La Argentina, cerca de la electrificación total

La Argentina, cerca de la electrificación total

La cobertura eléctrica nacional asciende a casi un 98% en la actualidad. Herramientas como el PERMER o el Plan RenovAr pueden ayudar a conseguir el 100% al abastecer las necesidades del Impenetrable chaqueño, el delta del Paraná y la Puna.

 

En materia de sustentabilidad, el país persigue un objetivo claro de cara a 2025: lograr que un 20% de su matriz energética esté compuesta por energías renovables. En base a cifras del Banco Mundial, se sabe que en los últimos cinco años la Argentina avanzó mucho en cuanto a su nivel de electrificación, cercano a un 98%. 

Desde la firma especializada Hissuma Solar, se precisó que gracias al incentivo de distintos programas la representatividad de las energías renovables se elevó desde un 2% a principios de 2018 hasta un 4,5% en diciembre del mismo año, con un incremento mensual del 125%.

A decir de Pablo Greco, director de la compañía, la respuesta a esta evolución positiva se encuentra en herramientas como el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) y el Plan RenovAr. “Éstas intentan acercar la electricidad a aquellos espacios de nuestro país que cuentan con escasa cobertura, como es el caso del Impenetrable chaqueño, el delta del Paraná o la Puna, donde se verifica un alto índice de radiación solar, lo que resulta óptimo para el uso de energía solar”, explicó. 

Sin embargo, acotó el experto, este tipo de programas apunta mayormente a la electrificación del país y no a expandir o generar una red de agua caliente sanitaria, lo cual debería comenzar a ser una prioridad. “Justamente por la falta de inversión en la creación de una red de agua caliente sanitaria resulta fundamental generar sistemas para abastecer a localidades o municipios donde no se poseen redes de gas natural. Según el último censo, apenas un 55% del territorio nacional dispone de una red de gas, por lo cual hay un 45% de argentinos que todavía carecen de acceso al fluido”, puntualizó.

En este sentido, Greco resaltó la experiencia vivida en Villa del Mar, un pequeño municipio de las afueras de Punta Alta, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. “El año pasado instalamos un termotanque solar en la Escuela Primaria 7 de esa localidad, lo que les permitió a los alumnos y docentes disfrutar de un suministro de agua caliente que antes no existía”, comentó.

Además de esa iniciativa en Punta Alta, apuntó, Hissuma lleva instalados termotanques solares en 13 localidades bonaerenses, incluyendo Gowland y Mercedes, que no tienen gas de red.

Sin limitaciones

De acuerdo con  Greco, el panel o termotanque solar logra vencer cualquier limitación topográfica o de acceso, dado que hace perder la dependencia del transporte del combustible o el gas. “En efecto, se usan baterías para el almacenamiento de la energía derivada de los paneles y tanques, que conservan el agua caliente por 72 horas en el caso de los termotanques”, detalló.

Con la financiación de estos programas nacionales, enfatizó, también se crean “mini redes”; es decir, sistemas de generación que pueden ser una combinación de distintos recursos como paneles y termotanques solares en combinación con energía hidráulica y un tendido de red capaz de abastecer a una localidad entera.

“Tanto la generación de electricidad como el agua caliente sanitaria no sólo promueven una mejor calidad de vida (sin tener que depender de garrafas o sistemas precarios de calefacción y sus costos), sino que además producen un ahorro desde el punto de vista energético para el usuario, posibilitando también el desarrollo de otras nuevas fuentes de actividad”, aseguró.

Bancos de acumulación

Un ejemplo de la potencialidad del rubro, según Greco, reside en la generación de electricidad para grandes pueblos a través de bancos de acumulación de energía. “Éstos también pueden servir para emprendimientos hoteleros, sobre todo en el sur de la Argentina, donde son actualmente abastecidos por generadores de combustible diesel”, especificó.

Gracias al incentivo de distintos programas, la representatividad de las energías renovables se elevó desde un 2% a principios de 2018 hasta un 4,5% en diciembre del mismo año, con un incremento mensual del 125%.

Para finalizar, el titular de Hissuma Solar mencionó la posibilidad de generar un sistema de bombeo basado en energía solar que permita disponer de un recurso hídrico para riego o dar de tomar agua a animales. “Esto daría lugar a actividades económicas en sitios que antes no se desarrollaban, justamente por el aislamiento y la dificultad de abastecerlos de energía”, completó. 

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