Por arriba de la barrera

Por arriba de la barrera
Cristian D'Addato pasó la línea de los 100 goles en el ámbito marplatense y junto a El Atlántico repasó el camino completo. “Es un hobbie y una pasión que a veces tiene muchas amarguras”, dijo el delantero que juega en Urquiza
Cristian D'Addato está dentro de dos grupos selectos. Primero, porque puede hacer lo que ama, que es jugar al fútbol, en un medio amateur como es la competencia marplatense. Y segundo, porque ese sacrificio da recompensas, como por ejemplo, la que ha obtenido en los últimos días, al llegar a los 100 goles.

El delantero de 33 años nunca olvidará el sábado 13 de julio, cuando por la fecha 13 del Apertura llegó a la cifra tan deseada al marcarle dos tantos a Argentinos del Sud.

Tiempo después del logro, D'Addato recibió en casa de sus padres a El Atlántico para repasar el camino hacia esa marca. Su mamá Miriam preparó una picada exquisita y abundante, su novia Maru lo acompañó como siempre y Fernando, ese hermano que siempre está, no se perdió la cita y vía Skype participó desde Londres. También pasó Ariel Bosotina, futbolista y amigo del protagonista de la historia.

“No es fácil llegar”, lanza el goleador que admira a Batistuta, Ronaldo, Palermo, el “Pipita” Higuaín y Falcao. “Hacer 100 goles, salir campeón, goleador de un año y ganar el Lobo de Mar son cosas lindas para un jugador amateur que le pone mucho empeño y deja de lado muchas cosas. Cuando lo hacés con pasión y te apoyan, está bueno”, agrega el profesor de educación física que ejerce en un colegio privado y además le da una mano a su papá Oscar con algunos negocios.

Cristian D'Addato debutó en 1997, en 1998 pasó a Argentino de Quilmes donde estuvo seis meses y además, a principios de la década de 2000 trabajó en España. “Esto es un hobbie y una pasión que lo hago porque me dan los tiempos, fuera de mi ámbito laboral”, remarca quien cuando era pequeño observaba a jugadores como Dante Albornoz y Néstor Verdinelli en Norte, a Bermegui en Kimberley, a Débole, al “Tato” Vidal y Oscar Delarroca entre otros.

-¿Te acordás del primer gol?

-Claro. Fue en Norte. Jugué los últimos cuatro partidos de titular y en el primero hice mi primer gol. Fue en la cancha de Colegiales, que ya no existe más. Fue contra Almagro Florida y ganamos 2-0.

-¿Cómo fue?

-“Bachi” Varela, un compañero de toda la vida en la 80 de Norte, tiró el centro al segundo palo y cambié la trayectoria de la pelota.

-¿Los 36 en "Chapa" marcan tu mejor momento?

-Puede ser. Realmente me asombré cuando le pedí las estadísticas al periodista Sebastián Barbería en 2011, porque hice 65 goles en los últimos 4 años. En San José había hecho varios, no me pude consolidar y en “Chapa” fue el despegue.

-Haber hecho la mayoría de los goles en los últimos años, ¿es por casualidad, cambios en tu juego, conformación de los equipos, madurez tuya o un poco de todo?

-Fue madurez, encontrar cada vez más la ubicación dentro del área y trabajar. El primer año en “Chapa”, con Claudio Mordcovici pateaba 180 pelotas al arco todos los martes. Tenía que patear la 1 y la 180 con la misma intensidad. Me ayudó la sumatoria de partidos, la experiencia y el perfeccionamiento. Ahora entiendo mejor el juego.

-Lo nombraste a Mordcovici, ¿pero hubo otros técnicos que te ayudaron?

-Recuerdo a Carlos Montenegro, a Eduardo Ponce en Norte, a Luis Nicoletti y a Damián García. También a Hugo Melcon en San Lorenzo y River. De todos he sacado cosas positivas y sigo sacando. Sigo aprendiendo.

-¿Y con qué compañeros te entendiste mejor y fueron colaboradores claves para llegar a 100 goles?

-Con el “Pilu” y con el “Pipi” Scoles. Con Guido Castro, que lo tuve en “Chapa” y ahora también. Siempre hablamos de las sociedades del wing y el “9” con él. Todo equipo tiene que tener sociedades en ataque. Con Fede Moreira en San José. En cualquier momento te dejaba frente al arco para resolver. Es un distinto del fútbol. Tengo muchos compañeros más. Pero los socios con los que me sentí cómodo, son esos.

-¿Cómo fue el momento de hacer el gol 100?

-Todos me preguntaban cómo quería hacerlo y yo decía que de cualquier forma menos de penal. Y lo hice de penal. Empecé el año y me faltaban 11. Mi hermano me decía que tenía que llegar antes que él se fuera. Me faltaban dos cuando jugamos contra Argentinos del Sud, y pude hacer el primero en el primer tiempo. Después vino el penal, y agarré la pelota muy tranquilo. Justo atajaba el “Flaco” Budroni, que me conocía de River. Así que le cambié el palo y fue un desahogo. Aparte había ido mi hermano que está siempre, la “Flaca”, mi novia, que se trepó al alambrado. Fue un premio por hacer algo que a veces tiene amarguras.

LOS MÁS LINDOS

“El primero porque es el primero y lo hice con una camiseta que tiene mucho peso en la familia. Voy a volver a retirarme en Norte”.

“En el 2005, en San José hice uno muy importante contra Argentinos del Sud en cancha de Mitre. Minuto 93, ganamos 2 a 1 y fue un desahogo tremendo. Fue cuando recién empezábamos a hacer ruido con San José. Fue la primera clasificación”.

“Recuerdo todos los del día de los cinco goles a Racing”.

“El 100 no fue lindo porque fue de penal, pero es especial porque llegué a los 100”.

SUS 101 GRITOS

2 en Norte

8 en Atlético MdP

3 en Independiente

2 en Mitre

14 en San José

4 en San Lorenzo

36 en Chapadmalal

6 en El Cañón

14 en River

12 en Urquiza

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