Con Arroyo en caída, cruje CAMBIEMOS; ¿el PRO? sin reacción, especula

Con Arroyo en caída, cruje CAMBIEMOS; ¿el PRO? sin reacción, especula

En la actividad privada técnica y rigurosamente sería convocatoria de acreedores. Algún síndico en su papel de tal, se sentaría sobre la caja. Hoy la MGP es inviable y no recauda para pagar sueldos, abre sus puertas todos los días, pero su funcionamiento es sostenido con una tasa del 62 % sobre el saldo en rojo. 

Inviable en una tendencia hacia el abismo. Ha multiplicado su giro en descubierto para enfrentar pago de sueldos. Se estima que el mismo tocará su techo a fin de mes, cuando el SAC (Sueldo Anual Complementario) obligue a duplicar el máximo de su giro en rojo, para aplacar también hasta la exigencia de Camioneros, de la privilegiada contratista de la recolección de residuos.

El tren fantasma estacionó el 10 de diciembre frente a la Municipalidad, y alguien se tragó la llave. En las últimas horas la visita del vicegobernador Daniel Salvador, ha sido un auspicioso gesto de la UCR, una señal amable de hospitalidad política, casi en una maniobra de rescate o resucitación, el n° 2 de la Provincia tiene representatividad y experiencia para entender este juego de enredos.

Sin auxilios de fondos frescos ni blandos, hoy el contribuyente ha decidido cómo hacer frente a los pagos de las facturas de luz y gas, el cobro de la TSU se derrumba y hasta la televisión por cable tiene mejores índices de pago. El colosal sobredimensionamiento, la deuda de una herencia maldita completan la tormenta perfecta, que debe capear Gustavo Schroeder, quien con sólo 12 días en su cargo, ya ha tomado cuenta del cepo que hay en Nación y Provincia, para gatillar aire fresco, léase ATP o ATN.

La fórmula CAMBIEMOS, electoralmente exitosa, agota las expectativas favorables en su tránsito de gestión. Arroyo no es Martiniano Molina ni Diego Valenzuela, ni Ramiro Tagliaferro, ni Martín Yeza, y esta lectura tiene impacto e incidencia política. Hoy las botoneras de las soluciones, las manejan Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, de manera excluyente. En el análisis del gasto, el asistencialismo sigue siendo un retén para evitar eventuales desbordes sociales, y tanto Mauricio como Mariu han apelado al mismo matafuego para apagar los distintos  incendios.  Arroyo hizo lo imposible para su aislamiento, hasta pareció incentivarlo, no hay conexión ni feeling político, el intendente no es un peregrino de los globos amarillos, y sin vasos comunicantes, Agustín Cinto, Gustavo Blanco y Juan Aicega, forman parte del decorado.

Hoy los mismos sondeos de opinión, de reconocida consultora marplatense, que lo dieron ganador en las PASO,  lo  ubican al intendente con un sumando francamente desfavorable y a esta altura casi irreversible. Esta es la única causa, por la cual la gobernadora llegó al domicilio de la corrupción en Mar del Plata, el del empresario Florencio Aldrey Iglesias, socio de Daniel Scioli, sobre quien Lilita acaba de descerrajar una artillería de denuncias, que incluye a ambos dentro del mismo combo.

Cuál es el lugar que ocupa Mar del Plata en el orden de prioridades oficialistas, es una incógnita. Cuánto tiempo sostener a Arroyo forma parte del dilema. El paraguas de los escándalos de Lázaro Báez, Cristóbal López y una matriz de corrupción jamás vista alumbrada por el kirchnerismo, son pulmones que siguen manteniendo con aire la llama de CAMBIEMOS.  No obstante, hay crédito en la Nación y en la Provincia, que obviamente no es el modesto saldo de la gestión municipal de Arroyo, que ya está cayendo en los brazos de los usureros políticos. ¿Hasta dónde llegará el cupo del empeño? No hay demasiado optimismo, ni a la tasa de los fondos buitres.

El paquete con la UCR, la Coalición Cívica, Agrupación Atlántica fue la oferta que compró la ciudadanía el 25 de octubre de 2015. A 180 días de gobierno, distintos sondeos marcan un pronunciado descenso en la imagen positiva y calidad de gestión de Carlos Fernando Arroyo, quien más allá de la pésima herencia recibida, se observa desbordado, desconcertado, llamativamente lento y ausente, ante una red de problemas que lo están envolviendo y sofocando.

Desde el minuto uno, mdphoy.com en forma exclusiva fue advirtiendo y adelantando, que la conjunción de partidos políticos era el alquiler de un vientre político, cuyo embrión estaba constituido para desplazar del poder al gobierno municipal kirchnerista. Logrado ese objetivo, el gobierno municipal no ha logrado disimular sus limitaciones para enfrentar una administración complicada, sin recursos, vaciada, desequilibrada, pero sin los mecanismos propios de gestión necesarios para capear ese frente hostil, que no sabe de respiros.

Si leemos correctamente la hoja de ruta, podremos observar que tanto Ernesto Sanz como Elisa Carrió han salido del GPS, no hay referencias locales,  y las señales en Mar del Plata son la ignorancia por un lado, y por el otro los aplausos a “Toty” Flores, quien en la mesa de Mirtha, trató de mediocres a los políticos marplatenses, casi como insufribles o algo parecido. El estado de la ciudad ratifica al compañero de fórmula presidencial de Carrió.

La suerte está echada. A tal punto que desde el “novoarroyismo” que frecuenta a Sáenz Saralegui se reconoce que“haberlo sacado a Gustavo (Pulti) es lo único que se ha conseguido” y agregan con resignación “todavía no sabemos cuál es el costo”, es decir que ya se evalúan los gastos en el propio plantel del intendente.

Muy atrás quedó el “Pepe” Mujica que mediáticamente instalaba Emiliano Giri, quien se sostiene como diputado provincial suplente por CAMBIEMOS, mientras aparece como protagonista serial de hechos delictivos de distinto calibre, siempre vinculados al manejo turbio de fondos relacionados con la especulación financiera y presunto lavado de activos. Giri enarboló la bandera del PRO, fue presidente del EMTUR, desde donde a pesar de su renuncia también se fue sucio, por su intervención en licitaciones y adjudicaciones del ente de Turismo. Según se ha publicado, aún se lo puede observar públicamente en compañía de algunos de sus compañeros de lista de CAMBIEMOS. Giri fue quien impulsó a Carlos Arroyo y Guillermo Arroyo, escondiéndolos como estrategia de campaña, no visibilizarlos, fue la práctica de otro fraude como lo ha demostrado en casi todos sus perfiles.

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