La Argentina logró una reducción del 56 % del trabajo infantil

La Argentina logró una reducción del 56 % del trabajo infantil

Según datos aportados por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, bajo la implementación de acciones contra el trabajo infantil –reconocidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)–, se logró una reducción del 56% de esta problemática.

En el marco del Día Mundial  contra el Trabajo Infantil, se estima a nivel mundial de chicos en el mercado del trabajo ronda los 168 millones, de los cuales 14 millones están en América latina. La tasa promedio es del 9 por ciento.

La Argentina –destacó– ha logrado una reducción drástica del 56%, que llevó la tasa de participación al 3,4% a través de una serie de acciones que fueron promovidas por el Poder Ejecutivo y de la legislación aprobada en los últimos años.

En este marco, un importante aporte fue la ley 26.390, sancionada en el año 2008, que se refiere al derecho de los niños a no trabajar hasta los 16 años y la prohibición de realizar tareas peligrosas hasta los 18.

También la ley 26.727, que modifica el régimen de trabajo agrario y que, en su artículo 64, obliga al empleador a habilitar un espacio de cuidado para atender niños a cargo del trabajador durante la jornada laboral.

Por otro lado, cabe destacar la importante de la legislación aprobada por unanimidad por el Senado en 2013 que tipifica la explotación y el trabajo infantil como delito penal: impone de 1 a 4 años de cárcel. En el marco de acciones promovidas por la Argentina para el combate del trabajo infantil, también se sancionó la ley 26.844, que estableció el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares y que prohíbe la contratación de menores de 16 años.

Según los datos recogidos por la OIT, 115 millones de menores efectúan labores de alto riesgo y una gran parte de ellos se encuentra en Asia. En América latina son 14 millones los niños trabajadores y en la Argentina, 456.000, según el Ministerio de Trabajo. Los sectores donde esto es más común son: agricultura, pesca, servicio doméstico, minería, cartoneo y venta ambulante.

Sin embargo, según datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, en el país –en la zona urbana– cerca del 17% de los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años realiza actividades domésticas de modo intensivo o trabaja por su cuenta para ayudar económicamente a su familia. Asimismo, se calcula que 6,9% realiza únicamente trabajos domésticos como cuidar a sus hermanos menores, preparar la comida y participar de las tareas del hogar; un 8,7% realiza trabajos no domésticos, y un 1,4% realiza ambas actividades.

Sin embargo, en las zonas rurales el trabajo infantil se concentra en la recolección de hortalizas y hierbas aromáticas, el corte de ladrillos y la recolección de leña figuran entre las principales actividades e implican muchas veces el manejo de substancias tóxicas y herramientas peligrosas.

Estos índices se relacionan directamente con importantes cifras de ausentismo escolar: abarca al 9,1% de los niños y adolescentes de trabajadores de 5 a 17 años; mientras que es de 3,9% entre los no trabajadores.

Según lo analizó el fiscal Javier De Luca, “cabe aclarar que actualmente ya existen normas que prohíben el trabajo infantil, pero en el ámbito del derecho administrativo laboral. Los proyectos de penalización en cualquier ámbito de la vida social llaman inmediatamente a la reflexión acerca de la característica de ultima ratio del derecho penal, porque sabemos que no resuelve los conflictos sociales sino que se limita a castigar a los autores de una determinada conducta”.

“Hacer trabajar a los niños es un delito en nuestro país. El trabajo infantil es la forma más perversa de trabajo no registrado y afecta todos los derechos de la infancia, por ello hacer trabajar a los niños es un delito en nuestro país”, señaló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

“La salud de un chico se ve severamente afectada cuando su cuerpo es sometido a tareas laboriosas desde la temprana edad, provocándole daños irreversibles que interfieren en su desarrollo y que a futuro seguramente le generarán impedimentos para obtener trabajos calificados y bien remunerados en su etapa adulta”, sostienen los especialistas.

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