabajadores intentaban ingresar a nuestra planta a realizar tareas de mantenimiento.

Nos solidarizamos con nuestros empleados que han sufrido daños en sus vehículos al ser apedreados por un violento grupo de activistas. Manifestamos nuestro desacuerdo con cualquier situación de violencia dado que impiden avanzar hacia el entendimiento y el consenso.

Rechazamos las manifestaciones de violencia que se vienen generando a diario por un grupo de activistas que impiden que se pueda continuar normalmente con la construcción de la planta a pesar de contar con aprobaciones y fallos judiciales que avalan nuestro derecho a construir.

Lamentamos que no nos permitan ejercer nuestro derecho de continuar con la construcción de la planta y que haya grupos que recurran a la violencia como único camino para expresar sus diferencias.

Continuamos abiertos al diálogo e invitamos nuevamente a los asambleístas que se oponen al proyecto a generar un espacio de diálogo pacífico en el cual todos podamos expresar los diferentes puntos de vista y podamos construir un camino para el bien de nuestro país”.

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