Arroyo y su optimismo que choca contra la realidad

Arroyo y su optimismo que choca contra la realidad

“Se puede revertir el resultado”, dijo Carlos Arroyo, pocos días después del domingo 11 de agosto cuando los marplatenses expresaron un rotundo rechazo a su gestión. Es un caso digno de analizar: el intendente de General Pueyrredon es una figura de relevancia por el cargo que ocupa, pero en términos políticos volvió a transformarse en un dirigente marginal, que logró sobresalir en 2015 cuando se unió a Cambiemos y ganó la Intendencia.

 

Su puesto actual es el que le permite mantenerse entre los principales titulares de los medios. Si cualquiera de esas frases estrambóticas las pronunciara un candidato que viene de sacar 5% de votos nadie le prestaría atención. Pero salen de la boca del intendente del tercer distrito con mayor padrón electoral en la provincia de Buenos Aires. Y eso, todavía, pesa.

Esta semana Arroyo enfrentó versiones sobre la posible retirada de su candidatura de cara a octubre. Está claro que no tiene ninguna chance de ser reelecto en el cargo. Con mucho viento a favor, podría llegar a tener representación en el próximo Concejo Deliberante. ¿Qué pasaría con los votos de Arroyo si su boleta no estuviera en el cuarto oscuro? La mayor parte, podría suponerse, irían hacia el candidato de Juntos por el Cambio, Guillermo Montenegro.

Con ese análisis, algunos hombres del entorno del jefe comunal comenzaron a tender puentes con allegados a Montenegro para deslizar esa opción en busca de un refugio después del 10 de diciembre.

Este lunes, el intendente salió al cruce de esas versiones y prometió “enfrentar al candidato de la gobernadora” en Mar del Plata y no escatimó en críticas y chicanas hacia el actual diputado nacional. Lamentó que Vilma Baragiola fuera derrotada en la interna de Juntos por el Cambio y dio que ahora la gente tiene la posibilidad de elegir entre un candidato de Mar del Plata y un candidato importado.

Montenegro fue el primero en responderle a Arroyo cuando el jefe comunal convocó a una conferencia de prensa para cuestionar a la gobernadora María Eugenia Vidal. Esta vez, desde su entorno decidieron ignorar los dichos del jefe comunal y explicaron que “la gente no quiere escuchar a políticos que se pelean”.

No obstante, hicieron una aclaración: “Arroyo le contesta a la gente, no a Montenegro”. La intención de esa frase fue reafirmar que el jefe comunal vuelve a pelearse con la realidad, como hizo la semana anterior cuando acusó a los marplatenses de cometer equivocaciones a la hora de elegir a sus representantes.

Mientras tanto, el candidato a intendente se mostró en las últimas horas por segunda vez desde el 11 de agosto con la gobernadora Vidal y reiteró una frase que será un caballito de batalla hasta el 27 de octubre: “No volvamos al pasado”. Con la ola en contra, Juntos por el Cambio buscará convertir a Mar del Plata en un distrito de resistencia y el diputado nacional se pegará a la mandataria que, pese a la abultada derrota en la elección provincial, en Mar del Plata derrotó a Kicillof.

En medio de las frases polémicas, el jefe comunal confirmó que no hay ninguna chance de que decline su candidatura de cara a octubre, algo que en el campamento de Fernanda Raverta celebran moderadamente. Allí también analizan que el actual intendente tiene un votante cercano ideológicamente a Juntos por el Cambio, por lo que los puntos que obtenga serán puntos que, de no competir, podrían ir directo al buzón de Montenegro.

La autoproclamación de Arroyo como keynesiano, que lo ubicaría en la misma vereda que el candidato a gobernador del Frente de Todos Axel Kicillof, lo toman casi como una provocación, más allá de que algunos medios nacionales se hicieron eco del “alineamiento”. No es la primera vez que Arroyo expresa su admiración por el economista británico John Maynard Keynes, aunque esas definiciones siempre estuvieron acompañadas de su visión  acerca de por qué la política kirchnerista no respetaba esos preceptos. “¿Alguien puede imaginar un corte de boleta Alberto FernándezAxel Kicillof y Arroyo?”, razonó un operador del Frente de Todos.

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