Arroyo vs docentes: claves para entender “un error histórico”

Arroyo vs docentes: claves para entender “un error histórico”

La última polémica protagonizada por el intendente Carlos Arroyo es justamente la más polémica. No se trata de una frase estridente o una pelea con la gobernadora o algún concejal. El jefe comunal decidió reducirles el sueldo a los docentes municipales. Lo hizo con el argumento de corregir un “error histórico” y con el matiz de que no se les descontará plata, sino que no recibirán los futuros aumentos (estiman que durante un año y medio o dos) hasta que el sueldo que consideran correcto llegue a lo que hoy perciben.

 

La decisión de Arroyo, impulsada por los secretarios de Hacienda y Educación Hernán Mourelle y Luis Distéfano, contiene errores de concepto y también políticos. En primer término, no se trató de un “error histórico”, tal como lo definieron. Este miércoles, lo aclaró la exsecretaria de Educación Emilia Brahim, quien formó parte de la comisión que a fines de los ’80 acordó esta bonificación para los maestros del sistema educativo municipal, el más grande de toda la Argentina, por cierto.

La decisión política de otorgarles un plus a los maestros de las escuelas municipales también fue ratificada por otro secretario de Educación que prefirió no hablar públicamente para evitar la polémica. Se eligió que los docentes del sistema educativo de Mar del Plata (porque solo pueden ingresar por concurso, porque no pueden llevar su cargo a otro distrito, entre otros argumentos) cobren mejor que los docentes bonaerenses.

El intendente, en cambio, defendió el decreto con el escudo de la transparencia. “Descubierto el problema, mi deber como administrador transparente es hacer cumplir la ley”, le dijo Arroyo a 0223 en una entrevista. El “error” según Arroyo es que los docentes municipales cobran por trabajar 35 horas semanales cuando en realidad están frente a clase entre 20 y 22. Se trata de una discusión eterna: todos saben que la tarea del docente no empieza ni termina en el aula. Hay que planificar clases, corregir, preparar tareas y demás.

La cuestión tal vez hubiese sido distinta si en lugar de recortar la bonificación por el presunto error hubieran propuesto adecuarla: capacitaciones, aportes extracurriculares. Así, tal cual se implementó la medida, parece que el único interés del intendente y su equipo es ahorrarse 250 millones de pesos al año.

Con 250 millones de pesos al año se puede:

Reparar la totalidad de las escuelas municipales de la ciudad

Construir 10 nuevas escuelas y jardines de infantes

Renovar el mobiliario, proveer de material didáctico y equipo informático para cada alumno

Con esos argumentos, en un video difundido a través de las redes sociales, el municipio buscó justificar la decisión. ¿Y 250 millones de pesos no sirven para pagarles mejores salarios  a los maestros? ¿Por qué se debe elegir entre tener escuelas reparadas y docentes con salarios dignos?

Si desde lo conceptual la decisión tiene algunos flancos débiles, desde lo político es mucho más endeble. El secretario de Hacienda Hernán Mourelle intentó comparar este episodio con una de las primeras batallas que libró contra el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), cuando denunció que 25 dirigentes de la cúpula cobraban el salario sin ir a trabajar. Volvió a deslizar la idea de beneficios ilegítimos por pate del gremio y de que esa plata “se la quitaron a los vecinos”.

Son lisa y llanamente situaciones incomparables. Que 25 dirigentes gremiales cobren su sueldo del municipio sin cumplir con su tarea en nada se parece a que todos los docentes del sistema educativo de General Pueyrredon cobren una bonificación, que les permita tener un mejor salario que los docentes de las escuelas bonaerenses.

El secretario de Hacienda buscó con esos argumentos conseguir cierto apoyo popular, tal cual había ocurrido con la decisión de no pagarle el sueldo a la cúpula del STM, en tiempos en que el gremialismo cuenta con un fuerte descrédito social. Pero esa misma sociedad que cuestiona a determinados dirigentes reconoce que los docentes cobran menos de lo que deberían.

Tras las protestas de los docentes municipales, este miércoles el Concejo Deliberante se unió para rechazar la decisión del Ejecutivo: todos los bloques, a excepción de la Agrupación Atlántica, aprobaron la decisión de interpelar a Distéfano y Mourelle. No es un dato menor. Apenas unas horas antes, el radicalismo y Crear habían salvado a Arroyo de ser interpelado por la crisis institucional que atraviesa el Concejo Deliberante. Se trata de un reclamo salarial de empleados del cuerpo legislativo, que acordaron un incremento con el presidente del cuerpo, pero que el Ejecutivo no quiere implementar. Y pese a que todos los concejales rechazaron la intromisión del Ejecutivo, el martes entendieron que una interpelación al intendente era demasiado. Apenas 24 horas después, todos se unieron: reducirles el sueldo a los maestros es un límite que pocos están dispuestos a cruzar. No se trata de un error histórico, es un error que lo podría dejar en la historia.

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