"Argentina no vuelve para atrás"

El ministro de Seguridad y primer candidato a diputado de Juntos por el Cambio se muestra optimista de cara a las elecciones y dice que “el país no quiere volver a las cadenas nacionales”. La campaña y las críticas a los K y a Sergio Massa.

Cristian Ritondo no anda con vueltas de cara a lo que viene. Afirma que va a ser el presidente de la Cámara Baja de la Nación y que le gustaría que su sucesor sea su actual segundo, Vicente Ventura Barreiro. El primer candidato de la lista de diputados recibe a La Tecla en su despacho del piso 19 del Banco Provincia (CABA). Recibe, literal. “Pasen, muchachos”, señala el ministro de Seguridad, tras asomarse al pasillo que hace las veces de sala de espera. 

¿Café, mate, gaseosa? Luego de los ofrecimientos de rigor y de acordar con el fotógrafo que las tomas las hacen después de la nota, se anima a manifestar que lo esperan una campaña áspera y una elección difícil. Eso sí, no piensa renunciar al cargo de ministro. En diciembre se convertirá en el responsable de Seguridad que más tiempo permaneció en funciones durante la democracia. “Evaluaremos con la Gobernadora si es necesario pedir licencia”, completa. Y reitera: “Renunciar, no”. 

-¿Qué le aporta Cristian Ritondo a la dura campaña que llevan adelante Mauricio Macri y María Eugenia Vidal?

-Creo que le puedo aportar la experiencia de mi paso por la Legislatura porteña. La idea es consolidar lo que han hecho María Eugenia Vidal en la Provincia y Mauricio Macri a nivel nacional. Voy a ser un defensor de los intereses de los bonaerenses, de lo ya logrado, como tener nuevamente el Fondo del Conurbano. No vamos a dejar de pelear para que la Provincia tenga una coparticipación consecuente con lo que aporta, para, entre otras cosas, poder seguir trabajando en la infraestructura que necesita toda la población.

-En caso de triunfo se lo menciona como presidente de la Cámara de Diputados. ¿Eso está asegurado?

-Me lo ofrecieron el presidente Macri, Marcos Peña, María Eugenia Vidal y Federico Salvai cuando me dijeron que iba a encabezar la lista de diputados nacionales. 

-Un sector del radicalismo dice que eso está por verse, que ellos van a proponer al actual gobernador mendocino, Alfredo Cornejo.

-Yo no participé de ninguna charla; tuve el ofrecimiento en febrero, hecho por Marcos Peña y por el Presidente, que ya me lo había adelantado la Gobernadora. Ellos me ofrecieron ser diputado para que, en caso de que ganemos, sea el presidente de la cámara. Hay que entender que es una relación cómoda para Mauricio: yo fui el presidente de la Legislatura en la Ciudad cuatro años y dos presidente de bloque cuando él era jefe de Gobierno.

-¿La situación económica es el mayor desafío para contrarrestar por parte del oficialismo? 

-Sabemos que es una situación difícil, que muchos vecinos sufren este presente. Nosotros tratamos de estar al lado, acompañando. La pobreza nos duele, por supuesto. Pero hay que destacar que no es algo nuevo. La diferencia es que para nosotros no es estigmatizante medirla, mostrar los números. Es la manera de atacarla, de trabajar sobre ella. En cuanto a la economía, este es un país que está sentando las bases para salir de una muy mala situación estructural que viene desde hace muchísimo tiempo. Por ejemplo, la inflación ha sido siempre una constante. Y lo va a seguir siendo si se sigue gastando más de lo que se recauda. Hay que ir en busca del equilibrio fiscal, sin perder de vista que hay que continuar con las obras de infraestructura, centrales tanto para el país como para la Pro-vincia. Se están conociendo datos muy positivos, entre ellos, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que nos va a permitir a los bonaerenses tener más trabajo y un fuerte crecimiento.

