Arroyo y la meta de marcar la cancha e imponer la agenda

Arroyo y la meta de marcar la cancha e imponer la agenda

El intendente superó la parte más crítica de su gestión, pero la falta de proyectos relevantes hace que la oposición elija los temas sobre los cuales avanzar. 

Ya lo dijimos: Carlos Fernando Arroyo logró superar la etapa más dura de su Gobierno. Sufrió bajas, se desgastó, cedió en más de un aspecto, pero sigue al frente de la Intendencia de General Pueyrredon algo que hace algunos meses más de uno no se atrevía a asegurar (y para otros era una expresión de deseo).

Está lejos de que la situación le sonría: el municipio sigue padeciendoseveros problemas económicos, que en los próximos días se verán potenciados por lo que implica el pago del medio aguinaldo a los trabajadores municipales. Además, siguen latentes los conflictos en Cultura y Educación, por los cuales el Ejecutivo deberá responder a un llamado de la Justicia este jueves.

Sin embargo, el mayor debe del jefe comunal es que todavía no logrótomar la iniciativa e imponer su propia agenda.   

En plena crisis, Arroyo mandó al Concejo Deliberante un proyecto paradeclarar emergencia en varias áreas de la municipalidad, iniciativa que luego de fuertes debates entre el oficialismo y la oposición fue aprobada. Aunque hasta hoy el Ejecutivo no exhibió cuáles fueron los efectos prácticos de esas declaraciones, ese proyecto le permitió hablar una y otra vez de la “herencia recibida”.

Más allá de eso, en estos meses de gestión no abundaron otras iniciativas del intendente o su equipo. El jefe comunal, a pesar de lo que había anticipado en la campaña, se dedicó a viajar a La Plata y Ciudad de Buenos Aires en busca de fondos frescos (algo lógico y necesario) y a gestionar modificaciones también necesarias como la recategorización del cuadro tarifario de gas.

Pero hasta ahora no pudo avanzar en su idea de ciudad, ni siquiera en términos de aspiración, es decir de proyectos. Las iniciativas presentadas en el Concejo pueden contarse con los dedos de una mano: boleto universitario y código de publicidad, como las más relevantes. El primero significó un gesto fuerte de Arroyo, que tras varias reuniones con los representantes de la Federación Universitaria Marplatense (FUM), decidió cristalizar la idea que el exintendente Gustavo Pulti mantuvo congelada varios meses.

Sin embargo, hasta ahora, el Concejo Deliberante tiene el expediente juntando polvo en alguna oficina. De hecho, la semana pasada el secretario de Gobierno Alejandro Vicente tuvo que pedir públicamente a los ediles que avancen con su tratamiento. Esas declaraciones no cayeron bien en el propio bloque de Cambiemos, profundizaron algunos chispazos que existen entre la Agrupación Atlántica y la Unión Cívica Radical y no generaron ningún cambio en la situación.

La iniciativa del nuevo código de publicidad, en tanto, llegó de la mano de la concejal Patricia Leniz, no del Ejecutivo, pero se trata de una de las personas de mayor confianza del jefe comunal, por lo que se descarta que se redactó, cuanto menos, con el aval de Arroyo. Hasta ahora tampoco tuvo tratamiento, ni impulso por parte del intendente.

La semana pasada, a través de un comunicado, el municipio informó que se puso en marcha el Tablero de Seguimiento de Gestión y señaló que se presentaron 525 proyectos de los cuales Arroyo marcó 60 como prioritarios. Este medio intentó conocer cuáles eran esos proyectos, pero hasta ahora no se difundieron los detalles. Ninguno de ellos, al menos según lo que se refleja en la página del Concejo Deliberante, fue enviado al cuerpo legislativo, por lo que no requieren su aprobación o aún están en ciernes.

Otro de los anuncios rimbombantes del jefe comunal fue la instalación defotomultas en Mar del Plata. Hasta el momento, más allá de las precisiones dadas por el Secretario de Gobierno acerca del convenio con la Universidad Tecnológica Nacional, tampoco se conocen plazos y alcances. No hay un proyecto concreto.

Sin que Arroyo le marque la cancha y le imponga los temas de debate, el Concejo Deliberante arma su propia agenda y le suma dolores de cabeza al jefe comunal. Hoy, por ejemplo, fue citada Vilma Baragiola para que explique los operativos que Desarrollo Social lleva a cabo para abordar la problemática de gente en situación de calle, luego de que se produjeran dos muertes.

El tema de cultura y educación sigue formando parte de la agenda de la oposición, que también hace hincapié en la problemática de la salud municipal, especialmente con el secretario de Salud, Gustavo Blanco, en un viaje a Estados Unidos, que deberá ser aclarado cuando vuelva a Mar del Plata. Por un lado, el municipio se encargó de difundir actividades vinculadas a la gestión que el coordinador de gabinete mantuvo en el país del norte, pero por otro trascienden fotos junto a su familia disfrutando de la playa.

El oficialismo, en tanto, busca algo de aire con el caso Pulti. El exintendente pasó por la Fiscalía de Delitos Económicos y dejó un escrito a modo de declaración indagatoria. Ahora, la meta es vincular al exintendente con el resonante caso de corrupción protagonizado porJosé López, algo que resulta sencillo en el plano de los medios, pero casi imposible en el terreno judicial. El líder de Acción Marplatense trata de instalar que se lo acusa de pagar sueldos, una exageración que esconde algo de realidad: los delitos que se le endilgan están más vinculados a lo administrativo que a la corrupción.

Mientras todo esto ocurre, Arroyo sigue padeciendo cada vez que se cruza con periodistas que lo someten a preguntas incómodas que preferiría no responder. Proyectos que acaparen la atención de los medios servirían para dirigir las discusiones a un terreno más amigable, pero hasta ahora brillan por su ausencia.

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