Arroyo – Vidal: una reunión sin foto y con pedidos de ambos lados

Arroyo – Vidal: una reunión sin foto y con pedidos de ambos lados

Con mucho hermetismo, el último lunes el intendente Carlos Arroyo viajó para mantener una reunión con la gobernadora María Eugenia Vidal. Tras el encuentro, todos hablaron de la presentación del plan de obras que el municipio tiene previsto para este año. Pero es imposible imaginar que en cada encuentro cara a cara entre los dos mandatarios no se toque la situación política de Mar del Plata, tema siempre sensible.

 

“Estuvieron a solas, se debían un encuentro sin que haya intermediarios que lleven y traigan”, comentaron desde el entorno del jefe comunal. Nadie lo dirá públicamente y casi en privado, pero en Mar del Plata esperan un apoyo más concreto de auxilio por parte del gobierno provincial.

En su momento se planteó la posibilidad de emitir un bono municipal para descomprimir las asfixiadas cuentas de General Pueyrredon. Pero en el gobierno bonaerense esa posibilidad nunca fue aceptada. Temían un efecto cascada por parte de otros municipios y además presagiaban incumplimientos en los pagos.  

El gobierno provincial ya hizo saber por todos los medios posibles su decisión de sostener la gobernabilidad en Mar del Plata. Lo hizo cuando las críticas arreciaban y las versiones sobre una salida anticipada de Arroyo eran cada vez más fuertes. Y lo hace ahora, cuando ese rumor se redujo prácticamente a su mínima expresión, pese a que los problemas en la ciudad no desaparecieron. “Estos meses son más tranquilos porque la recaudación crece, pero los problemas de fondo siguen”, admitió una fuente del Ejecutivo.

Desde el entorno de la gobernadora no dieron mayores precisiones acerca del contenido de la charla entre Vidal y Arroyo, aunque admitieron que “no fue una reunión habitual” como las que la mandataria tiene todas las semanas con jefes comunales. “Hubo una decisión de que no haya fotos de ese encuentro”, deslizó un funcionario provincial, lo cual habla a las claras de que la relación no es la mejor. Pese a eso, saben que Mar del Plata es un distrito clave en el mapa electoral bonaerense y harán lo posible para que la situación mejore.

En ese contexto, en 2017 tendrán a la gestión local bajo la lupa para que no ocurra lo que sucedió el año anterior. De hecho, entre líneas, ya lo anticipó la gobernadora en su última visita a Mar del Plata cuando comprometió el apoyo de la Provincia para el pago de los sueldos de los docentes municipales. “El año pasado cumplimos para que Mar del Plata sostuviera su sistema educativo municipal y por supuesto vamos a estar acompañando al intendente, en el marco de la paritaria que acordemos, para que se puedan pagar los sueldos”, lanzó en rueda de prensa.

Los sueldos de los docentes municipales, bien sabe Vidal, no los define la paritaria de los docentes bonaerenses. Pero el año pasado fueron constantes los cuestionamientos al secretario de Hacienda municipal Gustavo Schroeder por la paritaria que firmó el municipio con el STM. Y esa fue una señal pública de que esperan que este año limiten esa negociación lo máximo posible. “No tienen un peso y firman el aumento más alto de toda la provincia”, le recriminaron una y otra vez.

Con Joaquín De la Torre como funcionario municipal part time esperan que Arroyo no cometa el mismo “error” que el año pasado y acuerde una suba salarial cercana al 18% que plantea Vidal para los empleados públicos bonaerenses. Esto supone un conflicto entre las autoridades y el gremio que ya anticipó un rechazo a esa propuesta.

Mientras esa batalla va tomando temperatura, en el gabinete de Arroyo, en medio de internas, celos y disputas, se habla de una renovación en el gabinete a partir del mes próximo. Lo cierto es que si bien el jefe comunal admitió que podría haber cambios, hasta ahora no hay nada concreto.

Lo más mencionado es la salida de Silvana Rojas de la Secretaría de Cultura. No obstante, como mencionamos desde este espacio la semana anterior, ese cargo es del Pro y si el partido no llega a un acuerdo con el intendente para reemplazarla parece difícil que Arroyo lo haga intempestivamente.

Hay una necesidad de que Arroyo pueda oxigenar su gabinete de manera planificada, sin la obligación de reemplazar a un funcionario que renuncie o sea echado en medio de un escándalo. Y con ese horizonte en la mira, cada sector que compone Cambiemos sale a jugar para tratar de instalar la salida de tal o el regreso de aquel funcionario. Lo cierto es que no hay muchas certezas en el gabinete de Mar del Plata, solo una: Arroyo ya aprendió que necesita de Provincia y de Nación y cada paso que dé intentará hacerlo con el mayor respaldo posible. Aunque no sea lo que más le guste.

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