-Una de las grandes críticas que se le hacen al Gobierno es el incumplimiento de las promesas de campaña, como la quita total del impuesto a las Ganancias y pobreza cero. ¿Se van a cuidar más en ese aspecto?

-En Ganancias hubo una baja, tanto para lo personal como para lo empresarial. Y hay que decir también que la Pro-vincia ha hecho un gran esfuerzo en bajar la presión tributaria, por ejemplo, en lo concerniente a Ingresos Brutos. Y pobreza cero es un desafío para nosotros. Queremos se-guir trabajando para lograr que no haya más pobres en Argentina.

-Esto de que en cada frente electoral hay mucha mezcla, ¿es el fin de los partidos políticos en Argentina?

-Creo que hay una reconstrucción sobre la visualización que tenemos de la Argentina y por dónde queremos salir. Hay una parte que entiende que todavía podemos insistir con el populismo y se agrupa en el Frente de Todos; y hay quienes entendemos que la Argentina tiene que tomar medidas definitivas para que no seamos una generación que va a seguir viviendo con inflación, aislada del mundo, donde tengamos una matriz energética de crecimiento, que podamos pensar a largo plazo. Son ideas de país diferentes. Hay quienes no pueden hacer una crítica sobre la dictadura de Maduro y piensan que Venezuela e Irán tienen que ser nuestros aliados, y hay quienes pensamos que Argentina tiene una integración al mundo más importante. No quiero volver al país donde la fragata Libertad no pude salir del puerto.

-¿Qué opina de lo visto hasta ahora de la campaña de la oposición?

-Vi poco. Creo que apostar a la desesperanza es melodramático. Si la esperanza es volver para atrás, los argentinos ya perdieron esa esperanza; para atrás no se vuelve.

-¿No vuelven más, como se dice en las redes sociales?

-La Argentina no vuelve para atrás. Los argentinos no quieren volver a vivir la cadena nacional; quedarnos sin gas, sin luz; el cepo cambiario; el pacto con Irán; gastar plata en el Fútbol para Todos; empezar obras, inaugurarlas cuatro veces y nunca terminarlas; que la única solución para que haya trabajo sean los planes del Estado. Había lugares con diez telefonistas y un solo teléfono. En esas cosas, la gente no vuelve más para atrás.

-¿Axel Kicillof es mejor candidato que Aníbal Fernández? ¿Va a ser más dura la batalla?

-Habrá que ver. No elijo los candidatos de las otras fuerzas. Habrá que ver en el tiempo cuál de los dos fue mejor candidato. Igualmente hay que decir que Aníbal conocía más la Provincia de lo que la conoce Kicillof.

-¿Usted dice que necesita un GPS?

-No, lo que digo es que conocía más la Provincia; había sido intendente, ministro del Interior. Su militancia se desarrolló en la Provincia. Ahora me parece que es candidato en Pinamar. Antes veraneaba en Gesell, no sé desde cuándo es de Pinamar (risas).

-¿Se puede ganar en primera vuelta, como dice Pichetto?

-Es una posibilidad. Cuando uno es gobierno, en la campaña tiene que mostrar lo que hizo, y hacia qué país lleva eso que se hace.

-Cuando arranque la campaña de manera oficial, ¿va a pedir licencia, va a renunciar?

-No, renunciar, no. Si es posible y la Gobernadora me lo permite, quiero cumplir el mandato completo como ministro de Seguridad. Evaluaremos con la Gobernadora si es necesario un pedido de licencia para los días que exista una incompatibilidad entre mi función y la campaña electoral.

-Es todo un récord que un ministro de Seguridad inicie y termine el mandato junto con el Gobernador, Gobernadora en este caso.

-Entiendo que soy el ministro que más duré en democracia, inclusive sumando los dos períodos de León Arslanián.

-¿Volvería?

-¿A dónde?

-Al lugar del que todavía no se fue.

