Arroyo entre crisis financiera y la presión sindical, dispuso ajustes

Ante la acuciante situación financiera del municipio el jefe comunal Carlos Arroyo, dispuso el recorte de las horas extras y el congelamiento de las vacantes para el ingreso a la planta permanente y el no pago de licencias gozadas.

 

La medida que procura economizar gastos se complementa con la agilización de los trámites de jubilación del personal que ya está en condiciones de acogerse a ese beneficio.

El número de los cuales ya es materia de disenso entre el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Ejecutivo, quien asegura que la cifra asciende a 300, en tanto que el secretario Adjunto del STM, Daniel Zacarías, salió al ruedo afirmando que se trata “solo de 30”, advirtiendo que el gremio prestaría su consentimiento condicionado a que a esas personas no se las jubile “de manera compulsiva, sino analizando la situación de cada trabajador”.

Confrontado ante el imperio de las circunstancias que han puesto al municipio en terapia intensiva, el ajuste dispuesto por el hombre del “impermeable gris” podría abrir un nuevo frente de conflicto con un sindicato empeñado en demostrar que si no se le reconocen las prerrogativas que detentaba en la gestión anterior, no dejará de sembrar piedras en el camino de Carlos Arroyo.

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