El área de Salud Mental prepara un proyecto laboral para algunos pacientes crónicos

El área de Salud Mental prepara un proyecto laboral para algunos pacientes crónicos

Con un gran ímpetu de inclusión social, y sobre todo laboral, el área de Salud Mental del Municipio armó un proyecto para que algunos pacientes crónicos puedan desarrollar distintas actividades en un café. El objetivo es firmar un convenio con algún bar para que los pacientes puedan trabajar en un ámbito exclusivo del área y luego tener la posibilidad de conseguir un empleo en el ámbito real.

En diálogo con El Eco de Tandil, el director de Salud Mental Luciano Grasso explicó que están iniciando un proyecto de inclusión social de pacientes de salud mental desde lo laboral. Este proyecto tiene que ver con los indicadores que pensaron que se deben tener en cuenta para pacientes de salud mental crónicos, pero estabilizados, y lo que los profesionales denominan como reinserción.

Grasso especificó que hoy día cuentan con sistema de salud mental que funciona muy bien en el área de las urgencias o las internaciones breves de pacientes crónicos descompensados; luego de la internación tienen distintos dispositivos ambulatorios como es el caso del Centro de Día, la atención psiquiátrica y psicoterapéutica, entre otras. No obstante, por las propias características de este tipo de patologías crónicas, hay una cuestión que siempre es dificultosa de tratar que el entramado social y la inclusión laboral general que en este tipo de pacientes es más compleja.

La realidad que se plantean como profesionales es que aunque cada uno atienda a este tipo de pacientes en lo ambulatorio, tratando de que estén en sus hogares y con su familia como se pauta en la Ley de Salud Mental, si no hay una posibilidad real de que puedan sentirse útiles y trabajar sobre sus potencialidades “no es una real inclusión”.

 

Desafío e inclusión

 

En este marco es que desde Salud Mental formularon un proyecto laboral que es un mix entre un dispositivo terapéutico ya que no dejaría de intervenir el área en cuestión, y un emprendimiento de economía social, es decir con fines de lucro y con ciertas características colectivas.

Grasso manifestó que experiencias de este tipo hay en todos lados del país así como también en Latinoamérica; aunque el surgimiento se originó en Trieste, Italia, donde el psiquiatra Franco Basaglia fue el primero que cerró un manicomio y  transformó esa práctica en proyectos de emprendimientos, centros de día, etc.

Justamente para ejecutar este proyecto es que existen muchas opciones, sin embargo en Tandil se pensó en un café y para esto se pensó en firmar un convenio con algún bar que esté funcionando y que, durante determinada cantidad de tiempo en el día, adquiera la identidad propia del café de este dispositivo. Allí se trabajará en la capacitación de los pacientes en las distintas actividades ya sea desde el mozo, bachero, etc., ya que estos tendrán un tránsito por este proyecto durante un determinado tiempo con el objetivo final de que luego se inserten en otro ámbito laboral general de la comunidad.

Es un desafío, no es un proyecto desde el punto de vista de salud mental de los tradicionales, sino que es un dispositivo de los intermedios porque está entre lo comunitario y social, el emprendimiento económico y el terapéutico.

Para llevar a cabo esta experiencia, Grasso indicó que hay un equipo de profesionales que está trabajando con los pacientes, pero como es un proyecto que va a requerir hacer frente a algunas cuestiones económicas es que se aceptó la propuesta de una galería de arte para hacer una subasta a beneficio.

 

Subasta

 

La idea de la subasta surgió a raíz de una iniciativa de un artista mexicano que en este momento vive en el sur del país, Alvaro Coria, quien propuso subastar sus nueve obras, todas esculturas en madera en arte abstracto, que en su momento trajo a Tandil para una muestra. A partir de aquí propuso que el 50 por ciento de lo recaudado sea destinado a una obra de bien público o a un proyecto que tenga que ver con lo comunitario o social. A partir de esto Indiana Gnocchini, directora de la galería Artemio y lugar donde se realizará la subasta, le propuso a Luciano Grasso destinar el dinero para el área de Salud Mental.

Por lo tanto “estamos convocando a quienes quieran acercarse ya sea por el interés propio del arte y las esculturas y lo piensen como para alguna adquisición personal; y por otro lado tener en cuenta que es a su vez una actividad solidaria. Hay muchos vecinos de Tandil y empresarios que históricamente colaboraron desinteresadamente con proyectos sociales o comunitarios de organizaciones no gubernamentales y del Estado municipal”, agregó Grasso.

La subasta se realizará hoy, 20.30, en la Galería Artemio, ubicada en Marconi y 4 de Abril. Cada obra tiene una base distinta y habrá un martillero del Centro de Martilleros de Tandil quien colabora con esta actividad de manera solidaria.

 

Incremento en la demanda espontánea

Otro de los puntos importantes que resaltó el director de Salud Mental del Municipio fue la favorable evolución que tuvo el Centro de Día en estos últimos meses, luego de su inauguración. En primera instancia remarcó que en gran parte sirvió para mudar de alguna forma los dispositivos que ya se estaban trabajando, aunque indicó que en estos meses pudieron corroborar la hipótesis que tenían en relación a que con un espacio más amplio y cómodo, y la visibilidad que se dio ante la comunidad, se generó un incremento de la demanda.

Por un lado lo que tiene que ver con el centro en sí, se incorporaron varios pacientes y de lunes a viernes se acercan muchos vecinos para plantear alguna inquietud que tenga que ver con salud mental. En ese marco es que sostienen una demanda espontánea, por lo que cualquier persona que tenga alguna inquietud o problema puede acercarse de lunes a viernes de 7 a 15; mientras que hasta las 17 pueden hacerlo para sacar turnos con los profesionales.

No obstante, y ante esta demanda espontánea, cuando una persona llega se hace una primera recepción y a partir de ahí es que se ve si necesita un tratamiento y qué tipo o no, y se hace una contención en ese momento más de tipo orientativa. De este tipo de consultas espontáneas aumentaron y hay alrededor de 3 por día.

“En términos generales funciona bien con varios equipos de profesionales interdisciplinarios que ya venían trabajando, se incorporó una psiquiatra, una trabajadora social y dos psicólogas y probablemente a principios del año que viene tengamos algunas otras incorporaciones para terminar de tener un equipo bien armado y que pueda hacer frente a esta demanda”, adelantó Grasso.

Por último, aprovechó la ocasión para recordar que “existe un imaginario social al creer que la salud mental es solamente para los locos”, ya que manifestó que existe una mirada integral que cada uno debe tener de su propia salud, por lo que, como puede tener alguna cuestión desde el orden de lo patológico, también puede tener alguna cuestión que requiera de un acompañamiento o de la intervención de profesionales de la salud mental en lo psíquico.

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