-No (risas). Necesito un tiempo largo de descanso. Este es un cargo que no solo afecta a uno en lo personal, sino a toda la familia. Mis hijos son chicos, todavía, y tengo que tratar de darles más tiempo como padre. No quiero estar ausente en la edad de crecimiento. Este trabajo es las 24 horas de los 365 días del año. Juego al fútbol con el teléfono encima o freno el partido cada cuatro minutos para ver si tengo algún llamado importante. En el cine me he levantado cuatro veces durante la película para atender el celular. Muchas veces me he tenido que ir de una cena familiar o de un cumpleaños. Como estas, mil anécdotas. 

“El robo en la vía pública sigue siendo un tema que nos preocupa”

-¿Qué reclamos le hacen los vecinos cuando anda de recorrida?

-Lo primero que tengo que decir es que, en general, los reclamos son legítimos, nunca me encuentro con reclamos disparatados o imposibles. Muchas veces, lo que hay que hacer es contar lo que estamos haciendo. Nuestro gobierno puede contar tranquilamente todas y cada una de las tareas que hizo en estos tres años y medio en todas las áreas. Y todos los datos comparativos con los anteriores gobiernos son siempre mucho mejores. 

-En el área suya en particular, ¿cuál es el principal punto que falta?

-Mientras haya un robo, mientras haya un homicidio en ocasión de robo, siempre nos va a faltar. Bajamos un punto por año de homicidio doloso en la provincia de Buenos Aires, o sea que bajamos casi 4 puntos; es muchísimo. 

-¿En qué aspecto hubo mejores resultados y en cuál menos?

-En una primera etapa debemos decir que los mejores resultados estuvieron en el delito complejo. Hace más de dos años y medio que no hay un secuestro en la provincia de Buenos Aires. Además logramos reducir el secuestro exprés. Si comparamos el primer semestre de 2015 con este primer semestre de 2019 estamos en un 70 por ciento menos. En tanto, en lo que tiene que ver con el delito automotor llevamos adelante una política muy importante. Bajamos los robos 16,1 por ciento. Si a ese número lo llevamos a la cantidad de autos, ya que hoy circula una mayor cantidad, la baja asciende al 22 por ciento.

-¿Cuál sería el talón de Aquiles?

-El robo, el asalto, el atraco en la vía pública sigue siendo un problema que nos preocupa y nos ocupa. 

-¿Tan difícil de solucionar es el tema de los motochorros?

-No, no es tan difícil, pero sí es complejo. Y no solamente acá, sino que fue complejo en todos los lugares en los que existió. Nosotros mandamos una ley para que haya una herramienta más. El número de secuestros que hay de motos vinculadas a delitos es enorme, pero la dificultad está en que es un delito que no se da en un solo lado. Ponés presencia policial en un lugar y al otro día los robos en motos se dan a tres o cuatro cuadras, y así sucesivamente. El tema pasa más por la identificación de las motos que por la pelea que somos capaces de dar en el día a día. 

“Massa está dando un gran paso hacia atrás con su candidatura”

-¿Imaginaba que su rival directo, boleta contra boleta, iba a ser Sergio Massa?

-No. Sí me lo podía imaginar dentro de otra fuerza, pero no dentro del kicrhnerismo.

-¿Qué análisis hace de eso?

-No puedo juzgar a nadie, ni oculto la amistad de hace muchos años con Sergio, pero me parece que para él es un gran paso hacia atrás. El se había impuesto una cuestión de equidistancia, garantizando gobernabilidad. Pero ahora, detrás de Massa está La Cámpora, detrás de Alberto está Cristina, y detrás de (Matías) Lammens, también; o sea que es como jugar a las escondidas, porque el poder centralizado sigue estando en Cristina, y los argentinos saben qué es lo que vamos a votar tanto en las primarias como en la elección de octubre.

-¿No es parecido a lo que hizo Pichetto?

-No. 

-¿Por qué?

