Asado de costilla peronista, flan caserito y críticas a “Los Pibes”, saldo de una cumbre conurbana

Asado de costilla peronista, flan caserito y críticas a “Los Pibes”, saldo de una cumbre conurbana

Un quincho en Almirante Brown reunió a intendentes y diputados, Críticas a La Cámpora y llamado a la unidad del “Movimiento”.

El estado de conmoción que vive el peronismo tras la derrota electoral y las medidas de los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en sus primeros cien días, ha generado de todo en el histórico “Movimiento”: trompadas entre diputados, el alejamiento del enamorado José María Ottavis Arias de la conducción del bloque y abroquelamientos de todo tipo.

Por eso, en el armado de un grupo de jóvenes intendentes peronistas parecen optar por el diálogo (como hicieron con el Vidalismo para el tratamiento del Presupuesto bonaerense) y por los asados, como ya sucedió en territorio lomense, en los pagos de Martín Insaurralde.

Una cumbre bien regada unió a varios del llamado “Grupo de los Ocho” con una decena de diputados bonaerenses que no responden a la Cámpora, agrupación que ha perdido influencia tras el “OttavisGate”. Esto significa que intendentes y diputados peronistas bonaerenses empiezan a articular política, lejos del mandato K y de los llamados de Cristina y Máximo.

Teniendo en cuenta el escenario provincial y la casi segura división del bloque de diputados de la provincia, un quincho del distrito de Almirante Brown reunió a cuatro intendentes: el local Mariano Cascallares, el de Esteban Echeverría, Fernando Gray; el de Hurlingham, Juan Zabaleta y Juan Pablo de Jesús, alcalde del municipio de La Costa.

El quincho cerrado especialmente para la ocasión, recibió a los legisladores Walter Abarca (ex secretario de Néstor Kirchner y cercano a Julián Domínguez), Mariano San Pedro, Marcelo Feliú, Andrés Quintero (protagonista de la pelea de dos semanas atrás contada por Clarín, Valeria “La Flaca” Amendolara y Eva Ramírez, esposa del quilmeño Fernando “Barba” Gutiérrez. También se sumaron María Alejandra Martínez, de Mar del Plata, y Liliana Pintos, de La Matanza.

Mariano Cascallares encargó a su hermano Marcelo el rol de asador y pronunció las primeras palabras: “El asadito se los debía hace un mes. Hablemos del futuro del peronismo”, dijo el sucesor de Rubén Darío Giustozzi en el municipio de Brown.

Entre gaseosas y vino malbec, las quejas con “los pibes” fueron la moneda corriente. “Basta de malos tratos, compañeros. Es momento de discusión en el peronismo”, dijo un alcalde tras un sorbo de gaseosa light y una porción de asado de costilla.

“Es el momento de articular y de estar juntos. Nada de ‘ultra k’ y ni ser PRO, en este momento hay que buscar la unidad a pesar de las diferencias para ser una verdadera alternativa. Y no es momento de salir a petardear como quieren los pibes”, recitó un diputado provincial, cansado de solo recibir órdenes, como le sucedió durante los últimos ocho años.

Otro lanzó la bomba: “Hay que tener charlas con José Luis Gioja para que articule unidad. Y hay que llamarlo al Flaco Randazzo”, dijo sobre el ex ministro que de a poco, vuelve a la política.

Allí, surgió la fuerte diferencia con intendentes como Juan Patricio Mussi y Jorge Ferraresi, quienes pretenden una oposición dura al macrismo, alineados con  las indicaciones que llegan desde El Calafate.

A la hora del postre -y con las botellas del vino mendocino Durigutti bien despachadas- llegó el flan casero. A esa altura, una de las mujeres presentes se despachó: “Es difícil que el bloque no se rompa. Hay que estar atentos a lo que hagan Chino Navarro y Horacio González”, manifestó en relación a los dos veteranos diputados provinciales peronistas, claves a la hora de resolver un nuevo conductor del bloque provincial.

Todos se despidieron a los besos y la atención pasó para la nueva reunión del “Grupo de los Ocho” en Lomas de Zamora, que sucederá este jueves. Esta vez, sin vinos de Luján de Cuyo ni costillas. Algo light también tiene que haber en el peronismo…

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