Dos argentinos conducen una firma con sede en Seychelles vinculada al caso Báez

Un financista y un abogado son los dueños de Aldyne, clave en la trama de lavado

Un reporte de operación financiera sospechosa del gobierno de las islas Seychelles sostiene que los dueños de Aldyne, una firma domiciliada en esas islas einvestigada en el caso Báez, son dos argentinos, según informó ayer el diario Clarín.

El reporte es del 23 de agosto de 2013 y presenta como propietarios de la firma al corredor de bolsa Jorge Antonio Galitis y a un abogado cuyo nombre no se revela en la publicación de ayer.

Aldyne tiene relación con la firma Helvetic Services Group, que se quedó con la financiera SGI, conocida como La Rosadita y que pertenecía a Federico Elaskar. Él declaró ante las cámaras de TV que lo habían obligado a desprenderse de su empresa y que Helvetic, que figuró después en los papeles como nueva propietaria de SGI, escondía al empresario Lázaro Báez, que era en realidad el nuevo dueño de la financiera. Después, Elaskar se desdijo. En la misma línea, el fiscal José María Campagnoli, que investigó la venta de SGI, dejó asentadas sus sospechas de que Helvetic era de Báez. El contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, fue quien se hizo cargo del manejo de la financiera.

Helvetic Services Group es una firma suiza que se habría utilizado para que terceros pudieran comprar empresas sin que sus identidades se conocieran, de acuerdo con la investigación judicial. Como tal, habría sido un vehículo utilizado por distintos empresarios. Se creó en 2005 en la Vía Alla Sguancia 23, Pazallo 6912, de Lugano, Suiza.

Aldyne -la empresa cuyos propietarios revela el reporte- funcionaba como "administradora" de una serie de empresas. Según la investigación, administró compañías que figuran a nombre de Helvetic. Una de ellas es Eyden Group, que aparece como propiedad de Helvetic en un ciento por ciento en los registros del Boletín Oficial de la Argentina. Fue creada en Las Vegas, Nevada, y es administrada por Aldyne. Además de Eyden, Aldyne figura en los registros de Nevada como administradora de otras 133 firmas más.

Helvetic Group también le compró en 2008 el 4% de la sociedad Continental Urbana Sociedad Anónima Inversora al banquero Jorge Brito, de acuerdo con documentación oficial. Además, Helvetic apareció relacionada con el empresario argentino Carlos Wagner, vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción. Hace dos meses, la Justicia ordenó medidas para investigar una transferencia de fondos por 16,5 millones de dólares hecha por una firma de Wagner a Helvetic. Wagner dijo a LA NACION que su empresa hizo una operación por un desarrollo hotelero en Punta del Este y que, hasta donde sabe, Helvetic es una empresa fiduciaria suiza donde se deposita el dinero a cuenta si no está concluida la operación. También negó cualquier sociedad con Báez, y dijo que su relación es de competidores. Además, en una entrevista con Perfil, afirmó que Helvetic es "un fideicomiso que utilizan personas para poner activos y reducir su patrimonio".

En cuanto a Elaskar y SGI, el fiscal Campagnoli impulsó una investigación para determinar si era cierto que a Elaskar lo habían obligado a desprenderse de su empresa. El fiscal -que hoy enfrenta un juicio político- consideró que había pruebas suficientes para citar a Lázaro Báez a declarar en indagatoria por extorsión. Campagnoli fue declarado incompetente y la causa pasó a la justicia federal, donde el fiscal Guillermo Marijuan consideró que no había elementos para sostener la extorsión y promovió el cierre de esa causa. Marijuan sostuvo, no obstante, que las pruebas reunidas por Campagnoli eran útiles para el caso por supuesto lavado de dinero en el que Báez está imputado.

BAJO LA LUPA DE LA JUSTICIA

Lázaro Báez

Empresario santacruceño

Venta forzosa

Según declaró Federico Elaskar, fue forzado a vender su financiera, SGI, a Helvetic, y que Lázaro Báez era en realidad el nuevo propietario.

Vínculos sospechosos

Helvetic a su vez tiene nexos con Aldyne, firma con sede en las islas Seychelles e investigada en la trama de presunto lavado; ahora se conoce quiénes son sus dueños.

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