-Por varias cosas. La primera es porque Pichetto estaba en una fuerza alternativa hasta que se destruyó, y el propio Sergio fue parte de esa implosión. Segundo: Pichetto viene en carácter de amplitud de este espacio. El discurso de Massa hasta no hace mucho era que el kirchnerismo y Cristina no podían volver nunca más, y lo que hace hoy es tratar de facilitar el regreso.

-¿A ustedes les facilita la campaña que atrás de Alberto Fernández esté Cristina y atrás de Massa esté La Cámpora?

-No es que nos facilite o no. Acá, lo que hay que tener claro es qué representan. Cuando voceros de ellos salen a hablar de la Conadep del periodismo; de arrasar con la Justicia; de repasar las causas de la corrupción; y siguen insistiendo con estadísticas de su gobierno que fueron falaces y mentirosas; cuando son, junto con campesinos de la agricultura francesa, los únicos en el mundo que no se ponen contentos con un acuerdo del Mercosur; lo que uno ve es que representan la misma política que la Argentina decidió cambiar.

-De ese tipo de voceros hay de los dos lados. Carrió dice “Gracias a Dios se murió De la Sota”, y Fernando Iglesias dice que Carr hace campaña con el frío.

-Dentro de nuestro espacio podemos tener diferentes visiones y apreciaciones. Yo no me pongo contento porque De la Sota se murió, y Juan Carr trabaja muchísimo con la provincia de Buenos Aires, conmigo principalmente, y no creo que esté haciendo una campaña. Es la forma de Juan Carr, que siempre ha utilizado. Pero del otro lado lo están diciendo hombres que fueron miembros de la Corte Suprema, hombres que son parte de su gobierno. Yo no me refiero a lo que dice (Luis) D’Elía, (Julio) De Vido, porque si seguimos, los voceros son todos. 

“Había que blanquear que Argentina no era un país de paso” 

-¿Qué evaluación hace de la batalla que se lleva adelante contra la droga?

-Es una lucha de todos los días. Lo primero que hicimos en la pelea contra el narcotráfico es desviar el camino hacia el que se iba, que era el camino de la resignación. Había que blanquear que la Argentina no era un país en el que la droga, simplemente, estaba de paso. Se consumía de gran forma, se comercializaba, se estiraba y, además, se producían algunas drogas. Esa situación hizo que ha-ya un Estado ausente en la lucha contra el narcotráfico, lo que permitió que algunas bandas se organicen y multipliquen el narcomenudeo. Por supuesto, donde más se sufrió este flagelo fue en las zonas más humildes, ya que ahí se refugiaban los narcos, donde, justamente, el Estado estaba ausente. Ahora, las cosas cambiaron: el Estado está presente, de la mano de la Seguridad, Desarrollo Social, Deportes, Infraestructura y Educación, entre otras áreas. Ejemplo de ello son Villa Itatí, Carlos Gardel, La Cava, Puerta de Hierro y San Petesburgo, entre otros barrios.

-En caso de que le dieran la posibilidad de elegir a su sucesor, ¿cuál sería ese nombre?

-Dentro del equipo, Vicente Ventura Barreiro, el actual viceministro; es quien tiene mayor capacidad técnica y ha llevado adelante muchas de las reformas de la Policía que hemos planteado. El tiene a su cargo lo que es la Policía Local, inteligencia criminal, la planificación del ministerio y toda el área de educación. De todos modos, a los ministros los elige la Gobernadora.

-Una de las apuestas del oficialismo es la candidatura de María Luján Rey. ¿Van a hacer campaña juntos?

-A María Luján hace muchos años que la conozco, desde la tragedia de Once. En la Ciudad y en lo que a mí respecta en la Legislatura porteña tuvimos una política activa en relación al tema. A la primera víctima que conocí fue a Leonardo Sarmiento, el hombre que quedó atrapado un buen tiempo en el primer vagón; seguramente todos lo recuerden. Luego se integró a mi equipo en la Legislatura. 

