Arroyo: “No tengo ningún muerto en el ropero” y “enfrento a las mafias en esta ciudad”

Arroyo: “No tengo ningún muerto en el ropero” y “enfrento a las mafias en esta ciudad”

El intendente Carlos Arroyo invitó a su despacho a periodistas de distintos medios de la ciudad, durante el encuentro con agenda abierta, hizo un repaso de aspectos generales de su gestión. Temas de índole política no estuvieron ausentes y alcanzaron los mayores ribetes de atención, de acuerdo a la lectura que se puede inferir de los mismos.

 

Se remontó a los inicios de su gestión y recordó que “debió absorber 2.000 trabajadores sin especialización” que habían ingresado en los 2 últimos años del gobierno de Gustavo Pulti. Respaldó al polémico y cuestionado secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, y que era necesario corregir el modo y las expresiones que pueden haber despertado algún malestar político, reconociendo su afirmación de que “En Mar del Plata no pagan los poderosos”.

No escapó a su consideración, la mala jugada de la cual fue objeto en el cierre de las lista legislativa del 2017, cuando su representante ocupó el sexto casillero en la misma siendo el candidato del intendente. Es una espina que aún parece tener clavada y el “Ahora llegó el momento” pareció referirse a que no está dispuesto a sufrir los mismo en el armado del 2019.

“A mí nadie me regaló nada, me gané (por el 2015) un lugar superando claramente a Vilma (Baragiola)” y “Voy a volver a hacer lo que tenga que hacer”,en referencia a su participación en CAMBIEMOS para librar una nueva interna dentro de la coalición. Y en ese sentido, admitió que Agrupación Atlántica es un partido chico y como tal ha sido tratado, cuando se le ha restado representación en las listas.

 No ocultó su contrariedad por la obstrucción que sufren muchos temas de importancia en el Concejo Deliberante, manifiestamente adverso, como en el caso de la designación de funcionarios y aprobación de un leasing que hubiera permitido equipar de maquinarias a la municipalidad, no descartando que en algunos casos se haya intentado desfinanciar al gobierno, apelando a malas artes políticas.

Al arribar a un tema de candente actualidad y no menos conflictivo, afirmó que está auditando todo el sistema educativo municipal y anunció  “arrojará resultados sorprendentes y que los dará a conocer a todos los vecinos para que sepan cuál es la verdad” y agregó: “Hay posiciones que resultan indefendibles”, dejando la impresión que dados sus antecedentes, reúne la experiencia necesaria para evitar los excesos que no se compatibilizan con las prestaciones que se brindan.

Admitió que si bien ha logrado una mayor y mejor dinámica de comunicación de sus actos de gobierno, es algo que todavía merece algunas reservas. Trabajo 16 horas por día, pero ciertamente me doy cuenta que no alcanzan y defendió el comportamiento general de todos los integrantes de su gabinete.

La instalación política del conflicto permanente, que debió enfrentar desde el primer día de gestión, lo adjudicó a razones políticas de las cuales no excluyó a integrantes del propio bloque oficialista, y en ese sentido haber recurrido a la justicia ha permitido sortear inconvenientes mayores. “Mi decisión es enfrentar a las mafias y lo voy a continuar haciendo”, porque la verdad afirmó  “han destruido a la ciudad”.

Haber logrado por fin un equilibrio presupuestario permitió despejar incertidumbre, hacer la gestión más previsible y ser más eficiente como lo demostró Patricia Lenniz en el momento de sufrir inundaciones y sólo evacuar a una familia, en lo que pareció ser una referencia a Vilma Baragiola en un momento similar, en el cual se había ausentado de la ciudad.

Por supuesto, no podía faltar una referencia a la gobernadora María Eugenia Vidal, a quien el intendente Arroyo, ubicó en permanente atención sobre todo lo que ocurre en Mar del Plata, expresando además su satisfacción con todos los aportes que ha efectuado el gobierno provincial, intentando no dejar dudas sobre los carriles por los cuales atraviesa la relación por estas horas, un cuidadoso tratamiento que sin embargo no alcanza para ocultar sus diferencias.

Comentá la nota