“Lo mejor para todos es que ganen Macri y Vidal”

“Lo mejor para la provincia de Buenos Aires es que la gobernadora Vidal tenga como presidente a Mauricio Macri, porque muchas de las transformaciones que estamos haciendo en la Provincia tienen que ver con este concepto. Venimos del 23 por ciento de coparticipación en el gobierno de Duhalde hasta el 15 por ciento en el último gobierno de Scioli. Esa era la importancia que le daban a la Provincia; lo único que les ha importado han sido los votos, no los bonaerenses”, reflexiona el postulante a diputado nacional.

-Desde este despacho (piso 19 del Bapro en la Ciudad) se ven las dos cúpulas de cobre, la de la Legislatura y la del Congreso. ¿Qué añora de una y qué sueña de la otra?

-De la Legislatura, las transformaciones que hicimos en cuanto a la relación con la gente y las herramientas de transformación que hoy le permiten a la Ciudad seguir creciendo. Hoy veo el Paseo del Bajo y pienso que esa fue una ley nuestra. Cuando veo la Policía de la Ciudad, fue una ley mía. Cuando veo áreas que el Estado tenía inútiles y hoy las puede vender y poner esa plata en educación. Veo un mon-tón de herramientas que en ese momento votamos, sacamos, consensuamos; el bloque nuestro nunca fue mayoría y pudimos lograr transformaciones históricas. Y en el Congreso tendría el mismo camino para adelante, de acompañar al Presidente, lograr consensos, acuerdos amplios que son necesarios para los 

cambios que se necesitan.

“Tengo chicos de la misma edad que las víctimas, fue un gran dolor”

-¿Qué pasó en Monte, qué pasó con esos chicos; se mezcla un poco la doctrina Chocobar?

-No. No hay doctrina Chocobar. En la Provincia hay una ley, que data desde hace tiempo, que tuvo gran consenso en la Legislatura, que está bien hecha; y nosotros tenemos que capacitar y entrenar a la policía con esa ley como marco. Ahí, lo que hubo no fue sólo un exceso, sino un encubrimiento de lo que hizo la policía. Debemos seguir avanzando en 

la investigación y saber por qué fue. Nosotros, como en otros casos, denunciamos, dimos los nombres y le pedimos a la Justicia que los metiera presos.

-Se dice que los chicos vieron algo.

-Ahí hay una mentira. En el audio que se difundió hablan de un lugar que no existe. La Casa del Oso hace seis meses que no está; era un boliche. Ese audio es mentiroso. Si vieron otra cosa en otro lado, no lo sé. Pero tiene que quedar claro, y nosotros le damos todo el respaldo al fiscal. También hay que decir que se descubrió porque los autos tienen ABL (rastreo satelital) y sabemos dónde están. El dinero de la Provincia le permitió al Municipio de Monte tener un centro de monitoreo y cámaras. Todo esto tiene que ver con lo que hemos hecho, como saber qué arma tiene cada policía. Hoy no se puede cambiar el arma, como sí se hacía antes. 

-¿Otra vez la política en el encubrimiento?

-Yo voy a separar a la intendenta Sandra (Mayol) del secretario de Seguridad (Claudio Martínez, detenido); porque por más que hoy sea la candidata del Frente de Todos, es una muy buena mujer, de un corazón inmenso, que nunca estaría encubriendo a nadie. A mi entender, el secretario de Seguridad, también le mintió a ella.

-¿Fue lo peor que le pasó como ministro?

-Sí, porque hay víctimas inocentes. Para que nos demos una idea de lo que es la ciudad, el último 911 había sido tres días antes. Es un lugar de 20.000 personas, donde todos se conocen. Es realmente increíble lo que sucedió, y duele mucho. Tengo chicos de la misma edad y no me entra en la cabeza que quienes te tienen que cuidar hayan hecho eso. Cuando vi que la policía estaba involucrada fue un dolor muy grande.

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